MICHEL D. SUÁREZ, periodista y escritor cubano | MADRID
Actualizado Martes , 02-03-10 a las 20 : 08
La más reciente perversión del régimen cubano muestra una brevísima
conversación -en un cuarto de hospital, y obtenida con cámara oculta-,
entre la madre del fallecido preso político Orlando Zapata Tamayo y los
médicos que le atendían.
En el vídeo, Reina Tamayo Danger, como no podía ser de otro modo,
agradece a los médicos -no al gobierno- que intentan salvar la vida de
su hijo. Y, en una esquina de la consulta, la cámara oculta, instalada
por la policía política, cumple a cabalidad su tarea. El gobierno de
Cuba es manifiestamente videoadicto. Ya se sabe que artistas,
escritores, políticos y gente común forman parte de una de las más
grandes filmotecas ilegales del mundo, de una especie de feria de las
intimidades que el castrismo utiliza según le convenga.
Por si fuera poco, el régimen salpica el reportaje televisivo con varias
llamadas telefónicas interceptadas por la policía. Todas fragmentarias,
fuera de contexto, y lógicamente manipuladas para surtir su "efecto",
sin que los implicados contasen con el derecho constitucional a la
defensa, a la réplica.
Los "objetivos cubanos" del método más amado de la telebasura mundial
(la cámara oculta), son básicamente dos. En primer lugar, recordar a los
habitantes de la Isla que el Estado policial sigue en pie y el Gran
Hermano les vigila. Dichas imágenes buscan intimidar al cautivo
telespectador cubano (todos creen que tienen el teléfono pinchado y que
les vigilan, aunque sea técnicamente imposible). La segunda causa es de
tipo higiénica: el régimen intenta un lavado de cara ante una comunidad
internacional que ha actuado tarde, pero de forma crítica, frente al
escandaloso caso de Zapata.
Al menos en Europa, el método castrista resulta contraproducente y
revelador de la esencia totalitaria del régimen. El reportaje de la
televisión cubana se veía en España el mismo día en que un tribunal de
Alemania declaraba "anticonstitucional y nula" la ley de almacenamiento
de datos de telecomunicaciones para la persecución de delitos y la
prevención de actos terroristas. Es improbable que el régimen de La
Habana logre convencer a Europa con información obtenida de forma
descaradamente ilegal.
Esto, además del gol en puerta propia que representa querer mostrar a
Zapata como un vulgar criminal que merece la muerte. Es decir: como
supuestamente era un reo común, todo vale para el gobierno cubano,
incluyendo las marcas de tortura que Reina Tamayo observó en la espalda
de Zapata, cuando le entregaron el cadáver.
¿Hasta qué punto ha calado el hecho isla adentro? ¿Por qué la televisión
oficial se ha visto obligada a dedicar diez minutos al tema?
En Cuba, el control de la información sigue ejecutándose con severidad,
pero cada vez con mayores hendijas. La insuficiente internet llega a
algunos gatekeeper, y estos vuelcan lo que leen a Radio Patio, que es
pródiga e indetenible. Los teléfonos móviles, aunque escasos, suponen un
reto para el gobierno, porque desde ellos se puede incluso llegar a
Twitter. Y todo esto, marcado por la histórica cobertura que ha brindado
la acosada emisora norteamericana que emite hacia Cuba (Radio Martí),
que con tres móviles en manos de ciudadanos anónimos describió en
directo el funeral de Zapata Tamayo por las calles del pueblo de Banes.
Telebasura castrista - Internacional_Iberoamerica - Internacional -
ABC.es (2 March 2010)
http://www.abc.es/20100302/internacional-iberoamerica/telebasura-castrista-201003021904.html
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