jueves, 5 de enero de 2012

Los presos que faltan y los pichones sin permiso para volar

Los presos que faltan y los pichones sin permiso para volar
Jueves, Enero 5, 2012 | Por Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba, enero, www.cubanet.org -Ni siquiera el anuncio del
indulto de más de 2 900 presos, hecho el 23 de diciembre por el general
Raúl Castro ante la Asamblea Nacional del Poder Popular logró aplacar la
decepción de los que esperaban la reforma de las leyes migratorias. Esta
había sido anunciada anticipadamente por las agencias internacionales de
prensa y ciertos habitualmente despistados cubanólogos. No sé porque
estaban tan seguros, pero evidentemente pesaron más los temores de los
retranqueros del inmovilismo, que en definitiva, aun meten la cuchareta
y son los que dicen siempre la última palabra.

Por mucho que intenten esforzarse –que no lo hacen- los mandarines,
con sus reformas que no son tales, siempre se quedan por debajo de las
expectativas populares. Todavía habrá que esperar, no se sabe cuánto,
tan pacientes como son, por las modificaciones que "serán introducidas
paulatinamente".

No obstante, es más importante la liberación siquiera de una parte de
los millares de personas que languidecen en condiciones infrahumanas en
las cárceles cubanas antes que el permiso de Papá Estado a algunos de
sus pichones para que puedan volar y regresar con los dólares en el pico.

Es el primer indulto propiamente dicho en 53 años de dictadura.
Anteriormente, a las excarcelaciones de opositores, casi siempre con
destierro, para complacer a personalidades internacionales y
conseguir ventajas políticas, no las habían llamado indulto. Aunque con
los mandarines es sabido lo poco relevante que es el nombre que den a
sus actos.

No hay que exagerar con los aplausos. La Comisión Cubana de Derechos
Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) calcula que hay entre 70 000
y 80 000 presos. De ellos, 43 por motivos políticos. De los indultados,
sólo siete son presos políticos.

En vez de hablar de "la generosidad y la fuerza de la revolución",
habría sido más atinado pedir perdón a los centenares de personas,
principalmente jóvenes, que estaban en la cárcel por motivos que en
ninguna otra parte del mundo constituirían delitos, y que ahora
difícilmente podrán rehacer sus vidas. En todo caso, la mayoría de los
que realmente delinquieron, lo hicieron por culpa de un sistema
fracasado que obliga a violentar cotidianamente su peculiar legalidad y
sus prohibiciones absurdas para poder satisfacer malamente las más
básicas necesidades.

Sería mejor modificar de una vez y por todas las anacrónicas leyes que
hacen que la gente vaya presa por figuras delictivas tan aberradas como
la peligrosidad social. Y por supuesto, descriminalizar la disensión
política. De lo contrario, las más de 200 cárceles que existen en Cuba
y que ahora se descongestionan un poco, muy pronto volverán a estar
abarrotadas y de nuevo los presos tendrán que dormir en el piso, como
denunciaban reclusos del Combinado del Este que ocurría en dicha
prisión hasta hace varias semanas.

De hecho, no habrá que esperar mucho para que se abarroten las cáceles.
El general Raúl Castro anuncia que la batida contra los corruptos
seguirá y que esta vez sí va en serio, porque de ello depende la
supervivencia de la revolución. Ojala caigan en el jamo todos los
corruptos, también los pejes gordos, y no sólo los corruptos caídos en
desgracia y los matarifes de potreros. Porque las purgas y la represión
que viene ya se huelen en el ambiente. No sea que ocurra como en el
año 2003, que empezaron persiguiendo a traficantes de drogas y acabaron
encarcelando opositores y periodistas independientes.

luicino2004@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/los-presos-que-faltan-y-los-pichones-sin-permiso-para-volar/

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