domingo, 1 de julio de 2012

La Cabaña, lágrimas y muerte

Publicado el domingo, 07.01.12

La Cabaña, lágrimas y muerte
Ileana Arango Puig

Como mujer cubana, he leído, oído y comentado sobre los abusos a las
Damas de Blanco, sobre los viajes a Cuba, sobre los que han dado
conferencias en EEUU o en Cuba, sobre la posibilidad de invertir en ésta
última, sobre el incremento de detenciones a los disidentes. ¿Por qué
escribo ahora sobre la fortaleza de La Cabaña, en La Habana? Porque un
artículo sobre la XI Bienal de La Habana que leí hace poco decía: "En
las plazas, calles, fosas y bóvedas de La Cabaña podemos apreciar esta
selección de arte…."

La Cabaña representa para un número incalculable de cubanos tristeza,
separación de los seres queridos, lágrimas, meses y años de cautiverio,
celdas hacinadas, carentes de toda higiene, calor sofocante, requisas,
vejaciones, golpizas, bayonetazos, huelgas de hambre, muerte, un último
abrazo, fusilamientos, una última exhalación de "Viva Cristo Rey", "Viva
Cuba Libre". La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.

La Cabaña: Familiares –hombres, mujeres, ancianos, ancianas, jóvenes y
niños– en el parque al pie de la Fortaleza de la Cabaña, bajo la
inclemencia del tiempo –sol, frío, lluvia– esperando oír el nombre del
familiar. Subir el empinado camino hacia la cárcel, pasando frente al
paredón de fusilamiento, larga espera en fila para la vejaminosa requisa
personal. Se cruza la reja y finalmente el abrazo y el beso al ser
querido, cinco minutes o una hora, no importaba. Pero para muchos
familiares significaba llegar a la reja y oír de una manera fría,
burlona y despiadada que su familiar había sido fusilado la noche
anterior. La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.

La Cabaña: Juicios que eran una farsa, presididos por hombres carentes
de escrúpulos, disfrutando del dolor de todos los presentes, presos y
familiares; las sentencias ya impuestas de antemano; donde a los
abogados de la defensa se les negaba ejercer su profesión y eran objetos
de burla. Sentencia: fusilamiento, 30 años, 20 años, 15 años, 10 años.
La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.

La Cabaña: días de Playa Girón. Cuba está de luto, Cuba está empapada en
sangre, Cuba de Oriente a Occidente envuelta en fusilamientos. En La
Cabaña, todos los días los vivos se despedían de sus hermanos de lucha
sentenciados a ser fusilados; los vivos en sus celdas, silencio, rezos,
lágrimas, los sentenciados a muerte caminaban encadenados a su encuentro
con Dios sin despedirse de sus seres queridos, sin dar un último beso a
sus padres, esposas, hijos, "Viva Cristo Rey", "Viva Cuba Libre", el
tiro de gracia… La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.

Yo viví todo esto. Visité innumerables veces esta horrible prisión
política, estuve presente en varios juicios políticos, los de mi hermano
Eduardo Arango, mi esposo Ramón "Rino" Puig, y el de mi hermana Ofelia
Arango y mi cuñado Manuel "Ñongo" Puig (éramos dos hermanas casadas con
dos hermanos). Este último se llevó a cabo el 19 de abril de 1961 en La
Cabaña. Comenzó a las 9:00 a.m. y terminó a las 9:00 p.m. Ocho fueron
sentenciados a muerte y ocho fueron fusilados, entre ellos mi cuñado, en
la madrugada del 20 de abril de 1961 en los fosos de La Cabaña –sede de
la exhibición de arte–. Viva Cristo Rey", "Viva Cuba Libre"... tiro de
gracia… sangre… silencio. La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.

En La Cabaña estuvieron presos o murieron hombres con coraje, hombres de
principios, hombres que no se doblegaron, hombres que quisieron y
quieren a su patria, hombres que lo dieron todo por nosotros.

La Cabaña, ¿arte? No. Lágrimas y muerte.

Vicepresidenta de M.A.R. por Cuba

http://www.elnuevoherald.com/2012/07/01/1240788/ileana-arango-puig-la-cabana-lagrimas.html

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