Publicado el 03-13-2010
Fariñas sigue desafiando al régimen de Castro con el cual su madre simpatiza
Por Rigoberto Díaz
SANTA CLARA (AFP) -
Recostando en un sofá su delgado y deshidratado cuerpo, el opositor
cubano Guillermo Fariñas asegura que seguirá hasta la muerte una huelga
de hambre y sed que cumple medio mes y desafía a una revolución que
defendió en el pasado y con la que su madre sigue simpatizando.
"No apoyo esta huelga ni comparto la ideología de mi hijo", dice su
madre Alicia Hernández, una enfermera jubilada de 75 años, que curó
heridos en la batalla de Santa Clara, dirigida por Ernesto Che Guevara
en 1958 y también durante la invasión de Bahía de Cochinos, en 1961.
Fariñas fue acusado públicamente por las autoridades de "agente de
Estados Unidos", "contrarrevolucionario" y antisocial "violento", los
más fuertes calificativos políticos en la isla, fue ingresado a un
hospital este jueves por sufrir un nuevo shock hipoglucémico.
De baja estatura, la mujer mulata de piel y blanca en canas se lamenta
de no haber podido "convencer" a Fariñas para que deponga su protesta.
"Pero no lo podemos dejar abandonado", aclaró con firmeza y dolor.
Jadeante, de hablar lento, pero coherente, Fariñas recibe en su casa de
Santa Clara (280 km el este de La Habana) a periodistas, diplomáticos y
compañeros de causa opositora, y rechaza deponer la protesta, lo que han
pedido su esposa -también periodista opositora- y su hija de 8 años.
Desde que inició la protesta el 24 de febrero --tras la muerte del preso
político Orlando Zapata luego de una huelga de hambre--, Fariñas se ha
debilitado visiblemente.
El opositor -periodista y sicólogo de 48 años- mide 1,83 metros, pesaba
71 kg y ahora pesa 58.
"Le estamos pidiendo (al gobierno) un gesto de buena voluntad hacia 26
presos políticos que se están muriendo en las prisiones", declaró al
explicar los motivos de su protesta a la AFP.
Ex militar de tropas de élite, herido en la guerra de Angola en los años
80 y militante de la Unión de Jóvenes Comunistas, Fariñas fue un
partidario radical de Castro hasta los 90, cuando se distanció hasta
llegar a la disidencia.
"No estamos pidiendo que Raúl Castro entregue el poder", añadió, en la
pequeña sala de su casa en el barrio humilde "La Pastora".
Según el diario oficial Granma, Fariñas "transita de una posición afín a
la revolución a una conducta antisocial".
El médico opositor Ismel Iglesias, quien lo examina a intervalos,
advierte que "por su avanzado deterioro físico" el shock hipoglucémico
que le produjo un desmayo hace ocho días "podría sobrevenir en cualquier
momento".
Y tal como predijo Iglesias, Fariñas sufrió otro shock este jueves que
lo depositó en un hospital de Santa Clara. Su madre dijo que se
encuentra "estable" pero en terapia intensiva.
Fariñas mostró a la AFP cicatrices de bala en su espalda y una pierna,
heridas que sufrió en Angola, desde donde fue enviado a la Unión
Soviética a un curso de paracaidismo militar. Tras un accidente en la
URSS, fue licenciado y comenzó a estudiar sicología.
Sostiene que sus conocimientos de supervivencia le ayudan a mantenerse
sereno durante las prolongadas huelgas de hambre que realiza -esta es la
número 23-.
Los presentes en la casa advierten que una cámara de video colgada de un
poste eléctrico a unos 80 metros parece grabar cada movimiento de
entrada y salida.
En Santa Clara, una ciudad de 280.000 habitantes, muchos saben de la
huelga de Fariñas, pero pocos opinan.
"Un muchacho muy correcto, buen vecino. ¡Dios quiera no muera!", dijo
María Julia Fleitas, de 86 años y quien lo conoce "desde muy pequeñito",
a la AFP.
"Es un buen vecino, nunca ha tenido problemas con nosotros ni en el
barrio, es su forma de pensar, en eso no me meto", dice por su parte
Analeida Rodríguez, una camarera de 37 años.
Granma consideró que la huelga de Fariñas era un "chantaje" inaceptable,
y lo responsabilizó de las consecuencias que pueda tener. Según el
propio sicólogo, será la muerte.
Diario Las Americas - Fariñas sigue desafiando al régimen de Castro con
el cual su madre simpatiza (13 March 2010)
http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=95740
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