Miércoles 17 de Marzo de 2010 18:17 Agencias
Unas ocho Damas de Blanco tuvieron que acudir este miércoles a un
hospital de La Habana, tras la represión policial que sufrieron en una
marcha pacífica por la barriada de Párraga, informó a DIARIO DE CUBA
Alejandrina García de la Riva, integrante del grupo.
Entre las afectadas está Reina Luisa Tamayo, madre de Orlando Zapata,
cuya "ropa estaba manchada de sangre y fue llevada de inmediato al
hospital". Se desconocen los detalles de su salud.
Otras mujeres, que recibieron "golpes en la cabeza y en los brazos", se
encuentran "adoloridas" y con la "presión arterial alta". También fueron
trasladadas al hospital por sus familiares.
El periodista independiente Carlos Serpa Maceira presenta una "herida en
el cuello", según dijo García de la Riva.
Indignación con la BBC
Las Damas de Blanco fueron reprimidas cuando realizaban una marcha, y
montadas a la fuerza en dos autobuses, informó la AFP.
"Las han tirado al piso, las llevan arrastradas, dándole golpes. Son
unos asesinos", relató en vivo por Radio Martí la periodista
independiente Noemí Sánchez Infante, que describió desde el ómnibus, en
medio de los gritos, cómo los partidarios del régimen atacaban a las
Damas de Blanco.
Según el corresponsal de la BBC en La Habana, las mujeres policías "no
golpearon ni maltrataron" a las Damas de Blanco, sino que se "limitaron
a cargarlas hasta el autobús".
"La gente les gritaba 'gusanas' y hasta 'terroristas', pero no vimos a
nadie que las agrediera físicamente", afirmó Fernando Ravsberg.
La Dama de Blanco Berta Soler dijo a DIARIO DE CUBA que el corresponsal
de la BBC era un "mentiroso".
"No tiene la valentía de decir lo que pasa", afirmó.
El activista Lilvio Fernández aclaró que Ravsberg "estaba en su carro a
tres cuadras del acto de repudio, por lo que no pudo apreciar bien lo
que sucedía".
Tercera caminata
Las mujeres salían de una misa en la parroquia de Santa Bárbara,
dedicada a los difuntos Gloria Sigler Amaya y Orlando Zapata Tamayo,
según Radio Martí.
"Estamos en una manifestación pacífica y no nos vamos a montar en una
guagua (autobús) del gobierno que mantiene presos a nuestros familiares
hace siete años'', dijo Laura Pollán, líder del grupo, poco antes de ser
obligada a subir al transporte.
"A la fuerza hay que montarlas, es lo que se merecen, esto es una
provocación'', dijo Margarita Rodríguez, un ama de casa que participó en
el acto de repudio.
'Un secuestro'
Pollán declaró a EFE que el ómnibus la trasladó hasta su casa, y
calificó lo ocurrido como un "secuestro" porque fueron "obligadas".
Al menos en dos ocasiones, agentes de la seguridad del Estado las
invitaron a terminar la caminata y subir a un ómnibus facilitado por
ellos, pero las Damas se negaron e insistieron en visitar a Fundora,
miembro del grupo de los 75.
Mientras caminaban, un cordón de agentes del Ministerio del Interior
rodeó a las mujeres, hasta que finalmente un autobús de pasajeros vacío
bloqueó la calle y fueron forzadas a marcharse en él y en otro que llegó
después, empujadas y arrastradas, muchas con sus ropas blancas embarradas.
El operativo incluyó una ambulancia y un vehículo de las brigadas
especiales de la policía y concluyó con cientos de manifestantes pro
gubernamentales gritando consignas a favor del presidente de Cuba, Raúl
Castro, y de su predecesor y hermano, Fidel, que llevan más de 51 en el
poder.
"Lo único que íbamos a hacer era ir a la iglesia y después visitar a
Fundora. Hoy no íbamos a ningún lugar 'sagrado", dijoLaura Pollán, en
referencia a que no tenían planes de protestar ante ningún edificio
gubernamental, como hicieron el martes.
Las Damas de Blanco realizan desde el lunes una jornada con
manifestaciones diarias para conmemorar el séptimo aniversario del
encarcelamiento masivo de sus familiares en 2003.
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