jueves, 5 de enero de 2012

Esperando al Heberprot

Esperando al Heberprot
Jueves, Enero 5, 2012 | Por Leonardo Calvo Cardenas

LA HABANA, Cuba, enero, www.cubanet.org -Carlos y Patricia son solo dos
ejemplos de los muchos enfermos de diabetes que en Cuba han sufrido la
amputación de una parte de sus miembros a causa de complicaciones
críticas de esta patología, sin poder beneficiarse de las bondades de un
medicamento "prodigioso" de fabricación nacional que propagandizan con
insistencia las autoridades cubanas.

Con marcada frecuencia en los espacios informativos aparecen
especialistas y voceros gubernamentales para dar cuenta de las
excelencias y ventajas del Heberprot-p para el tratamiento de las
lesiones que producen las úlceras del pie diabético, dolencia causada
por graves descompensaciones de esta peligrosa y extendida enfermedad y
que causa en Cuba miles de amputaciones cada año. Según las recurrentes
informaciones y reportajes, el medicamento, producido por la industria
biotecnológica cubana a partir del factor de crecimiento epidérmico, es
altamente efectivo y logra una mejoría acelerada en esta dolencia que
implica resultados fatales para muchos pacientes.

Muchos ciudadanos, bien acostumbrados a la distancia que existe en Cuba
entre propaganda y realidad y sobre todo a la práctica del gobierno
cubano de dar preferencia a sus compromisos internacionales ya sean
estos solidarios o comerciales, y a los extranjeros en general, se han
mostrado desconfiados y han puesto en duda que los enfermos cubanos
puedan llegar a beneficiarse de este elogiado medicamento.

Carlos y Patricia, quienes por miedo a sufrir represalias se negaron a
abundar en detalles y señas personales, acudieron desde las instancias
de la atención primaria de salud hasta los hospitales especializados y
no encontraron solución a sus dolencias para impedir la amputación
parcial de sus miembros inferiores.

Los cubanos de a pie sufrimos día a día las carencias, retrasos,
ineficacias e indolencias que cunden en el sistema nacional de salud y
que obligan a hacer la comparación con los ejemplos de abnegación y
excelencia profesional que, según la propaganda oficial, demuestran
cotidianamente las decenas de miles de facultativos y técnicos cubanos
que han sido sustraídos del sistema para enviarlos a cumplir su función
en otras latitudes, en las llamadas "misiones".

El vía crucis que constituye hoy convertirse en paciente, o en familiar
de uno, hace que muchos cubanos afirmen que preferirían pagar los
servicios de salud antes de enfrentar las muy dudosas bondades de este
sistema que se ha convertido en la cosa "gratis" más cara del mundo.

La otra cara del asunto es que muchos enfermos no necesitarían servirse
o esperar por este prodigio de la biotecnología revolucionaria si los
diabéticos cubanos contáramos con las condiciones mínimas para
alimentarnos de la forma sana e idónea en que deben hacerlo quienes
padecen esta enfermedad, algo fundamental para evitar las
descompensaciones y crisis que son muchas veces irreversibles.

A pesar de esto los gobernantes cubanos siguen ufanándose de la supuesta
excelencia de su sistema de salud, mientras los pacientes de las salas
de angiología ven en las pantallas de los televisores instalados en los
centros hospitalarios, la alharaca sobre las bondades de ese
"medicamento prodigioso", logro de la biotecnología nacional, que no ha
llegado a tiempo a nuestro pueblo para impedir, o al menos disminuir, la
larga y constante saga de amputaciones que sufren los diabéticos cubanos.

elical2004@yahoo.es

http://www.cubanet.org/articulos/esperando-al-heberprot/

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