Una imagen recorre el mundo

Represión, Opositores, Estado de SATS

Una imagen recorre el mundo
Mediante la campaña "Por otra Cuba", activistas cubanos piden cambios
políticos en la Isla, y su mensaje está llegando a las grandes ciudades
de las principales naciones del planeta
Redacción CE, Madrid | 13/06/2014 2:39 pm

Dos activistas cubanos posan desafiantes frente a una cámara enfocada a
su vivienda en La Habana, con la que el régimen cubano los vigila día y
noche. Son Ailer González Mena y Antonio Rodiles. Algunos podrían
interpretar que se trata de una "provocación". Es más bien un desafío.
Nada hay de amenazante en sus rostros y sus "armas" son simplemente una
camiseta y unos pendientes.
Son los promotores de una campaña, divulgada por Facebook y Twitter
desde La Habana, donde que tuvieron que sortear las limitaciones a
internet impuestas en la Isla para desarrollar la convocatoria a una
acción colectiva concebida en Cuba y difundida por el mundo.
Lo que piden es simplemente cambios políticos en la Isla. Algo que por
décadas ha sido una ilusión, una utopía y el ideal por el cual incluso
han perecido activistas pacíficos.
Por lo demás, no están exigiendo más que lo que el propio gobierno ha
prometido pero no se atreve a concretar.
A través del arte y las redes sociales, con el slogan "Por otra Cuba",
exigen que el gobierno de Raúl Castro ratifique los acuerdos de la ONU
—ya firmados pero no ratificados— que garantizan las libertades sociales.
"Cuba cambia si tú quieres" es otro de los hashtags de la campaña en las
redes sociales.
Ideada por el colectivo de activistas Estado de SATS, que dirige
Rodiles, "Por otra Cuba" no es una acción impulsada desde Miami, centro
del exilio cubano, sino que ha sido llevada adelante con esfuerzo desde
dentro de la Isla, con la colaboración de cubanos en el exterior.
Desarrollada paralelamente en todo el mundo, los participantes de la
campaña expusieron el logo creado por el dibujante cubano Garrincha en
forma de carteles, graffitis y plantillas de esténcil durante el 8 de
junio de 2014.
Otro de los participantes es Aldito Menéndez, que se sirve del anagrama
"Castor Jabao" como parte de la campaña, el cual es también el nombre de
la productora de los vídeos de "Maldito Menéndez", que, a su vez, es el
"nombre de guerra" de uno de sus avatares, el que opera entre el arte y
el activismo. Quien está detrás de tantos nombres es Aldo Damian
Menéndez López, que estudió en San Alejandro, La Habana, fue miembro del
Grupo ArteCalle y salió de Cuba en 1991.
Desde hace algún tiempo Estado de SATS viene solicitando el apoyo de los
cubanos y la comunidad internacional para exigir al gobierno de la Isla
no solo la ratificación sino también la entrada en vigencia de los
Pactos de la ONU sobre derechos civiles, políticos, económicos, sociales
y culturales suscritos en 2008 por Cuba, a raíz de la llegada al poder
de Raúl Castro. En aquel entonces se pensó que la firma de tales
acuerdos indicaba finalmente que comenzaba a producirse un cambio en la
Isla, pero con el paso de los años se ha visto que todo fue un acto de
propaganda, tan efímero como la permanencia como canciller, en el
gabinete del "hermano heredero del trono", de Felipe Pérez Roque, quien
los firmó.
Los Pactos firmados por el excanciller Roque —el 28 de febrero de 2008
en Nueva York— fueron dos: el Pacto de los Derecho Civiles y Políticos y
el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Un día antes de la convocatoria la policía secreta cubana citó a varios
de los promotores y detuvo durante varias horas al fotógrafo Claudio
Fuentes. "Estaban preocupados con el 'grafitazo'", relata Fuentes sobre
el interrogatorio al que fue sometido, de acuerdo a una información
aparecida en noticias.terra.com.mx/.
El proyecto Estado de SATS es un grupo de activistas a favor de la
sociedad civil que busca "crear un espacio plural de participación y
debate que permita ejercer libertades civiles anuladas en Cuba y
rediseñar un futuro para el país desde una perspectiva democrática".
Al igual que ha ocurrido con otros proyectos de la disidencia y la
oposición pacífica,
"Por otra Cuba" ha tenido más repercusión fuera de Cuba que en la propia
Isla, debido a las restricciones en el uso de internet y la represión
existente. Aun así "los cubanos acaban enterándose por el 'efecto
rebote': las noticias sobre Cuba divulgadas en el exterior circulan en
la Isla por medio de una red de medios digitales como CD y memorias
flash", explica Rodiles.
Entre otros méritos, Estado de SATS se ha caracterizado por ser un panel
de discusión y análisis sobre la sociedad cubana, que no se limita a la
necesaria denuncia de los abusos sino va más allá, en su intento de
contribuir a la creación de una sociedad civil en la Isla, y cuenta con
la participación de intelectuales y artistas.
Sus participantes han sido detenidos, golpeados, encarcelados por horas
o semanas, y acosados con los inevitables actos de repudio, el recurso
más socorrido e inmediato que emplea el régimen cubano como fuerza
represora y disuasiva.
Pese a los golpes, la cárcel y las humillaciones, Estado de SATS sigue
firme en su empeño. Detrás de cada acto de repudio hay no solo un abuso
de autoridad y un despliegue de violencia de forma descarnada, cuyos
límites son los que imponen quienes controlan la actividad. También
constituyen una expresión brutal que evidencia la esencia soez del
régimen cubano y sus gobernantes.
Sin embargo, los miembros del grupo —ciudadanos que simplemente intentan
expresar y discutir sus derechos de forma pacífica, bajo la amenaza de
esa mezcla de terror, chusmería y desprecio hacia los valores ciudadanos
más elementales que caracteriza la actuación de las turbas del régimen—
continúan su labor, que ya se conoce en todo el mundo.

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