2010-03-15.
Elías Amor, Economista ULC
(www.miscelaneasdecuba.net).- Nadie duda que el sector agrícola en Cuba
es uno de los grandes fracasos del modelo económico implantado por la
revolución en 1959. Informaciones procedentes de la Isla, y publicadas
en el diario oficial Granma, apuntan a que este año vuelve a ser
necesaria la supresión de más de 40.000 trabajadores indirectos del
sector agropecuario, a la vez que se ordena el cierre de empresas que
son ineficientes y que suponen un trasvase masivo de recursos del estado
para su mantenimiento.
La crisis estructural de la agricultura cubana arranca de las reformas
introducidas en el régimen de propiedad de la tierra al poco de comenzar
la revolución, con las confiscaciones masivas de las explotaciones que,
antaño, habían situado a la Isla como una de las primeras potencias
mundiales en una amplia rúbrica de producciones.
La supresión de la propiedad privada, y su sometimiento a la explotación
estatal en forma de granjas improductivas e ineficientes, muchas veces
operadas por trabajo obligatorio y forzoso (los que solicitaban salir
del país o las campañas revolucionarias de trabajo "voluntario", por no
mencionar las "escuelas al campo") fue el detonante de un proceso en
espiral en el que la agricultura dejó de ser rentable y, al tiempo,
incapaz de alimentar a todos los cubanos.
CEPAL acaba de publicar datos estadísticos para el período que comienza
en 1961 y termina en 2007 relativos a la producción agrícola, a la
producción de alimentos per cápita y a una serie de productos, no sólo
para Cuba, sino para el conjunto de países de la región. La ventaja de
estos estudios no está sólo en su rigor, sino en la posibilidad de
realizar un contraste al emplear metodologías estadísticas comunes.
Analizando los datos disponibles para Cuba, en el Cuadro 1, se observa
cómo la producción agrícola descendió de forma muy acusada desde 1961
hasta 1964 cuando se registró la acumulación del mayor número de
atropellos contra los campesinos propietarios.
Posteriormente, se produjo una ligera recuperación con oscilaciones en
los índices hasta 1970. El esfuerzo realizado ese año para alcanzar el
reto de los 10 millones, generó profundos efectos negativos y
distorsiones sobre la producción agrícola que se mantuvo con ritmos muy
estables, y sin apenas tendencia al alza, hasta comienzos de los años 80
cuando se inició una recuperación de los niveles que se mantuvo hasta
1993 cuando la caída del muro de Berlín privó de las subvenciones
soviéticas y comenzó el período especial.
Aparecieron entonces años de fuerte ajuste en el sector, y tras una
ligera recuperación hacia 2000-2002, el golpe de gracia definitivo se
produjo con la disparatada eliminación del sector azucarero.
Con ello, se situaron los índices de producción de 2007 a los niveles de
1961, con un ligero aumento de un 3,7% en los 46 años transcurridos. Si
se analiza la evolución del resto de países de América Latina, en
ninguno, se produce este viaje de ida y vuelta, este fracaso absoluto
del modelo productivo, como en la agricultura cubana.
El Informe permite observar cómo la producción de alimentos se encuentra
más afectada, si cabe, por las tendencias del período, de modo que el
índice de 2007 se situaba por debajo del nivel alcanzado en 1961,
reflejando la penuria y escasez que sufre la población de la Isla. Es
decir, en términos porcentuales, en 2007, la producción de alimentos por
habitante en Cuba era un 30,5% inferior a la registrada en 1961, como se
observa en el Cuadro 1.
Cincuenta años más tarde de aquel cambio fatídico de modelo, las
autoridades castristas siguen sin darse cuenta de cuál es el origen real
de los problemas, y creen "que para incrementar la eficiencia y la
producción no se necesita fuerza de trabajo de otros sectores, sino
ajustar nuestros propios mecanismos y transformar la labor de los
agricultores", a la vez que se considera necesario "prescindir de no
menos de 100 empresas que no resultan rentables en la actual coyuntura
económica por la que atraviesa el país", de acuerdo con las
declaraciones realizadas por el ministro del agricultura, Rosales del Toro.
