Planificación al garete
Martes, Julio 3, 2012 | Por Arnaldo Ramos Lauzurique
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -Según sentenció Raúl Castro, en
su discurso a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 19 de diciembre
de 2010 "…la planificación y no el libre mercado será el rasgo
distintivo de la economía…"
El régimen totalitario cubano persiste en una economía centralizada, y
en esa propia sesión de la Asamblea Nacional quedó establecido que "…,
se mantiene el papel de la planificación, se mantiene el papel del
Estado, se mantiene la empresa estatal socialista y se mantiene el
Estado propietario de los medios de producción fundamentales…"
En la casi totalidad de los países, las decisiones económicas se
resuelven en el mercado, donde los individuos y las empresas adoptan las
principales estrategias, de acuerdo con sus intereses, aunque en
variable medida, según la práctica de cada nación. El Estado juega un
papel importante en la supervisión y regulación del acontecer económico,
pero no lo monopoliza de manera asfixiante.
Las economías centralizadas de la URSS y del este de Europa
desaparecieron, empujadas, entre otros factores, por la ineficiencia del
sistema. En tanto, otros regímenes que aun se llaman socialistas, como
China y Vietnam, han logrado sobrevivir y crecer aplicando ampliamente
la economía de mercado. Solo Cuba y Corea del Norte persisten en ese
modelo fracasado.
Pero el régimen cubano ha ido más allá. Y en lugar de ese sistema
desacreditado, calificado por Fidel Castro -en un desliz durante una
entrevista con el periodista norteamericano Jeffrey Goldberg- como el
modelo cubano "…que no sirve ni para nosotros…"; pretende imponer ahora
un paquete de medidas inoperantes, sin ninguna coherencia.
De lo que en realidad se trata es de una ausencia de modelo. Uno de los
ejemplos más sobresalientes de su vacilante proyección fue el del
llamado proceso de disponibilidad laboral, basado en la enorme
deficiencia de que hay más de un millón y medio de trabajadores
innecesarios en los centros de trabajo estatales. Se estableció que solo
en el primer semestre de 2011, se dejaría disponible medio millón.
Finalmente ese proceso se paralizó. Y año y medio después, continúa
paralizado. En todo el año 2011, la fuerza de trabajo ocupada se
incrementó en más de 15 mil. Y aunque las cifras de trabajadores por
cuenta propia crecieron, de 157,4 a 357,7 miles, en el año 2011, solo
18% de ellos correspondía a trabajadores estatales disponibles
insertados en el sector privado.
Para colmo, se planificó que en 2012 los trabajadores estatales solo
disminuirán en 170 mil, por lo que ese proceso de disponibilidad laboral
continúa alargándose, al tiempo que se mantiene y profundiza la
ineficiencia de ese sector.
Todo esto indica que la planificación de la fuerza de trabajo y los
salarios no existe en Cuba, y que el gobierno no tiene la menor voluntad
de cumplir lo que proclama.
Para el quinquenio 2011-2015, se planificó un crecimiento promedio anual
del Producto Interno Bruto (PIB), de 5,1%. Y ya en sus dos primeros años
se previeron incumplimientos, al fijarse 3,1%, en 2011, y 3,4%, en 2012.
El plan de 2011 tampoco se cumplió, pues solo creció en 2,7%.
En 2011, hubo incumplimientos en importantes producciones agropecuarias,
como carne vacuna y de cerdo, leche, frijoles, maíz, papas, café y
cítricos, lo cual obligó a realizar importaciones adicionales de algunos
de estos productos.
Se incumplió el plan de inversiones, en 26%, y las construcciones, en
12%, así como la terminación de viviendas, las ventas de bienes y
servicios, las producciones y comercialización de materiales de
construcción, de insumos agropecuarios y transportación pública de
pasajeros.
No se alcanzaron los niveles previstos para la sustitución de
importaciones, ni para las exportaciones. Se incumplió el plan de
producción de azúcar. Y disminuyó la liquidez monetaria a niveles que
ahogan la economía, y muy en particular al trabajo independiente.
En ese propio año disminuyó la comercialización física de productos en
los mercados agropecuarios. Y aunque se vendieron 18 000 toneladas
menos, los precios de los productos agrícolas y cárnicos crecieron en 20%.
No se inició la eliminación de gratuidades prevista, y los problemas
sociales se han agudizado. Además, hubo incumplimientos en el transporte
urbano y en la terminación de viviendas. Igualmente se incrementaron los
apagones y continuó el deterioro creciente de los sistemas de salud,
servicios comunales y educación.
En los primeros meses de 2012, la situación ha empeorado. Se
incumplieron los planes de producción de azúcar y de papas. En este
último caso, se obtuvo la producción más baja en 10 años, con niveles
equivalentes a los de 1977.
De igual forma, continuó disminuyendo la producción y comercialización
de materiales de construcción, y aumentó el déficit en la transportación
urbana.
Ciertamente, son años de crisis, que se agudizan en Cuba ante la
situación de incertidumbre en torno a la ayuda venezolana. Y también
ante las deficiencias internas. Por eso constituye una burla al pueblo
elaborar planes que no se han de cumplir, lo cual, al parecer, no es
sino una estrategia del gobierno para ganar tiempo, a la espera quizá de
un milagro que no habrá de a ocurrir.
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martes, 3 de julio de 2012
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