jueves, 28 de agosto de 2014

Perros! ¡No molesten!

¡Perros! ¡No molesten!
[28-08-2014 10:35:16]
René Gómez Manzano
Abogado y periodista independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- La disolución de asociaciones de criadores
de perros demuestra el carácter totalitario del Estado Cubano.
Una de las citas de Fidel Castro a las que se les sigue reconociendo más
vigencia es la extraída de las llamadas "Palabras a los intelectuales".
Su enunciado es sencillo: "Dentro de la Revolución, todo. Fuera de la
Revolución, nada". Aunque estas frases fueron pronunciadas de inicio
para artistas y literatos, en la práctica son aplicadas a cualquier
habitante de la Cuba de hoy, no importa su oficio o profesión.

Ellas tienen un antecedente aún más claro en las que profirió otro
dictador muchas décadas antes: "Todo dentro del Estado. Nada fuera del
Estado. Nada contra el Estado". A los partidarios del marxismo leninista
tal vez les asombre enterarse del nombre de su autor: Benito Mussolini.
Es que todos los "ismos", al desconocer la autonomía del ser humano, se
hermanan en la arbitrariedad y la opresión.

Estas consideraciones resultan oportunas ahora que se ha conocido una
noticia circulada por la Agencia Yayabo Press el pasado lunes. La
información da cuenta del propósito oficialista de disolver varias
asociaciones integradas por personas dedicadas a la cría de distintas
razas caninas. La nota de prensa ejemplifica esta situación en el caso
del señor Abenamar Bauta Delgado, presidente del Club Cubano de Galgos
(CCG).

Según los colegas espirituanos, este ciudadano ha sufrido diversos
atropellos a manos de los dirigentes del Ministerio de la Agricultura
(MINAGRI), que es la dependencia de la Administración Central del Estado
que actúa como "órgano de relaciones" con respecto a ese tipo de
agrupaciones. Porque en Cuba, por ley, cada asociación —supuestamente
independiente— tiene una entidad estatal de esa índole, encargada de
vigilarla y controlarla.

Y aquí —por supuesto— entran en juego los factores de carácter sectorial
y aun personal. En el caso del MINAGRI, los cinófilos tienen que
vérselas con personajes como la señora Maritza Ramírez Peña, jefa del
Departamento de Atención a Asociaciones, y Orlando Díaz Rodríguez,
director jurídico. Individuos como éstos constituyen el rostro visible
del régimen castrista.

Según Yayabo Press, la primera telefoneó al domicilio del presidente del
CCG para amenazarlo con disolver esa entidad. De paso lo insultó y
—según ella misma dijo— grabó de modo oculto la conversación. Esto
último está prohibido en los países que respetan los derechos humanos,
pero en Cuba los gobiernistas pueden hacerlo con total impunidad.

En cualquier caso, la queja que el señor Abenamar formuló por este y
otros motivos permaneció sin respuesta durante más de medio año, hasta
que el Director Jurídico del mencionado Ministerio lo convocó para lo
que el mismo afectado califica como "una encerrona": un encuentro en el
que estaban presentes numerosos funcionarios del referido organismo.

De la reunión son dignas de notar la falta de respuesta de fondo a todo
lo planteado por el quejoso, así como la insólita información brindada
por el burócrata comunista. Según éste, "estaban disolviendo las
asociaciones porque el MINAGRI está 'en perfeccionamiento empresarial'".

Está por verse qué vínculo pueda haber entre grupos de personas que se
congregan guiados por su amor a determinados animales, de una parte, y
el actual intento por hacer un poco menos ineficiente el gigantesco e
improductivo aparato de administración económica del Estado. De todos
modos, la anécdota refleja con claridad el enfoque oficinesco que
reciben los problemas de la vida cotidiana en un país totalitario.

Se sabe que, desde hace años, en Cuba rige la práctica de no autorizar
la constitución de nuevas asociaciones independientes. Esa orden se le
atribuye al ahora purgado doctor Carlos Lage Dávila. En ese contexto, la
existencia de entidades cuyos miembros se agrupan no en base a su apoyo
explícito al régimen imperante, sino por afinidades de otro tipo,
provoca un total desinterés oficial.

Aquí entra en acción la consigna lanzada por el Duce italiano y
parafraseada decenios después por el fundador de la dinastía castrista.
Si al inmenso aparato estatal le resulta indiferente la crianza de razas
perrunas, ¿qué sentido tiene para él que sigan existiendo asociaciones
de ese tipo constituidas años atrás, cuando aún no había entrado en
vigor la antes mencionada prohibición?

Poco importa que esas agrupaciones y sus miembros, por definición, no se
enfrenten al sistema imperante. Para éste basta con que tampoco persigan
el objetivo expreso de apoyarlo. Más aún: resulta suficiente que la idea
de constituir y mantener con vida esas entidades no haya surgido en el
seno del mismo régimen totalitario.

Entonces, el concepto mussoliniano-castrista puede y debe ser completado
y actualizado para la Cuba de hoy. Habría que decir: Nada fuera del
Estado-Partido. Nada contra el Estado-Partido. Nada que no sea de
interés manifiesto para el Estado-Partido. Ni siquiera una inofensiva
asociación de criadores de perros.

Source: ¡Perros! ¡No molesten! - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/53fee9c43a682e0e34a85b49#.U_8Ng_mSwx4

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