Sombrío 2011 e incógnitas para 2012
Al ritmo actual, no alcanzará el tiempo vital de la cúpula dirigente ni
siquiera para "actualizar el sistema", si antes no hay estallidos
sociales y políticos debido a las carencias y prohibiciones
Miriam Leiva, La Habana | 06/01/2012
Muy mal debe andar un país, cuando la principal expectativa de gran
parte de sus ciudadanos es la eliminación del permiso de salida, con la
intención de huir hacia cualquier lugar en busca de oportunidades y un
futuro mejor, a pesar de la actual crisis económica internacional.
Esa era la mayor ilusión de muchos cubanos desde que el presidente Raúl
Castro anunció el estudio de modificaciones migratorias en la sesión de
la Asamblea Nacional el 1 de agosto. Se auguraba hasta en la prensa
internacional que en la próxima sesión del 23 de diciembre se eliminaría
la nefasta "Tarjeta Blanca". Nueva frustración de los nacionales, cuando
la difusa promesa cayó en el gran saco de la postergación. En realidad,
desde el principio más bien parecía que se trataría de una limitada
eliminación de la prohibición a los cubanos residentes en el exterior
para retornar e incluso quizás invertir en Cuba. La violación del
Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
referido a la libre entrada y salida del territorio nacional se ha
mantenido alrededor de 50 años, y ni la crisis multifacética imperante
incentiva al Gobierno a modificar lo impuesto como instrumento político.
En un país que envejece de arriba abajo, abrir las rejas fronterizas
podría representar el éxodo masivo de adultos en edad productiva y
laboral, con relativamente alto nivel de instrucción, pero sobre todo de
jóvenes. Para lograr el arraigo a la patria, el esforzado trabajo y el
estudio se requieren estimulantes condiciones de vida y de libre
participación ciudadana para crear en el presente, el futuro próspero
personal y del país. Sin embargo, los cambios por los que clama la
población se castran con medidas que denotan el miedo a perder espacios
de poder y menosprecio a los súbditos. Al ritmo actual, no alcanzará el
tiempo vital de la cúpula dirigente ni siquiera para "actualizar el
sistema", si antes no se provocan estallidos, por las carencias,
prohibiciones y la toma de conciencia popular sobre la necesidad de
cambios radicales.
Como sucedáneo para no desprenderse de la todopoderosa "Tarjeta Blanca",
el Consejo de Estado acordó el excepcional indulto de 2.900 prisioneros,
la mayoría comunes, lo que puede haber logrado una positiva valoración
inicial dentro y fuera de Cuba, por la carga emocional resultante de
devolver al seno de la familia y la sociedad a personas confinadas en
duras condiciones carcelarias, pero dejó a una de las mayores
poblaciones penales del mundo, estimada en 60-80.000 reos, solo incluyo
algunos políticos y mantuvo al norteamericano Alan Gross como foco de
confrontación con Estados Unidos.
"Sin prisa, pero sin pausa" ha dicho el general Raúl Castro que se
implantarán las medidas para procurar empezar a salir de la actual
crisis. A partir de setiembre comenzaron algunos pasos con la
autorización de venta de automóviles y viviendas, a los campesinos para
ofertar productos y establecer contratos directamente con entidades
turísticas a través de las cooperativas existentes, las modificaciones
en la banca para conceder créditos al sector privado, el uso de
instrumentos bancarios tradicionales, la eliminación de trabas a las
relaciones entre el sector estatal y el privado, el alquiler de locales
a los cuentapropistas, siguiendo la experiencia reciente con las
barberías y peluquerías. No obstante, gran parte de la población se
angustia por el dinero que no alcanza para alimentar, vestir y calzar a
la familia debido a los precios exorbitantes en las tiendas estatales de
venta en divisas. El transporte ya no es un problema, porque nuevamente
está en extinción. Las calles desiertas y las magras comidas de fin de
año desdibujaron la imagen del cubano alegre y fiestero, que por esas
fechas molestaría al vecino con la música alta, el bullicio de las cenas
y hasta la impertinencia pasados de tragos. Hasta la jocosidad se ha
rendido a las discusiones y la reacción agresiva por asuntos
intrascendentes; muestras de desesperanza y frustración.
Contrastan con reportajes en la televisión sobre los logros de los
microcréditos y los beneficios de las pequeñas y medianas empresas en
Bolivia y Venezuela, así como la entrega de miles de viviendas por el
presidente Hugo Chávez. Se expone las manifestaciones en países del
Medio Oriente, los Indignados de la Puerta del Sol y los del movimiento
Occupy Wall Street, como si se tratara de fenómenos con bases muy ajenas
a lo que ocurre en Cuba. Se desmienten las denuncias de matanzas por el
régimen de Siria y se defiende a los dirigentes de Irán. Llegan turistas
hasta de China y Rusia, aunque ni siquiera puede accederse a Internet
desde los hogares cubanos.
Sin embargo, 2011 será recordado por la espontánea y fervorosa
participación del pueblo en el recorrido de la imagen de la Virgen de la
Caridad del Cobre, iniciado en Santiago de Cuba el 8 de agosto de 2010,
con motivo del 400 aniversario de su hallazgo. Las peregrinaciones en La
Habana desde el 6 de noviembre concluyeron con una misa en la Avenida
del Puerto, el Malecón, el 30 de diciembre con la devoción de miles de
personas y la presencia de Monseñor Wenski, arzobispo de Miami, junto a
la alta representación del Gobierno. Al parecer, las conversaciones
entre Raúl Castro, el cardenal Jaime Ortega y Monseñor Dionisio García,
presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, cuyo primer
resultado relevante fue la liberación de los 54 prisioneros de
conciencia de los 75, han continuado más allá del marco estrictamente
religioso. La visita apostólica del Papa Benedicto XVI, del 26 al 28 de
marzo próximo, confirma la importancia que concede el Vaticano a los
derroteros del pueblo y la nación, como prolongación de los esfuerzos
del Pontífice Juan Pablo II, y su apoyo a la Iglesia católica cubana.
Puede esperarse la liberación de prisioneros políticos y de Alan Gross
en esta oportunidad.
A pesar de que las perspectivas para 2012 son nublosas, la solución de
los graves problemas existentes y el progreso serían posibles con la
participación de todos los cubanos, despojados de la espera por
dictámenes desde el poder o desde el extranjero. La Primera Conferencia
del Partido Comunista, a efectuarse el 28 de enero, apunta a la
repetición de los ejercicios de dogmatismo, designación de dirigentes
afines y continuación del estancamiento, según esboza el proyecto de
documento publicado. Queda la posibilidad de que se eche a un lado o
varíe, aduciendo modificaciones por la consideración de las opiniones
emitidas durante su análisis. Como fuerza rectora de la vida y obra de
los ciudadanos, de acuerdo con el Artículo 5 de la Constitución, se
supone que es la única organización con potestad para impulsar
verdaderos cambios. Ojalá empiece por el respeto a las opiniones y la
apertura de la sociedad para la participación de todos en la
recomposición de Cuba.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/sombrio-2011-e-incognitas-para-2012-272586
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