CENSURA
El cine americano que no vemos
YANIA SUÁREZ | La Habana | 27 Jun 2014 - 11:34 pm.
Hay un cine estadounidense que no llega a las pantallas de cine ni a la
televisión cubana, ocupadas por las más comunes películas hollywoodenses.
Hay un audiovisual estadounidense que aquí no veremos. No en las salas
de cine, definitivamente no en la televisión. Es considerablemente bueno
y bastante conocido en el mundo, a pesar de que no corresponde al
mainstream. Sin embargo, para las pantallas públicas cubanas no existe.
Con aparente contradicción, las profusiones de orgullo oficial sobre el
cine hecho en Cuba están llenas de aversión hacia Hollywood,
producciones que, en cambio, encuentran bastante acogida en los medios
estatales que las condenan. El movimiento no carece del todo de lógica.
Algo de ella se revelaría en el examen de lo que se omite, obras
alternativas del enemigo del Norte: son las películas, por ejemplo, de
Kevin Smith, Seth Rogen, Greg Mottola, Sacha Baron Cohen, etc., y casi
todo (por no decir todo) lo del Comedy Central de Nueva York. No
conforman, muchas de estas obras, un grupo estilístico intencional, pero
sí comparten variables que las reúne en un alegre tipo, y nos ayudarían
a explorar el vacío que le hacen en Cuba.
Descartado el tema de los derechos de autor (que aquí no se pagan),
pasemos a indagar otras posibles causas. Se podría pensar, en principio,
que la exclusión se debe a la dureza verbal de algunas de estas piezas:
nuestra televisión es amiga del reguetón light y de las masacres clase B
que suministra el sábado por la noche, pero no de las palabras
censuradas. Esta razón, sin embargo, no las proscribiría de la
Cinemateca, las muestras de cine independiente, ni tampoco incluye toda
la producción del Comedy Central.
Encuentro otras dos justificaciones más probables. La primera se podría
formular así: no se exhiben porque la imagen que ofrecen de Estados
Unidos es demasiado interesante. Los blockbusters, las comedias de risa
grabada, son fantasías fácilmente objetables. Pensemos en la serie
Friends, por ejemplo, que sí se proyecta aquí: quizás graciosa, pero que
nadie llamaría creíble, o "profunda".
Pensemos en Futurama o (¿me atreveré a proponer a nuestra televisión?)
en South Park, producciones del Comedy Central, o en las películas de
Smith: la sensibilidad que proponen, y comparten con un grupo de obras
contemporáneas, es mucho más compleja; la pretensión de actualidad,
mucho más cercana, y el encanto, por supuesto, efectivo. Tienen una
manera de obrar que los jóvenes identificarían como suya, sin mayores
problemas.
Las vetaría de nuestras pantallas también el hecho de que son liberales
(solo la distracción podría ver una discordancia aquí). En términos
generales, una gran zona de la "América liberal" se omite en Cuba porque
no simpatiza abiertamente con los gobiernos de Venezuela, Cuba o Irán.
En el caso particular de este grupo, la subversión que ejercen sería
demasiado para nuestras pantallas: alegremente, sin estridencias
románticas (también sin muchas esperanzas), estas obras descreen de casi
todas los arreglos sociales, que interrogan, discuten… Algunas hacen el
camino completo hacia un anarquismo suave. Alguien ha dicho —sin que de
esto derive una equivalencia exacta— que el rock and roll de estos
tiempos es la comedia, con una audiencia más amplia y contenidos más
consistentes.
El poder, de mecanismos universales, mira este fenómeno con suspicacia
en cualquier parte. Aquí es más poderoso; puede anular sin mayores
consecuencias cualquier gesto independiente, como su existencia, es
decir: como la realidad de estas producciones foráneas. De manera que,
puestos a escoger, el malquerido Hollywood parece más seguro en estos lares.
Source: El cine americano que no vemos | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1403904874_9265.html
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