Educación
Dogma y libros de textos
Fernando Dámaso | La Habana | 27 Mar 2013 - 8:35 am.
Recorrer los libros de texto utilizados en la enseñanza cubana en este
último medio siglo es realizar un recorrido por el dogmatismo y la
manipulación, en aras de imponer un modelo fracasado.
El sistema educacional cubano, impuesto por el Estado sin tener en
cuenta los deseos y las preferencias ciudadanas, es paternalista y
manipulador con el objetivo de asegurar, mediante la gratitud, el
sometimiento. Comienza desde el círculo infantil y llega hasta la
universidad y, con un alto contenido político e ideológico, trata de
sembrar en los educandos los denominados "valores nacionales y
socialistas", en contraposición a los rechazados "valores ajenos y
capitalistas". Un componente fundamental para lograr estos objetivos, lo
constituyen los libros de texto. En ellos, además del contenido
específico de cada materia docente, se introducen, con carácter
obligatorio para su aprobación, edición y uso, los conceptos políticos e
ideológicos del "modelo". La carga principal aparece en los textos de
lectura y de historia, pero también, de forma menos directa, en los de
otras materias, incluyendo los de matemática.
En los primeros años de la enseñanza, el proceso se realiza de forma
sutil y, al parecer, inofensiva, haciendo hincapié en hechos y
personajes históricos "aprobados", mediante relatos y leyendas
asequibles a las mentes infantiles, centrando la atención en los
principales participantes de las luchas clandestina y armada,
presentándolos como los continuadores de la etapa independentista, los
grandes héroes que pudieron llevarla a término. Esto se amplía con "la
alegría y felicidad desbordantes", entronizadas en nuestros campos y
ciudades por el nuevo régimen establecido, con imágenes de niños y
adultos sonrientes, enarbolando la bandera nacional, como complemento
gráfico de los textos.
En los siguientes años de la enseñanza primaria, la carga política e
ideológica se incrementa, manipulando los hechos y personajes históricos
a conciencia e, inclusive, los descubrimientos e invenciones en el campo
de la ciencia y de la tecnología, ponderando los que corresponden a
ciudadanos y países política e ideológicamente afines, en detrimento de
los que no lo son.
Aquí ya hacen su aparición, aunque aún de forma "light", las figuras de
Marx, Engels y Lenin, vinculándolas a Baliño, Mella, Villena y otros
socialistas cubanos, y se habla del socialismo, tratando de situar a
nuestra principal figura histórica —José Martí— cercana a esta corriente
filosófica, utilizando para ello algunas expresiones y pensamientos
generales sacados de contexto, obviando los que directamente la rechazan.
Proliferan también las alabanzas a los países socialistas y a sus
logros, principalmente a la extinta Unión Soviética, y se les otorga la
condición de "hermanos". El tema latinoamericano se encuentra presente
en las figuras de sus principales próceres, encabezados por Bolívar, y
se promueve ampliamente el antiimperialismo y la crítica al capitalismo.
En la enseñanza secundaria, ya los libros de texto poseen un enfoque
político único, más en la línea "hard", dando por sentado que la única
filosofía y economía válidas son la marxista-leninista, y el mejor
sistema el socialista. Los textos son más trabajados y dogmáticos, y se
da preferencia a las interpretaciones nacionales de los fenómenos
políticos, económicos y sociales, utilizando para ello el pensamiento de
Fidel Castro, el cual se introduce dentro de las diferentes materias
docentes, además de multiplicarse con el estudio obligatorio de sus
discursos e intervenciones.
(Recuerdo un examen de matemáticas de mi hijo donde cada problema
planteado iba acompañado de una consigna política, lo cual generó
comentarios adversos en muchos estudiantes, y en algunos padres al saber
de ello, llegando la dirección de la escuela y sus dirigentes políticos
a defender esta aberración, al pedirse una explicación al respecto. La
única inocente resultó ser la vieja maestra, la cual no tuvo nada que
ver con lo que habían introducido en la hoja del examen.)
En la enseñanza preuniversitaria, hasta hace algún tiempo solo posible
de cursar en centros establecidos en áreas rurales, por el "supuesto
principio martiano" de combinar "el estudio y el trabajo rural", los
libros de texto utilizados responden a la formación del denominado
"hombre nuevo" y, por lo tanto, se cargan de criterios dogmáticos
absurdos, refrendados por los profesores, cuestionados por muchos
estudiantes, quienes establecen comparaciones con las difíciles
condiciones en que viven, separados de sus familiares, amigos, vecinos,
centros culturales, etcétera, y obligados a permanecer en un medio
ajeno, alejados de pueblos y ciudades, durante la mayor parte del
tiempo, bajo un régimen casi militar.
En la enseñanza universitaria, conociendo que es una etapa donde los
adolescentes son difíciles de domesticar y tienen tendencias a
cuestionarlo todo, se trata de imponer el pensamiento dogmático bajo el
principio de que "la universidad es para los revolucionarios",
fomentando un clima de intolerancia política e ideológica. Los libros de
texto responden plenamente a esta concepción, ahora desde supuestas
concepciones modernas, acordes con los nuevos tiempos y los cambios que
se han producido, tanto en la economía como en la política y en la
sociedad. Para ello se utilizan los textos que comparten o son cercanos
a la ideología del "modelo", descartando aquellos que le son críticos o
totalmente descalificativos.
En los últimos tiempos, condicionado por los cambios producidos en el
mundo y en la misma sociedad cubana, muchos libros de texto han sido
revisados y actualizados, eliminando de ellos referencias y ejemplos
obsoletos, así como tratando de cambiarle la envoltura al
marxismo-leninismo por una más atractiva, denominándolo "martiano" y,
últimamente, hasta "bolivariano". Sin embargo, su esencia sigue siendo
la misma.
Recorrer los libros de texto utilizados en la enseñanza en Cuba en este
último medio siglo, es realizar, conjuntamente con un viaje al
conocimiento, un recorrido por el dogmatismo y la manipulación, en aras
de tratar de imponer un "modelo" económico, político y social fracasado.
http://www.diariodecuba.com/cuba/1364369757_2355.html
miércoles, 27 de marzo de 2013
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