Homenaje a Boitel

Homenaje a Boitel
Martes, Mayo 28, 2013 | Por Gladys Linares

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Hace algunos años que Nicolás
visita, todos los fines de semana, la tumba de su esposa en el
cementerio de Colón. Me ha contado que cerca de allí está enterrado un
joven que falleció en una huelga de hambre. Ha visto cómo el día 25 de
mayo algunas personas van a rendirle homenaje, pero agentes de civil
agresivamente les impiden llegar a la tumba. A pesar de ello, en ciertas
ocasiones ha visto flores allí.

Mi amigo se refiere a Pedro Luis Boitel, quien participó en las luchas
estudiantiles contra Batista, fue miembro del 26 de Julio, y después de
la huelga del 9 de abril de 1958 se asiló en la embajada de Venezuela.

En enero de 1959 regresa a Cuba para continuar sus estudios en la
Universidad de La Habana. Pronto el joven estudiante de la Facultad de
Ingeniería y aspirante a la presidencia de la Federación Estudiantil
Universitaria (FEU) comprende el carácter totalitario del gobierno
castrista, cuando le fue arrebatada dicha presidencia para ubicar en
ella al obediente Rolando Cubela.

Se cuenta en su biografía que la víspera de las elecciones, Fidel Castro
lo mandó a buscar, y en presencia de otros miembros del gobierno, le
ofreció el puesto de Ministro de Comunicaciones, a condición de que
renunciara a su candidatura a la presidencia del Alma Mater, a lo que el
joven se negó.

A raíz de ese incidente crea el Movimiento de Recuperación
Revolucionaria, por lo que es condenado a diez años de prisión. Después
de extinguir esa condena, fue retenido ilegalmente dos años más.

Durante todo ese tiempo se mantuvo firme, denunciando la triste
situación de las prisiones en Cuba, y como protesta hizo varias huelgas
de hambre. La última la inició el 1º de abril de 1972, y terminó con su
muerte el 25 de mayo. Según han contado algunos presos que estuvieron a
su lado, durante esos días no recibió asistencia médica.

Para su madre, Clara Abraham, fueron días difíciles. Desesperada,
escribió a distintos jefes de Estado, entre ellos al Santo Padre Pablo
VI, suplicándoles que intercedieran por su hijo para que Fidel Castro lo
pusiera en libertad, pues llevaba dos años ilegalmente preso.

Pedro Luis Boitel es un mártir cubano de la democracia, cuya historia no
ha muerto a pesar del silencio cómplice que contagió a los medios
después de 1959.

La prensa cubana también guardó silencio durante la huelga fatal de
ochenta y tres días de Orlando Zapata Tamayo. Sin embargo, refleja en
grandes titulares la situación de los prisioneros de otros gobiernos
-especialmente el norteamericano- como los de la base naval de Guantánamo.

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