martes, 11 de septiembre de 2012

Makarovs en las calles y explosivos en las tiendas

Makarovs en las calles y explosivos en las tiendas

La población ha vivido apaciguada, dentro de un constante atropello.
Como era de esperar, se infestaron. Hoy, la violencia como el béisbol
forman parte de la identidad nacional.
Juan Juan Almeida
septiembre 10, 2012

Sabemos que la sociedad cubana transita, sin saber hasta cuándo, por un
peligroso deterioro. Los responsables de hacer, y los expertos en
política, se empeñan en crear un mundo de falacias sin mirar a su
alrededor. Tanto poder los premió con el delirio, y con la terrible
virtud de saber esconder sus temores tras un nimbo de coacción.

Televisar fusilamientos, ordenar actos de repudio, usar la violencia
física contra personas inocentes que solo cometen la "infracción" de
pensar o actuar diferente a los cánones impuestos, agredir con alevosía
a mujeres que como arma solo empuñan gladiolos…son, entre otras las
inimitables soluciones que utiliza el gobierno de Cuba para borrar por
la fuerza la creciente antipatía.

Muchos años de desafuero, han dejado una marcada huella social. Así como
se puede predecir el resultado de un experimento determinista; igual
podemos presagiar el comportamiento humano, en situaciones límites.

La población ha vivido apaciguada, dentro de un constante atropello.
Como era de esperar, se infestaron. Hoy, la violencia como el béisbol
forman parte de la identidad nacional.

Hace un tiempo, una muchacha de 19 años, maestra emergente en una
escuela primaria del capitalino Vedado, novia de un conocido pelotero
del equipo Metropolitano; fue asaltada en Guanabacoa. La joven fue
asesinada; el móvil, una cadena goldfield. El arma que acabó con su
vida, no salió de una fábrica clandestina de fusiles artesanales, sino
de un contenedor robado que a estas alturas no se ha encontrado.

Las pandillas han cogido las calles y se van poniendo de moda. Amanda,
la hija de un amigo mío también fue víctima de un asalto, los
delincuentes usaron una pistola Makarov (el arma auxiliar militar
estándar del ejército cubano).

La mañana del pasado jueves 6 de septiembre, se recibió una llamada
telefónica de "explosivo" en las tiendas de divisa "La Sortija" y "La
Isla de Cuba" ubicadas en el municipio Habana Vieja. Al día siguiente,
7, y sin que aun hayan sido aclaradas las causas, un incendio de
proporciones acabó con un almacén de municiones en un lugar conocido por
Plan Mango, allá en Cienfuegos.

Casualidad, coincidencia. Según algunos psicólogos, los factores de
riesgo violento, en una comunidad o ambiente, son: "Privación
económica", "Desorganización en la comunidad y poco apego al vecindario"
(todos se quieren largar), "Acceso a pistolas u otras armas", "Historial
de destrucción de propiedad o vandalismo" (eso es La Revolución), y
"Pocas actividades para los jóvenes en la comunidad". (Irrespeto por el
futuro).

Todas estas condiciones están presentes en la Cuba actual. No es mi
estilo ni me interesa hacer apología al delito y a la desobediencia,
mucho menos incitar y estimular la ferocidad. Si quiero llamar la
atención sobre un problema que se fue de medida y ha sobrepasado el
tope, algo que pesa más que el suministro del petróleo de Hugo Chávez.

La violencia genera violencia, exacerba el odio y recrudece el arrebato.
No debemos olvidar que Fe, Tolerancia y Racionalidad, es lo que nos
separa del resto de los animales, y de nuestro primo El Neandertal.

http://www.martinoticias.com/content/article/14506.html

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