Y yo me pregunto, qué pensarán los guardianes de la revolución cuando,
en el mismo Granma, se ofrece información de las estimaciones de la
Organización Internacional del Azúcar sobre los precios de este producto
en los mercados mundiales que, de acuerdo con todas las previsiones,
consolidan su tendencia al alza iniciada el pasado año y llegarán a los
30 centavos de dólar la libra.
Una situación que responde a la situación actual de déficit de azúcar en
los mercados mundiales que para 2008-2009 alcanzará de 10,4 millones de
toneladas, cerca de dos millones y medio de toneladas más en comparación
con su cálculo precedente.
El azúcar sin refinar, que a comienzos de 2009 alcanzaba unos 12
centavos de dólar por libra en Nueva York, actualmente oscila entre 22 y
24 centavos, aunque hubo instantes en que incursionó los 25 centavos.
Por otra parte, el valor de la tonelada de azúcar refino también
continúa al alza en el mercado de Londres, donde trepó hasta más de 600
dólares el martes último.
Según operadores, estos precios son los más altos en al menos los
últimos 28 años.
Esa etapa podría mantenerse al menos un año más, agregó la entidad, la
cual atribuyó la duplicación del precio del endulzante en lo que va de
2009 a fuertes importaciones realizadas por India. En sus proyecciones
sobre las existencias mundiales de azúcar, la OIA prevé una escasez de
8,4 millones de toneladas para el período 2009/10, desde su pronóstico
anterior de 4,5 a 5 millones de toneladas. El organismo caracterizó la
fase actual del mercado, de significativo exceso de consumo mundial por
sobre la producción, y de una importante reducción en los inventarios y
ajuste en la balanza comercial global.
Con estos datos encima de la mesa, el ministro Rosales del Toro pide
eficiencia y anuncia cierre de empresas, pero el problema más importante
es que Cuba, que en 1961 producía el 27% del azúcar de caña de América
Latina, a una distancia muy pequeña de Brasil que registraba entonces un
29% del total, en 2007, observa cómo la situación se ha invertido en su
perjuicio, al representar solamente el 1,4% del total, mientras que
Brasil alcanzaba el 72,2% del total, según datos de CEPAL.
Los datos se presentan en el Cuadro 1, donde de ser el segundo productor
de azúcar en 1961, Cuba pasa en 2007 al sexto puesto, por debajo de
Guatemala. Conviene recordar, además, que la producción de azúcar en
América Latina en este mismo período ha aumentado en un 370%, y si este
dato se tiene en cuenta, la caída registrada por Cuba, un 80% se ve
mucho más evidente a partir de los datos disponibles. Lo de siempre,
gracias debe dar Lula a Fidel Castro por la herencia que le ha dejado.
Si hay un sector de la economía cubana que necesita cuanto antes el
viraje de 180º hacia los derechos de propiedad privada y el mercado no
es otro que la agricultura. Los resultados de las cooperativas, a pesar
del lastre del estado intervencionista sobre su actividad, ofrecen un
ejemplo de que en Cuba la vía privada no sólo es posible, sino
necesaria. Un rápido plan de devolución de la tierra a los agricultores,
emprendedores, inversores extranjeros que aporten tecnología y
maquinaria, en suma, un cambio radical en vez de los parches inútiles
expuestos por el ministro.
Cuadro 1.-La crisis estructural de la agricultura cubana: principales
magnitudes
Datos expresados en índices según Informe CEPAL media 1999-2001=100
1960
2007 %variación
Producción agrícola 80 83
3,7
Producción de alimentos por habitante 118 82 -30, 5
Producción de caña azúcar 157 34
-78,3
Puesto ocupado por Cuba 2do 6to.
Fuente: CEPAL 2010
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=26395
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