Piloto para la guerra imaginaria
Ydelmis aprendió a pilotar un helicóptero de combate, para cuando los
marines nos invadan. Pero a Cuba no va a venir la U.S Army. Si acaso
empresarios con sus billeteras apuntando a la arruinada economía
nacional. Y, a esos, tendría que tirarles flores
jueves, agosto 28, 2014 | Jorge Olivera Castillo
LA HABANA, Cuba -Yudelmis López Díaz tiene el privilegio de acariciar
las nubes. Lo hace sentada en el helicóptero de combate que aprendió a
pilotar en el Instituto Técnico Militar (ITM), José Martí de La Habana.
Después de intensos esfuerzos la joven de 23 años de edad pudo cumplir
su deseo en contra de todos los pronósticos. Es la primera mujer cubana
que ocupa la responsabilidad de jefa de nave.
Tal vez sueñe estar presente en algún escenario bélico donde probar la
eficacia de los misiles y protagonizar una de esas acrobacias aéreas en
medio del fuego enemigo.
Le enseñaron que los marines norteamericanos siguen al acecho y que hay
que estar alertas para cuando decidan desembarcar por varios puntos de
la costa norte de la Isla.
El tono de la propaganda no ha disminuido, sin embargo si de invasiones
se trata, hay que limitarse a hablar de ciclones y virus provenientes de
la vecindad tercermundista.
Las únicas guerras son en las pantallas de los televisores, bien las de
tiro real en el Medio Oriente y Ucrania, o las de balas salvas que se
facturan en Hollywood.
En el inventario de pistoletazos que ocurren en el territorio nacional,
más allá de los que acontecen en las periódicas maniobras del ejército,
están los que se reportan en los barrios marginales donde el
narcotráfico ha hecho metástasis o en los señoríos de algún jerarca de
primer nivel, civil o militar, a causa de un incidente pasional.
Yudelmis deberá acostumbrase a apoyar desde las alturas, fumigaciones
contra el mosquito transmisor del dengue, las plagas que afectan los
cultivos o en la extinción de incendios forestales, entre otras
actividades sin nada que ver con el arte de la guerra.
De esa manera podrá aniquilar, sin tantos riesgos, a una parte de los
verdaderos enemigos de la patria.
El margen para una desgracia estaría por errores en el pilotaje o por
eventualidades climáticas, nunca por un cohete tierra-aire.
Si en realidad busca poner a prueba su habilidad en el manejo de las
armas, pues se quedará con las ganas.
A Cuba no va a venir ningún soldado de la U.S Army. Lo más probable es
que un futuro cercano, entren por el aeropuerto internacional José Martí
o en yates de gran calado, un regimiento de empresarios estadounidenses
con sus billeteras apuntando a la arruinada economía nacional
Del lugar que se esperan los cazabombarderos y las brigadas de
desembarco fluyen, sin pausas, los recursos que mantienen al país a flote.
Las remesas de los cubanos que residen en el país sobre el cual la
jerarquía comunista descarga sus odios, han evitado el colapso de la
economía.
Solo los envíos de petróleo desde Venezuela superan en orden de
importancia el dinero proveniente de los bolsillos de quienes optaron
por abandonar el paraíso que Yudelmis se apresta a defender desde la
cabina de un MI-17.
Lo más factible es que tenga que cambiar de trabajo en los próximos
años. Dejar su periplo por las nubes y poner los pies sobre la tierra.
En el capitalismo que se construye disimuladamente no hay tiempo para
seguir fantaseando con adversarios virtuales ni otras tonterías que han
provocado la dilapidación del patrimonio nacional.
oliverajorge75@yahoo.com
Source: Piloto para la guerra imaginaria | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/los-pies-sobre-la-tierra/
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