lunes, 15 de marzo de 2010

La trágica situación de la población penal cubana

La trágica situación de la población penal cubana
Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - Para encubrir el desastre
nacional provocado por 51 años de totalitarismo, las autoridades cubanas
divulgan profusamente los problemas existentes en otros países, como si
las desgracias ajenas pudieran ser un remedio para las inmensas
penalidades internas. Así, mientras en todos los aspectos materiales y
morales Cuba se desmorona, la propaganda oficial continúa una incesante
búsqueda de males en otras partes del mundo para tratar de justificar lo
injustificable.

Con la cruel muerte de Orlando Zapata Tamayo por una huelga de hambre
de 86 días, en protesta por los maltratos sufridos en las cárceles
cubanas, y el no reconocimiento a su condición de prisionero de
conciencia, los controlados órganos mediáticos se han lanzado a una
exagerada divulgación de problemas existentes en otras latitudes.
Apoyándose en las estadísticas oficiales de Estados Unidos y países de
la Unión Europea sobre las dimensiones y las características de la
población penal en esas naciones, tratan de manipular a la desinformada
opinión pública cubana.

Cuba no tenía altos niveles de delincuencia hasta 1959, por lo que no
abundaban los centros penitenciarios. Desde entonces, se ha transformado
en una gran cárcel, con establecimientos penales distribuidos por todo
el territorio nacional. Ninguna de las actuales 14 provincias carece de
centros de reclusión de alta severidad, al mismo tiempo que hay cientos
de establecimientos con diversos grados de rigor, incluyendo campamentos
de "reeducación" para hombres y mujeres.

Se ha creado un gigantesco sistema penitenciario donde cientos de miles
de personas están hacinadas al punto de no existir suficientes camas, y
muchos presos tienen que dormir en el suelo, en condiciones higiénicas
precarias, con aguas contaminadas, mala alimentación y atención médica
insuficiente, a lo cual se agregan malos tratos y constantes
humillaciones a los reclusos. Según el Informe sobre Desarrollo Humano
(IDH) 2007-2008 de la ONU, Cuba tenía 487 presos por cada100 mil
habitantes en 2007, el sexto lugar a nivel mundial. The Economist, en su
Pocket Book 2010 estima 531 reclusos por 100 mil habitantes, para el
cuarto lugar en el planeta; sólo superado en este triste indicador por
Estados Unidos (760), Rwanda (631) y Rusia (626). La Comisión Nacional
de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que desde hace muchos
años monitorea las condiciones en las cárceles de Cuba, entre diferentes
cuestiones relacionadas con la violación de los derechos humanos en la
Isla, estima que existen alrededor de 800 presos por 100 mil, indicador
que de ser exacto, significaría que la mayor de las Antillas tiene el
nefasto privilegio de tener el primer lugar mundial.

Las causas de este desolador panorama están en la crisis económica,
social y política presente desde hace decenios. Resulta una consecuencia
directa de que muchos ciudadanos son empujados al delito por un sistema
que no permite ganarse la vida honestamente, y un injusto ordenamiento
jurídico que entre otras aberraciones tiene la Ley de Peligrosidad, con
penas hasta de 4 años, con la cual se puede condenar a prisión sin
pruebas, sólo por la suposición de que pueda cometerse un delito.

El Presidente Raúl Castro, en el discurso del 26 de julio de 2007,
reconoció que los salarios no alcanzan para vivir. Al mismo tiempo,
hasta ahora se ha restringido el trabajo por cuenta propia y prohibido
las pequeñas y medianas empresas y otras formas de iniciativa privada.
De ahí que el robo y la corrupción sean inmensos, en especial la
sustracción de los bienes del Estado que controla y posee todo, a lo que
coadyuva el enorme descontrol existente. Más del 50,0% de las empresas
tienen contabilidad no confiable, según reportes oficiales. La
Contraloría de la República ha reconocido que estudios realizados en
2009 clasificaron como deficiente y mal a cerca del 40,0% de las
entidades visitadas, y con serias dificultades el 47,0%. Los ínfimos
salarios y el descontrol propician la comisión de delitos, dentro de un
marco de creciente frustración causado por las promesas de cambios
incumplidas.

La población penal proviene predominantemente de los estratos más
desvalidos de la sociedad. Aunque el gobierno no da información, quienes
hemos pasado por las prisiones sabemos que más del 80,0% son negros,
mestizos y jóvenes; la mayoría procedentes de las zonas orientales, las
más atenazadas por la miseria. En las cárceles impera la violencia y son
frecuentes los asesinatos y los suicidios de personas desesperadas o
desequilibradas por años de vida en estos infiernos.

Cuando el proceso de democratización llegue, se deberá modificar el
draconiano Código Penal vigente y eliminar leyes injustas como la de
Peligrosidad, así como revisar condenas irracionales, como la de más de
20 años por sacrificio ilegal de ganado.
Ciertamente, miles de personas hoy en prisión, no lo estarían si en
Cuba existieran oportunidades para vivir honestamente del trabajo. El
gobierno debería corregir el estado calamitoso de la sociedad cubana
antes de referirse a los problemas existentes en otros países.

http://www.cubanet.org/CNews/y2010/marzo2010/15_C_1.html

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