2010-03-31.
Efrén Fernández Fernández, Preso de Conciencia en Guanajay
(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana. El 22 de marzo del 2010 el
oficialista periódico Granma se refirió a la realización en esta fecha
del día mundial del agua, que fue instituido en el año 1993 por la
Asamblea General de las Naciones Unidas con el propósito de promover en
los habitantes del planeta la importante y necesaria contribución de
conservar y proteger las fuentes del vital líquido.
El gobierno cubano, a través de algunos de sus dirigentes al hablar de
la problemática que enfrentan el medio ambiente ha referido en ocasiones
la angustiosa situación del agua a nivel internacional, exceptuando de
sus comentarios, como es su costumbre, al territorio de su propio país.
Al unísono, los medios de prensa gubernamentales, únicos permitidos en
el país, se hacen eco de algunos artículos de la prensa extranjera que
critica sin obstáculos la difícil situación de tan preciado líquido en
sus respectivo países e incluso más allá de sus fronteras.
Desafortunadamente, el gobierno cubano y sus peones de la prensa
castristas quieren aparentar con su habitual de tergiversación de la
realidad existente en Cuba que las fuentes de agua de nuestro terruño se
conservan tan cristalinas y puras como la del río Éufrates en el otrora
jardín del Edén.
Hasta cuándo estos señores van a omitir el caos de los recursos hídricos
de la isla. Parafraseando a Jesucristo, deberían sacarse el tronco de
secoya de su ojo, pues su silencio e hipocresía ayudan a recrudecer el
estado desfavorable de las fuentes de agua en el país, y el suministro a
la población.
En Cuba, un número considerable de los ríos y riachuelos cuyo curso en
ocasiones es embalsado. Así como otros recursos de la misma naturaleza.
Tiene sus aguas contaminadas estando muchos de ellos mugrientos y
pestilentes.
Esta situación se acrecentó en los últimos años debido a los desagües
domésticos y los industriales que vierten en los caudales grandes
cantidades de desechos entre ellos algunos químicos e incluso tóxicos.
Unida a esta inquietante barbarie se encuentran los innumerables
salideros de agua en la capital del país y otros lugares. Por el mal
estado de las redes hidráulicas que vierten al año millones de metros
cúbicos, derrochando sin misericordia tan preciado liquido.
La prisión de Guanajay, no está exenta de tal monstruosidad, el
despilfarro de agua en este recinto que mantiene en cautiverio alrededor
de 600 hombres rebasa la alarmante cifra de más de 100 millones de
litros de agua al año. Para que tenga una noción de cómo se dilapida
inescrupulosamente tan elevadísima cifra les puedo decir que en los tres
destacamentos ubicados en la planta baja 2, 4, y 6 dónde se encuentran
encarcelados más o menos 255 reos existen 29 celdas de las cuales sólo
computaré 25 por cada una, siendo la suma total de 75 celdas.
En cada celda brota de la pared, dos cm de un tubo de una pulgada de
diámetro que no tienen ningún tipo de llave de paso. El agua la
suministran por esta vía dos veces al día, a la 6 de la mañana y a las 4
de la tarde. Durante dos horas en cada ocasión. En un minuto y 20
segundos se llena una cubeta de 20 litros. Es decir que en dos horas se
llena aproximadamente por cada tubo unos 1920 litros de agua de los
cuales aprovechan en el día alrededor de 60 litros per cápita que los
presos almacenan en las cubetas, pomos y tanques plásticos que sus
familiares les han traído. O sea en un día se desperdicia 279.000 litros
en las referidas celdas.
A esta debacle se suman los más de 5 000 litros de agua mal gastado
diariamente en los tres destacamentos de la planta alta y el tubo de las
celdas de castigo. Así como los miles de litros de agua del salidero
ubicados en el patio frente a la ventana de las celdas donde me tienen
injustamente cautivo, que mantiene un charco donde prolifera los focos
de mosquito.
También incrementa el espeluznante derroche, la cisterna del área
especial que no tiene válvula en la entrada de agua y cuándo se llena
derrama miles litros. En otros lugares de la prisión existen similares
irregularidades.
En la página 5 del citado periódico Granma, reproducen un artículo
fechado en Madrid, el 21 de marzo donde se hace alusión a un dato
difundido por Naciones Unidas sobre el consumo de agua no potable que
causa más víctimas que cualquier forma de violencia.
Es inverosímil que no publiquen cuantas localidades en Cuba no disponen
de agua potable. Una de ella es la prisión de Guanajay. Aquí el agua no
es potable y como relaté anteriormente, los presos deben obtenerla y
almacenarla a través de un tubo que está en la pared. Pero lo más
infrahumano es que dicha cañería se encuentra junto al hueco donde se
orina y defeca.
Cuando llueve el agua viene extremadamente roja uno o dos días después.
Se encuentra saturada de tierra y otras impurezas. Las redes hidráulicas
que presentan muchos salideros están a escasos metros de los averiados
conductos de alcantarillados y las zanjas y fosas desbordadas de las
fétidas e inmundas aguas constituyendo esto un inminente peligro de
contaminación.
Por eso muchos presos padecen varias enfermedades. El artículo de la
página 5 del Granma dice que las Naciones Unidas estiman que 884
millones de personas no tienen acceso al agua potable. Espero que los
cautivos en la prisión de Guanajay estén contemplados en este dato.
El consumo forzoso de agua no potabilizada es un crimen hacia aquellos
que deben beber y utilizar sin otra alternativa un agua inadecuada. El
derroche es un crimen hacia aquellos que en Cuba y el mundo sufren la
escasez y el dolor de la sed. Es sin lugar a duda el asesinato
anticipado del futuro de la humanidad.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=26881
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