2010-03-11.
Elías Amor, Economista ULC
(www.miscelaneasdecuba.net).- Cuando la propaganda castrista habla del
bloqueo, y lo culpa del estado de postración de la economía cubana y de
sus graves problemas, miente.
Y lo hace con mala intención, ya que, de este modo, combina los ataques
al eterno enemigo del Norte, al que simplemente culpa de todos los males
presentes, pasados y futuros, con la estrategia de lanzar balones fuera,
y jugar al despiste, para evitar cualquier acusación directa de
incompetencia e ineficiencia a un modelo de organización económica y
política que ha sido un fracaso histórico.
Como me decía, días atrás, una buena amiga, "por suerte los ojos de los
cubanos se van abriendo poco a poco a las evidencias, tanto internas
como externas".
Las últimas son más fáciles de percibir, tal vez porque la sociedad de
la información, internet y sus consecuencias en términos de
comunicación, harán inviable al régimen cualquier bloqueo de sus puertas
en el curso de los próximos meses o años. Fidel Castro ha perdido la
batalla de internet y lo sabe. Las evidencias internas hay que
denunciarlas cada vez que se producen, siendo conveniente proponer
ejemplos para que la sociedad sepa de qué estamos hablando.
Nos llegan informaciones de Cuba del bajo rendimiento registrado en la
molienda de azúcar en la temporada de este año 2010, como consecuencia
de los "desperfectos mecánicos provocados por los límites de capacidad
de los ingenios", así es como el diario oficial Granma presenta las
evidencias.
Casi el 20% del tiempo estimado de producción se pierde como
consecuencia de "roturas e interrupciones operativas". A ello se hace
preciso añadir, según fuentes del sector, un 11% de inactividad por la
"falta de materia prima" debido a las lluvias y al hecho de que cada vez
se produce menos, desde que Fidel Castro ordenase en 2002 la
reconversión del sector, en una de las medidas más controvertidas que se
recuerdan en los 50 años de dictadura comunista. En suma, casi el 30%
del tiempo de producción perdido en la zafra cubana.
La campaña azucarera, cosecha y producción, se extienden en Cuba de
enero a abril, aunque algunos ingenios se encuentran en producción ya en
los meses de diciembre y mayo. Desde los orígenes de la industria, bien
delimitados por Moreno Fraginals en su obra "El Ingenio", la producción
se debe mantener de forma continua, porque las pérdidas de tiempo, o las
interrupciones, tienen consecuencias negativas para el sector.
El gobierno, que ha estado realizando inversiones en los últimos años,
según Granma, para paliar las deficiencias técnicas observadas en los
remolques o medios de transporte, se emplea a fondo en el control de
estas ineficiencias productivas, y así, el Ministerio del Azúcar, máximo
responsable de estas tareas, identificó 18 centrales azucareras como el
origen de las deficiencias tecnológicas, culpando a la dirección de las
mismas de falta de planificación y de organización. Lo que no deja de
ser contraproducente que ocurra en una economía en la que todo se
encuentra planificado e intervenido.
En cualquier caso, el mes de marzo, en el que se concentra la mayor
parte de la actividad azucarera, presenta este año retrasos muy
importantes que ponen en peligro los objetivos productivos. Para
desmontar los atrasos y cumplir el plan, los burócratas del gobierno
exigen a las centrales con más problemas que erradiquen sus
deficiencias, sin más.
Detrás de todo este esfuerzo, la realidad es que la otrora primera
potencia mundial en producción de azúcar, que soñó con la cosecha de
diez millones de toneladas a finales de los años 60, tan sólo va a
producir este año poco más de 1,4 millones de toneladas, una cifra
similar a la de los dos años anteriores, y que se sitúa por debajo de
los niveles alcanzados en la etapa colonial.
Una cifra que, peligrosamente, se acerca a los niveles de consumo de la
población de la Isla, establecidos en 700.000 toneladas por las
autoridades, si bien es preciso destacar que estos niveles se establecen
en base a las dietas de consumo planificadas a la población dentro del
modelo de racionamiento, que no se corresponden con la realidad del
mercado en otros países.
Si por ejemplo, se aplicasen los porcentajes medios de consumo de azúcar
en Europa, la cifra total se iría por encima de las 950.000 toneladas.
Las restricciones del gobierno al consumo del principal producto del
país aparecen como un freno más a sus posibilidades de mejoría interna.
Y aquí no hay bloqueo que valga.
Detrás del cierre fatal de centrales azucareras y la reducción de
superficie cultivada de caña, se encuentra ocho años más tarde, el
marabú que invade la fértil tierra cubana, y la necesidad urgente de
entregar las mismas a los agricultores para que las cultiven.
Se han perdido los 4.000 millones de dólares que permitían a la economía
cubana obtener financiación en los mercados mundiales gracias a la
prefinanciación de la cosecha, y con ello, un importante volumen de
empleo, cualificación y tradición histórica y cultural del país que se
remonta a sus orígenes.
Y además, con el precio del azúcar en los mercados internacionales
durante los últimos meses alcanzando sus valores máximos del siglo. Nos
tendremos que preguntar quién estará ganando con el azúcar cubano.
Acaso, ¿no será Lula da Silva?
MÁS EJEMPLOS DEL "BLOQUEO" - Misceláneas de Cuba (11 March 2010)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=26250
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