[14-03-2012]
Aimée Cabrera
Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Los trabajadores por cuenta propia se
quejan del burocratismo, de la falta de asesoría, de las multas que les
imponen los inspectores y de lo difícil que es poder conseguir la
materia prima, en algunos casos, y en otros los insumos necesarios para
desempeñarse en esta modalidad laboral.
A tanto disgusto expuesto en las secciones de los principales periódicos
del país, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) se impone el reto de
captar a estos trabajadores. Salvador Valdés Mesa, secretario general de
la central cubana visitó y confraternizó con cuentapropistas de la Feria
Artesanal de Fin de Siglo, una de las tiendas más lujosas de la Habana
en los años 5, que ahora luce en su planta baja venta de ropas, calzado
y artesanía amontonados en un espacio irrespirable y difícil de transitar.
Los inmuebles de La Habana necesitan reparación urgente. Una vía para
que fueran remozados algunos, que hasta han servido como tiendas o
almacenes, y están cerrados o mal utilizados, sería entregárselos a los
trabajadores particulares, con vistas a que tuvieran locales con mejores
condiciones de venta.
En la actualidad cada solar yermo o espacio vacío se transforma en una
feria donde se vende desde una artesanía hasta una ropa o calzado que
nada tienen de artesanales. "Estoy aquí porque no tengo donde estar pero
el sol y la humedad te echan a perder la mercancía, ¡y ni pensar en
cuando empiece la lluvia!"- reconoce una vendedora que muestra sus
productos en un espacio donde hubo antes un edificio de apartamentos en
el Vedado.
"Las ropas me las manda mi hermana que vive fuera. Las vendo un poquito
por debajo de los precios de la tienda porque así vendo más rápido y si
se me estanca algo, se lo doy a alguien para que le saque y me de lo
mío"-dice una vendedora de un portal de Centro Habana. Como ella hay
muchas personas que con, o sin licencia, venden ropas que les envían sus
familiares residentes en otros países.
A esa avalancha de vendedores hay que tratar de tenerlos en un puño y la
mejor manera de controlarlos es persuadirlos para que se afilien a los
sindicatos. En el reportaje del Granma bajo el título de las palabras
dichas por Salvador Valdés Mesa El reto es consolidar la sindicalización
de los trabajadores no estatales de Susana Lee publicado el 24 de
febrero, se exponen criterios sobre el tema.
Jaime Ricardo, quien ejerce la talabartería y Dora Rizo, modista-sastre
representan al comité sindical integrado al Sindicato de la Industria
Ligera. Ellos consideran que son muchos los trabajadores por cuenta
propia que han aceptado la sindicalización, y pagan su cotización y el
Día de la Patria.
La mayoría de estos cuentapropistas se afilian a sindicatos estatales,
sólo en centros como Fin de Siglo, están integrados en ocho comités en
el propio centro de venta.
Es una lástima que Fin de Siglo, un almacén tan grande esté tan
subutilizado. Esta tienda se pudiera reparar, limpiar y pintar completa
porque cuenta con varios pisos de venta que incluían sótano, planta baja
y cuatro pisos más en los que habían cómodos probadores; ahora la parte
que da a Galiano está llena de cosas viejas y rotas y el resto con
entradas por San Rafael y Águila pertenecen a la Feria.
Esa sería una solución para quienes se quejan de no tener probadores,
baños y otras comodidades no sólo para quienes deben permanecer en sus
puestos de trabajo durante una jornada, sino para los clientes que se
sentirían mejor atendidos.
Salvador Valdés Mesa quien coincidió con la periodista Susana Lee en las
visitas a las tiendas donde laboran cuentapropistas comentó que aún hay
incomprensiones y trabas, por eso su acercamiento a estos trabajadores
privados para que acepten al sindicato como su verdadero representante.
"Cuando lo vi (a Valdés Mesa) dejé a mi pareja en el negocio y me perdí
un rato. No lo soporto, trabajé más de 10 años, cumplía con todo,
cotizaba el sindicato y la milicia, hacía las guardias, participaba en
todo hasta que un día me dejaron disponible porque otros llevaban más
años que yo en ese puesto, y me quedé en la calle, menos mal que
encontré esto porque tengo que mantener a mi familia ¡más nunca me meto
en un sindicato, conmigo no cuenten!-asevera un trabajador no estatal.
No obstante, Valdés Mesa subraya que los trabajadores por cuenta propia
en su mayoría, prefieren estar sindicalizados "porque el sindicato los
representa ante el gobierno, el estado y la administración" y añadió
"para nosotros un afiliado es un afiliado, no hay diferencia de si es
estatal o no estatal". Cabe preguntarse si el también miembro del Buró
Político tendrá en cuenta todas las dificultades existentes para
contribuir a su solución
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