Domingo 14 de Marzo de 2010 20:16 Agencias
Guillermo Fariñas ha asegurado que está "un poco estropeado" tras el
segundo colapso que sufrió por la huelga de hambre que comenzó hace 19
días, pero reitera que la reanudará cuando le den de alta y vuelva a su
casa en Santa Clara, informó EFE.
"Me siento un poco estropeado, en general con mucha somnolencia,
decaimiento", afirma desde la sala de cuidados intensivos del hospital
Arnaldo Milián Castro, y agrega que en breve le darán por vía
intravenosa alimentos, además del suero con azúcares que recibe desde el
jueves.
Fariñas, de 48 años, explica que ha sufrido un "colapso venoso" por el
ayuno, lo que ha dificultado colocarle un catéter en la vena subclavia,
pero que finalmente los médicos que le atienden lo lograron.
Fariñas, que ha estado más de 11 años preso y ha protagonizado antes
otras 22 huelgas de hambre, comenzó su último ayuno para pedir a Raúl
Castro, como "gesto humanitario", que excarcele a 26 presos políticos
que, según la oposición, están muy enfermos.
Calificado de "mercenario" y "delincuente común" por el gobierno,
Fariñas se declaró en huelga de hambre y sed cuando agentes de seguridad
le prohibieron hace dos semanas ir al sepelio del opositor Orlando
Zapata, que murió tras un ayuno de 86 días para pedir un mejor trato en
la cárcel.
Desde su ingresó el jueves inconsciente en el hospital de Santa Clara, a
Fariñas le han inyectado sueros con azúcares y electrolitos, y él confía
en que ahora, con alimentación parenteral ampliada, va a subir su
presión, que ha estado muy baja.
Su madre le acompaña las 24 horas
El opositor tiene un acompañante familiar las 24 horas del día y le
permiten recibir visitas, con un cristal por medio, los martes, jueves,
sábados y domingos. Añadió que no ha ido a verle al hospital en estos
días ningún representante del gobierno, sino sólo los médicos que le
atienden y sus familiares.
La madre de Fariñas, la enfermera Alicia Hernández, ha explicado que
tras colocarle el catéter, su médico cree que debe suministrarle otros
nutritivos, además de la dextrosa con electrolitos que recibe desde que
ingresó al hospital.
Agrega que ella está ahora "más tranquila" porque su hijo recibe
"vigilancia médica las 24 horas (...) en una sala de terapia intensiva
donde puede tener la asistencia médica y otros recursos para atenderlo
en cualquier momento".
"Se puede presentar cualquier cosa, porque él sigue en su posición (de
mantener el ayuno), pero algo hemos logrado con tenerlo hospitalizado y
recibiendo un tratamiento", aseguró Hernández.
Afirmó que Fariñas "está consciente, orientado y con vitalidad", aunque
tiene la tensión baja y la salud "deteriorada" por las secuelas de los
22 ayunos anteriores.
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