martes, 6 de octubre de 2015

Fuimos realmente culpables?

¿Fuimos realmente culpables?
Aquel 16 de abril se declaró el socialismo por sorpresa, y todos los
presentes levantaron las manos como un resorte
martes, octubre 6, 2015 | Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba – Ocurrió el 16 de abril, de 1961, en horas de la tarde.
Utilizó la presencia de cientos de milicianos y el entierro de siete
hombres, muertos por el bombardeo ocurrido el día anterior en el
aeropuerto de San Antonio de los Baños.

Estaba de pie sobre la cama de un camión de arrastre, situado en la
esquina de las calles 23 y 12 del Vedado habanero, a unos metros del
Cementerio de Colón. Lo rodeaban altos dirigentes de su régimen. De
pronto, vio que aquel era el momento propicio y no desaprovechó la
oportunidad, que se pintaba sola, en medio de las noticias de un
desembarco compuesto por cubanos del exilio, por Playa Girón.

Entonces dijo al fin su verdad, su gran verdad, la más oculta y tantas
veces desmentida por él: La Revolución cubana no era verde, sino roja,
el carácter de su gobierno no era democrático, sino comunista.

Ese día, Fidel Castro recordó que unos años antes tuvo la oportunidad de
tomar el poder, dando un golpe de Estado con el cadáver de Eduardo
Chibás. Un golpe de Estado realmente original. Sólo había que sentar al
muerto, aún caliente, en la silla presidencial de Carlos Prío. El
periodista Luis Ortega lo contó muchas veces y fue, junto a otros, quien
lo impidió.

Pero ahora era distinto. Ya había logrado popularidad, la que había
soñado y perseguido durante largos años. Ya había llegado al poder.
Ahora podía utilizar su poder como le diera la gana.

Aquel era su mitin político y bajo sus pies, como un panal de abejas
alborotadas, asustadas, las masas, vehementes, ingenuas y enfermas ya de
fanatismo.

Como en ocasiones anteriores, Fidel Castro sabía que, en sus mítines,
estaba en presencia sólo de miles de cubanos que jamás representaron las
mayorías de una nación compuesta por casi siete millones de habitantes.

Así, de esa forma, todo lo que hizo durante los dos años anteriores como
jefe de un gobierno de facto, no reconocido oficialmente por normas
jurídicas, fue antidemocrático, ilegal, perverso y sin contar con las
verdaderas mayorías.

Mientras juraba y juraba que no era comunista, escoge de dedo a los
dirigentes del nuevo gobierno, establece la Pena de Muerte por delitos
políticos, reemplaza la Constitución de 1940 por una Ley Fundamental,
dicta leyes y califica de traidores a aquellos que critican dichas
leyes, pospone las elecciones bajo el pretexto de que las masas tenían
que estar alfabetizadas, "depura" a los profesores universitarios, quita
y nombra al presidente del país.

Una mañana de 1960 amanecen los bancos cerrados, así como las empresas
cubanas, periódicos, revistas, emisoras de radio y televisión.

La libertad de prensa quedaba prohibida.

Lejos de Cuba anuncia que Los Andes serán la Sierra Maestra del
continente y da inicio así a una política injerencista para promover
revoluciones en América Latina.

En julio, hace una gran compra de armas a los países socialistas y
funda, a semejanza de los grupos especiales creados por Hitler en los
años cuarenta, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), una
organización paramilitar para que los cubanos se vigilaran entre sí.

Ese año 1961, meses antes de que proclamara el carácter socialista de su
régimen, se fusiló a todos los que habían defendido con sus armas al
régimen anterior. El 30 de octubre la cifra de fusilados era de mil 330
anticastristas cubanos.

Aquel 16 de abril, en 23 y 12 y sus calles aledañas, donde apenas cabía
un poco más de 500 mil personas, tomados por sorpresa, todos levantaron
las manos como un resorte. De eso se valió el caudillo para lograr su
propósito de destruir a Cuba, como había destruido sus juguetes, según
contó en una ocasión su señora madre.

Yo, que también estaba allí, tomada miserablemente por sorpresa, les
pregunto: ¿Fuimos realmente culpables?

Source: ¿Fuimos realmente culpables? | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/fuimos-realmente-culpables/

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