miércoles, 26 de septiembre de 2012

La prensa cubana y la nueva yihad del odio

La prensa cubana y la nueva yihad del odio
Miércoles, Septiembre 26, 2012 | Por Roberto Jesús Quiñones Haces

GUANTÁNAMO, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Pocas horas después de
los sucesos del 11 de septiembre de 2001, cuando un grupo de musulmanes
secuestró varios aviones y derribó las Torres Gemelas, el gobierno
cubano, entonces presidido por Fidel Castro, denunció el hecho, pero
casi inmediatamente, su prensa comenzó a publicar artículos que
trataban de justificar lo ocurrido con la presunta agresividad
norteamericana en contra de los países musulmanes.

A estos artículos se sumaron otros criticando las medidas de seguridad
dispuestas por el gobierno del presidente George W. Bush, en su conocida
Ley Patriótica. Luego siguieron varios artículos que propalaron
reiteradamente, como una verdad incontrastable, la tesis de la
conspiración gubernamental, enarbolada por no pocos interesados en hacer
creer que fue el gobierno del presidente Bush el autor de tan alevoso
crimen.

A partir de la divulgación en Internet, el pasado once de septiembre, de
un filme titulado ¨La inocencia de los musulmanes ¨, que altas figuras
de la política internacional han calificado como ofensivo para los
practicantes del Islam, la reacción desmesurada de la facción
fundamentalista de esos creyentes no se ha hecho esperar.

No es nada nuevo. Por ello no deja de sorprender que en un artículo
publicado en el periódico Granma, el pasado18 de septiembre , el
periodista Elson Concepción Pérez sostenga que el filme mencionado ¨es
la causa de las manifestaciones que se producen contra embajadas
norteamericanas en Libia, Egipto, Yemen, Iraq, otros países árabes que
ya suman 32 y otras regiones del mundo¨. También escribió: ¨ Estados
Unidos envía fuerzas navales, aéreas y terrestres para calmar las
ansias de venganza de un mundo ofendido y humillado, donde algunos de
sus hijos usan la violencia como respuesta a la profanación ¨.

El periodista asegura que dicho filme es la causa de la violencia contra
las embajadas y misiones norteamericanas. Sin embargo, basta un breve
repaso a las noticias de este mes para desmentirlo:

El día tres de septiembre, ocho días antes de la divulgación del filme,
se realizó un atentado suicida con un coche bomba contra el Consulado
norteamericano en Peshawar, Paquistán. Este atentado, el cuarto desde
2010, provocó al menos cuatro muertos y varios heridos, incluidos dos
funcionarios norteamericanos.

La prensa cubana afirma que esos actos terroristas son una respuesta a
los ataques que los drones norteños lanzan contra zonas situadas en la
frontera entre Paquistán y Afganistán, pero nada revela acerca de la
responsabilidad del gobierno paquistaní, el cual ha mostrado una total
negligencia en cuanto al control de su frontera y una permisividad
extrema para con las bandas terroristas que allí operan, lo cual ha
obligado al gobierno norteamericano y a la coalición de la ONU a
realizar numerosas acciones combativas en esa zona.

El diez de septiembre, 62 iraquíes fueron muertos y 217 resultaron
heridos debido a una serie de 10 atentados realizados en Irak. Una de
las bombas explotó frente a un edificio consular francés. En Dujail, a
unos 50 kilómetros de Bagdad, hombres armados y un suicida atacaron una
base militar, mataron a once soldados e hirieron a siete. Los autores
fueron milicianos islamistas, una rama del grupo terrorista Al Qaeda y
ex miembros del partido Baath, del dictador Saddam Hussein. Otro
vehículo explotó cerca de una mezquita chií en la zona de Ali Al Sharqui
y cuando llegó la policía hicieron explotar un segundo vehículo.

Objetivo de estas acciones: avivar las tensiones religiosas y políticas
e impedir que la paz y la democracia den sus frutos. ¿Quiénes las
protagonizan? Precisamente aquéllos que odian la libertad de la sociedad
y los seres humanos y desean entronizarse en el poder para imponer
únicamente sus puntos de vista y su visión fundamentalista del Islam,
como ya ocurrió con los talibanes en Afganistán.

Tampoco es cierto, como tendenciosamente afirma el periodista de Granma,
que el uso de la violencia por algunos sea en respuesta a la
profanación. Si algo resulta consustancial a ese mundo y específicamente
a esos fundamentalistas es su apego a la violencia como vía para
resolver todo tipo de problemas.

Todavía, en el segundo decenio del siglo XXI, en muchos países
musulmanes se siguen aplicando sanciones y cometiendo actos que no
guardan la más mínima relación con el respeto a la dignidad de los seres
humanos. Casos muy conocidos resultan los de las mujeres, los
homosexuales, o la situación de las reducidas poblaciones cristianas en
esos países, sometidas a todo tipo de atropellos y vejámenes, así como
los casos de musulmanes que deciden convertirse a la fe cristiana.

Si injustificada resulta la elaboración de un filme cuyo objetivo es
profanar una religión, mucho más lo es la violencia ejecutada por los
musulmanes con posterioridad al once de septiembre de 2012.

La única respuesta del gobierno cubano a tan deleznables hechos ha sido
una escueta declaración de la Directora del Departamento Estados Unidos
de América, del MINREX, publicada el 12 de septiembre, en la cual se
condena el ataque a la Oficina diplomática norteamericana en Benghazi,
donde murió el embajador Christopher Stevens.

En medio de esta ola desmesurada de violencia, el sábado 22 de
septiembre, el noticiero nacional de la televisión cubana transmitió una
noticia en la cual aparecían varios musulmanes quejándose porque las
autoridades francesas no les habían permitido protestar públicamente. En
la pantalla estaban los rostros contrariados de quienes, a pesar de
haber nacido en Europa, no se consideran europeos y declaran que su
misión principal en el viejo continente es establecer a como dé lugar el
Islam, imponiendo la secuela de violencia y extremismo que proclaman los
fundamentalistas.

No puede haber tolerancia ni permisividad para con aquéllos que,
amparándose en una religión, proclaman la violencia como única
alternativa. No olvidemos que hace unos tres años, cuando, en un diario
danés, se publicaron unas caricaturas que tenían por centro a Mahoma,
la reacción fue similar.

La permisiva Europa accedió incluso a que los musulmanes se expresaran
públicamente en las principales ciudades del continente y varias
embajadas occidentales fueron atacadas por los santos musulmanes de la
reiterada yihad del odio.

En una de esas demostraciones, la realizada en Londres, algunas de las
pancartas enarboladas por los islamistas decían cosas como éstas: ¨
Decapitad a los que insultan al Islam ¨, ¨ Europa es el cáncer y la
respuesta es el Islam. Exterminar a los que van contra el Islam ¨ ; ¨ Al
infierno con la libertad ¨ ; ¨ Europa, pagarás, tu once de septiembre
está en camino ¨ y ¨ Prepárate para el verdadero holocausto¨.

Ni la prensa ni la televisión inglesa publicaron las fotos para no
ofender a nadie, lo cual se explica por la cantidad de musulmanes que
viven en Europa. Recibí esas imágenes vía Internet y entendí la magnitud
del problema y la posición inglesa, pero jamás la de la prensa cubana,
tan propicia a abordar las acciones violentas de los israelíes y tan
remisa a publicar la verdad proveniente del lado de sus acólitos musulmanes.

http://www.cubanet.org/articulos/la-prensa-cubana-y-la-nueva-yihad-del-odio/

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