lunes, 5 de octubre de 2015

Agridulce esperanza de la patria

Agridulce esperanza de la patria
¿Qué daño podrían causar a las hermosas relaciones vaticano-cubanas tres
ciudadanas?
Jorge Dávila Miguel, Miami | 05/10/2015 10:23 am

Al Papa Francisco es difícil citarlo. Cuando se ponen sus palabras entre
comillas, parece que ya no dicen nada. Será uno un mal cronista o será
que los mensajes del Papa solo suenan bien desde la resonancia de su
alma. Como una guitarra sevillana tocada por la virtud y la constancia.
Y su sonido fue muy armonioso en el encuentro con los jóvenes frente al
Centro Cultural Félix Varela hace unos días en La Habana. Esa tarde
Bergoglio estuvo aún más inspirado. Leonardo Fernández, un joven
universitario, le habló con tanto empeño, que el Sumo Pontífice echó a
un lado su discurso y lo rehízo tomando nota de aquel joven. Un Papa que
desecha sus frases para seguir las de un desconocido. ¿Recuerdan algo igual?
La comidilla en estos días es si Francisco fue a visitar a Fidel Castro
y no recibió a los opositores; si estuvo complaciente con Raúl Castro y
no le habló duro al gobierno. Siempre hay quien sufre para que le hablen
duro al gobierno. Las consignas. Francisco sabría que lo iban a
criticar, pero no le afecta demasiado. Confía en que los asuntos que
progresan son más importantes.
Citar al joven Fernández es más fácil: "Lo que nos une es la esperanza
de un futuro de cambios profundos para Cuba, donde nuestro país sea un
hogar que acoja a todos sus hijos, piensen como piensen y estén donde
estén… Hoy no solo queremos presentarle nuestros sueños, sino pedirle su
oración por nuestro país… ayúdenos Santo Padre a... que sepamos acoger
al que piensa diferente… que no nos encerremos en los conventillos de
las religiones o las ideologías… que nos tomemos todos de la mano para
construir una Cuba como la quiso… José Martí, 'Con todos y para el bien
de todos'… Que este encuentro con usted nos permita que nuestra patria
sea una tierra de reconciliación… un espacio para la cultura del
encuentro… y que conforme nos enseñó nuestro querido padre Félix Varela,
asumamos el reto de ser 'la dulce esperanza de la patria'".[1]
No hay gota de odio o resentimiento en las palabras de Fernández; muchas
de esperanza y de pasión. No dijo una sola consigna y lo dijo todo: la
necesidad de construir entre todos los cubanos de buena voluntad, sin
importar su ideología, una patria mejor. ¿Será posible? ¿Un sueño? Tal
vez quepa la esperanza. ¿Y por qué no? Todo lo que le habría dicho Berta
Soler al Papa, pero en televisión y a lo decente.
Francisco tomó nota de las palabras del joven y habló sobre ellas:
desterrar la enemistad, los conflictos, sobre soñar, llenarse de
esperanzas. Su mensaje es de amistad social, de encuentros. Aunque es
muy difícil citar a Francisco, mejor es escucharlo, más abajo tienen el
link.[2]
A algunos les parecerán paparruchadas. Son los que prefieren el lenguaje
más directo y entretenido de la confrontación. Otros verán en esas
palabras un nuevo e ingenioso camino para derribar al "régimen"; pero
tal vez sea más sencillo. ¿Qué tal aceptar las palabras de Francisco y
Fernández ––retransmitidas no por casualidad en la televisión cubana––
como una visión tal vez consonante con el rumbo trazado, aunque a paso
cauto, por el actual gobierno de Raúl Castro? ¿Existe otra vía hacia el
progreso económico interno, la satisfacción de "las necesidades siempre
crecientes de la población, la disminución de la creciente desigualdad
social, y una admisible navegación de Cuba por el siglo XXI?

Entre Varela y Fernández
Según la BBC, citando al vocero del Vaticano Cardenal Lombardi, se
cursaron invitaciones a varios opositores para saludar al Papa junto a
otros 150 invitados en los jardines de la Nunciatura, pero nunca
aparecieron; según sus propias declaraciones Lombardi no sabía por qué.
Por su parte, según afirman Berta Soler, Marta Beatriz Roque y la
periodista Miriam Leyva, la seguridad del Estado las detuvo rumbo al
evento. Si es así, la pregunta es evidente: ¿qué daño podrían causar a
las hermosas relaciones vaticano-cubanas dichas tres ciudadanas; y dónde
queda la ética gubernamental al impedirle a un ilustre huésped que
salude, ya discretamente, a sus conflictivos invitados? Ambas
directrices, la de transmitir por la televisión un discurso tan
calentito como el de Fernández y el de secuestrar a las presuntas
invitadas, ¿salen del mismo departamento o de varios que no están muy de
acuerdo en cómo hacer las cosas? Tal vez de varios departamentos que
están perfectamente de acuerdo en hacer las cosas de manera diferente.
Apretando y soltando al mismo tiempo.
El Papa terminó sus palabras citando a Varela: "La dulce esperanza de la
patria". La patria ya existe, soberana; pero lo que colmaría su
esperanza ¿será miel o edulcorantes?
[1] Palabras de Leonardo Fernández
https://www.youtube.com/watch?v=ASfIOdnnNu0
[2] Palabras de Francisco https://www.youtube.com/watch?v=1vEn4lOFGpY

Source: Agridulce esperanza de la patria - Artículos - Cuba - Cuba
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http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/agridulce-esperanza-de-la-patria-323765

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