La rival de Dilma podría hacer sombra en las relaciones de Brasil con
los Castro
Silva, tercera opción entre el PT y la socialdemocracia, aboga por que
Brasil reclame derechos humanos y elecciones libres en Cuba.
Rolando Cartaya
agosto 29, 2014
El panorama electoral brasileño ha cambiado radicalmente tras la muerte
en un accidente aéreo, el pasado 13 de agosto, del candidato y
presidente del Partido Socialista Brasileño, Eduardo Campos.
Para sustituir a Campos la agrupación política designó a Marina Silva,
una ex senadora y ex ministra de Medio Ambiente del gobierno de Lula da
Silva. Y en menos de un mes los numeritos cambiaron radicalmente.
Si los sondeos daban a Campos un tercer lugar con 9 % de las intenciones
de voto para los comicios del 5 de octubre, una primera pesquisa
posterior a la nominación de Silva, realizada por el instituto Datafolha
y divulgada a principios de la semana pasada, la situaban en la primera
ronda en empate técnico con Aécio Neves, del Partido de la Social
Democracia Brasileña (PSDB) – 21% contra 20%─ comparados con 36% de la
presidenta Dilma Rousseff. En la segunda vuelta, Silva obtendría una
victoria apretada sobre Dilma, 47% a 43%, una diferencia que caería
dentro de los márgenes de error.
Pero el último sondeo, dado a conocer el martes y comisionado al
Instituto Ibope por el canal Globo y el diario O Estado de São Paulo,
indica que la ecologista y activista evangélica pentecostal de 57 años
acumularía en la primera vuelta 29%, sólo cinco puntos detrás de la
mandataria (34%). (Neves, del PSDB, quedaría bastante rezagado con un 19%).
Y según esa consulta, en la segunda ronda Silva también rebasaría a
Rousseff, ahora con un margen holgado de 45% contra 36%.
El Ibope entrevistó a 2.506 personas, entre los dias 23 y 25 de agosto.
El margen de error del sondeo es de más o menos dos puntos porcentuales,
y su confiabilidad, del 95%.
El debate ayuda
A su llegada esa noche a los estudios de televisión donde se celebraría
el primer debate entre los candidatos presidenciales, Dilma restó
importancia a los resultados de la consulta. "No veo las encuestas como
analíticas. Creo que son relativas y siempre he dicho que no las
comento. Creo, eso sí, que el debate va a ayudar", declaró Rousseff .
Pero a quien pareció ayudar el debate fue a la inesperada estrella
naciente de la política brasileña.
El diario madrileño El País señala que mientras la mandataria se esforzó
en destacar las conquistas de los Gobiernos del PT, Marina Silva dejó a
sus contrincantes sin fichas, al insistir en la necesidad de una nueva
política, "en la que querría incluir tanto al expresidente Fernando
Henrique Cardoso, alma de la estabilización económica del país (...)
como a Lula, responsable de las conquistas sociales y del acceso de 30
millones de personas a la clase media".
En una evaluación de los resultados del debate, el experto en ciencias
políticas Carlos Melo dijo a la cadena Globo que, al encarnar y
consolidarse ella como una tercera vía, rompiendo la polarización
tradicional entre el PT y el PSDB, "un tercio de los electores que no
son ni "petistas" ni "tucanos", dejan de ser indecisos para
transformarse en independientes".
Al preguntar el Instituto Ibope a los entrevistados por quiénes no
votarían, el 36 % citó a la actual presidenta, el mayor índice de
rechazo, mientras que el menor, 10 % fue para Silva.
Seringueira
Marina Silva nació y se crió en una aldea de seringueiros o trabajadores
de las plantaciones de caucho amazónicas en las que también laboró. A
los catorce años aprendió las operaciones básicas de las matemáticas,
pues donde vivía no había escuelas. Tras ser alfabetizada y recibir la
enseñanza básica, en 1981 se matriculó en la Universidad Federal de
Acre. Allí descubrió el marxismo, y se afilió al Partido Revolucionario
Comunista, considerado semiclandestino por los militares.
En 1985 Silva se hizo miembro del Partido de los Trabajadores (PT).
Inició su carrera política como concejal en Acre, municipio de Rio
Branco, en 1988. Desde ese cargo causó una controversia, y se ganó la
admiración popular, al devolver beneficios financieros que los demás
concejales habían aceptado. En 1990, fue elegida diputada estatal.
Como activista ambientalista, fue compañera de lucha del célebre
defensor de la selva amazónica y de los derechos de los campesinos Chico
Mendes
En 2003, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva la nombró
Ministra del Medio Ambiente. Dimitió en 2008, y en agosto de 2009
abandonó el PT para ingresar en el Partido Verde (PV), por el cual se
convirtió en la primera candidata mujer, de minoría étnica (zambo), y
pentecostal, a la presidencia de Brasil, en las elecciones generales de
2010, en las que consiguió el 19,3% de los votos sobre un pronóstico de 14%.
Una sombra en los lazos con los Castro
El portal Cubaencuentro anticipa que de producirse un triunfo de Silva
en los comicios brasileños de octubre ocurrirán cambios en el vínculo
entre Brasilia y La Habana, que dejaría de tener en la presidenta de
Brasil un aliado incondicional.
Esa web de asuntos cubanos recuerda que "en repetidas ocasiones Silva ha
expresado su desacuerdo con los nexos demasiado estrechos entre Brasil y
Cuba" (…), ha dicho que Brasil debe defender la democracia y los
derechos humanos de una forma más activa en la región, desempeñar un
papel mediador en los conflictos y manifestarse públicamente en favor de
elecciones libres en la Isla, la liberación de los presos políticos y el
fin de la represión".
Aclara Cubaencuentro que estas declaraciones han sido formuladas en años
anteriores, no de cara a un proceso electoral sino como una opinión
sincera de sus convicciones. Pero señala que "en esta mujer, con una
trayectoria personal y política no dada a las concesiones ni al discurso
de ocasión, sus palabras no deben tomarse a la ligera".
Source: La rival de Dilma podría hacer sombra en las relaciones de
Brasil con los Castro -
http://www.martinoticias.com/content/brasil-elecciones-marina-silva-cuba/73826.html
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