Vendedores callejeros de La Habana
octubre 29, 2014 4:59 pm·
Cuba actualidad, Jaimanitas, La Habana, (PD) El gremio de los vendedores
callejeros de La Habana cuenta con un número importante de personajes
notables, donde destacan Pititi, el Guaso, el Pompy, Junior, Los
Arévalos… Pero en primera línea están Miguel García, alias Miguelito la
Pantera, y El Rubio, ambos emigrados de la loma de Bayate, Guantánamo,
reconocidos como los más productivos en este singular oficio de llevar
los productos a las puertas de las casas.
Pero se queja Miguelito que entre los 178 oficios para trabajo por
cuenta propia autorizados por el gobierno, no cuenta el de vendedor
callejero, por eso todavía la policía lo detiene en la calle, le
decomisa la mercancía y le pone multas bajo el acápite de actividad
económica ilícita.
Miguelito es vendedor callejero desde los 12 años. Hoy tiene cuarenta y
dos, y no ha hecho otra cosa en la vida que vender en la calle, algo que
lo distingue en Jaimanitas como parte del folklore del pueblo. Dice que
es su sustento, como el de otros miles de vendedores callejeros por toda
la isla y que nunca lo va a dejar. Pero se lamenta de que cada vez que
llega un nuevo jefe de sector de la policía al pueblo arremete contra él.
Su historia de vendedor callejero se remonta a su niñez, cuando en el
momento más crudo del Periodo Especial, vendía la cucharada de azúcar a
un peso, por la cerca de atrás de la escuelita de Bayate, a la hora del
recreo.
Cuando cumplió 16 años lo cogió el servicio militar y fue enviado como
cocinero a una unidad de La Habana llamada Vaca Muerta. Se fugaba todas
las noches para vender confituras en el parque de Artemisa. Una vez lo
declararon desertor, y cumplió dos años de reclusión en el Combinado de
Guantánamo, donde vendió a sus anchas por todos los pasillos del penal.
En cuanto le dieron la carta de libertad, se trasladó a La Habana, junto
a varios coterráneos de Bayate, especialistas como él en el oficio de
vendedor callejero.
Podemos asegurar con todo conocimiento, que nadie ha vendido más
confitura en la calle que Miguelito la Pantera y su socio el Rubio.
Alcanzaban a contar fácilmente todos los días cinco mil pesos cada uno,
al regresar de vender en las Playas del Este.
Derrochadores a manos llenas en fiestas y mujeres, se compraron un viejo
Cadillac del 56, le llenaban el maletero de confitura y se iban a las
playas Guanabo y Santa María, donde las comerciaban, pregonándolas por
la arena.
Cuando apretó la crisis en el año 2003 vendieron el Cadillac, dividieron
el dinero y malgastaron cada uno por su rumbo en apuestas de corridas de
caballo en Bauta, peleas de perros en La Cantera, de gallos en El
Romerillo, y en mujeres que encontraban en Prado y Neptuno, en las
afueras del Rumba Palace, o en las borracheras de los Siete Días.
El Rubio vendía en Santa Fe, pero en su frustración se tiró a la bebida
y fue derrotado por el alcohol, un final muy común en Cuba. Amaneció
muerto una mañana en una celda de la estación de policía de Santa Fe, en
agosto de 2012. Un patrullero lo había detenido la tarde anterior por
venta ilícita y dicen que estaba muy borracho y se resistió al arresto.
Hacía días que no se alimentaba. Además, le dieron una tunda.
Miguelito continuó vendiendo en Jaimanitas, huevitos de chocolate,
sorbetos, africanas, galleticas rellenas con crema, que compraba por la
izquierda a los trabajadores de la fábrica La Estrella, pero la gente
compraba cada vez menos, el negocio no va bien.
Ayer, el nuevo jefe de sector lo detuvo en la calle, le pidió licencia,
y al comprobar que Miguelito no poseía ninguna, le confiscó la mercancía
y le impuso una multa.
También le dijo que le iba a levantar un acta de advertencia por
especulación, una palabra que Miguelito asocia al alcohol, a las
apuestas y a las mujeres, que dice son el fin de su pregón por las
calles de La Habana.
Para Cuba actualidad: frankcorrea4@gmail.com
Source: Vendedores callejeros de La Habana | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/vendedores-callejeros-de-la-habana/
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