Derechos humanos a la medida
Martes, 26 de Marzo de 2013 00:01
Hildebrando Chaviano Montes
Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) Al gobierno cubano no le
servía la Comisión de Derechos Humanos, por lo que junto a otros
regímenes de su misma estirpe, hizo todo lo posible para lograr su
desaparición. Hoy tampoco le conviene el Consejo de Derechos Humanos,
sucesor de aquella y creado para que sirviera sin trabas a gobiernos
como los de Sudán, Corea del Norte, Irán, y demás dictaduras por el estilo.
La representante cubana en Ginebra, frustrada porque siempre se le sale
la oreja peluda al lobo totalitario, arremete contra los disidentes
cubanos, a quienes, para no variar, tilda de "mercenarios" y "agentes" a
quienes "se les paga por promover la política de agresión y bloqueo
contra Cuba" (sic).
Al parecer, esta señora no está al tanto de que la disidencia pacífica
cubana en pleno está en contra de las agresiones contra Cuba, y en su
gran mayoría, no aprueba la política de embargo comercial y financiero
por considerar que no ha servido a los fines de lograr la democracia en
nuestro país y que ya es hora de quitarles el muro al que se recuestan
los gobernantes cubanos para justificar sus crímenes.
El movimiento opositor de la isla promueve los cambios pacíficos y
necesarios con la participación de todos los cubanos sin exclusiones ni
calificaciones peyorativas. La disidencia cubana no es el enemigo: el
enemigo de Cuba es la mentalidad reaccionaria de los dirigentes del
Partido Comunista y su falta de voluntad para acometer los cambios
profundos y trascendentales que exigen los nuevos tiempos.
Si el gobernante Raúl Castro se decidió a maquillar el rostro de la
frustrada revolución cubana no fue por el embargo norteamericano, ni por
la Posición Común europea, sino por la presión ejercida desde dentro por
los hombres y mujeres que a riesgo de sufrir largas condenas de cárcel,
accidentes de tránsito, o el exilio, no han cesado de denunciar los
atropellos, arbitrariedades, errores y horrores que padece el pueblo cubano.
Gracias a los disidentes, esto es, a los que disienten de la opinión
oficial, el mundo conoce que este régimen es una dictadura. Gracias a
los disidentes, el VI Congreso del Partido Comunista admitió que casi
todo lo hecho hasta el momento por el gobierno de Fidel Castro fue mal
concebido y peor realizado, producto de una política basada en los
caprichos de un solo hombre erigido por encima de todos y de todo.
Que no venga la señora embajadora cubana ante el Consejo de Derechos
Humanos de la ONU con la vieja y absurda justificación de que al régimen
cubano no se le puede acusar de cometer violaciones porque hay otros que
también las cometen.
En cuanto a lo de "los cuantiosos salarios" pagados a los disidentes, la
portavoz del gobierno cubano miente con una desfachatez digna del
Ministro de Propaganda e Información del Partido Nacional-Socialista alemán.
Para Cuba actualidad: hchaviano5@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/6910-derechos-humanos-a-la-medida.html
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