lunes, 28 de julio de 2014

La rutina y el pasado protagonizan este 26 de julio

La rutina y el pasado protagonizan este 26 de julio
IGNACIO VARONA, Camagüey | Julio 26, 2014

Este sábado muy temprano muchos observamos con desgano un nuevo acto por
el 26 de julio. Los estrictos códigos del ritual exigían que la
conmemoración del 61 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada en
Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, se realizaran
este año con una pompa moderada. Si los "aniversarios cerrados" se
conmemoran por todo lo alto, entiéndase en Santiago de Cuba o en La
Habana, los intermedios ocurren en provincias destacadas y con menos
recursos.

La elección de la recientemente creada provincia de Artemisa como sede
del acto central, obedece al cumplimiento de esa liturgia. También a que
en ella se ha venido desarrollando un experimento para racionalizar las
funciones administrativas a lo que se le suma contar en su territorio
con el mega proyecto del Puerto de Mariel.

En la época en que Fidel Castro estaba capacitado para estar entre
cuatro y seis horas parado frente a un micrófono, aquellos actos eran
esperados como el momento de resumir los logros alcanzados y anunciar
las novedades. En 1989 había advertido en uno de sus largos discursos,
sobre la posible desaparición de la Unión Soviética. La última gran
sorpresa de un 26 de julio la dio el comandante en jefe en 1993, cuando
anunció la dolarización de la economía cubana. De entonces acá,
especialmente a partir de 2007 su hermano Raúl ha tenido poco que
prometer y ha delegado en varias ocasiones el resumen del acto al señor
José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido Comunista.

En esta ocasión le dieron la oportunidad a Ramiro Valdés, quien además
de ser oriundo de Artemisa es miembro del Buró Político, Vicepresidente
de los Consejos de Estado y de Ministros, Héroe de la República de Cuba
y único sobreviviente del Moncada que comparte altos cargos en el
partido y el gobierno con Raúl Castro. Nada más saber el nombre del
principal orador, la hipótesis de un 26 "pasado por agua" se confirmó.
Eso unido a que la víspera no se percibía en la ciudad de La Habana
fiestas populares, conmemoraciones en cada barrio ni siquiera la típica
caldosa con la que en otras ocasiones se recibía la fecha. La rutina ha
terminado por desvanecer todo entusiasmo alrededor de le efeméride.

Ramiro Valdés leyó un discurso –una pésima lectura, por cierto- basado
exclusivamente en el pasado. Repitió la tesis del ayer calamitoso que no
volverá y aclaró que en su "vocabulario está borrada la palabra
derrota". Una alocución sin sorpresas y sin encanto, en la que hilvanó
consignas sin hacer ningún anuncio, revelación o crítica. El hombre que
una vez llamó a "domar el potro salvaje de las tecnologías", dedicó hoy
una nueva diatriba contra estas al asegurar que "se emplean las nuevas
tecnologías como elemento de subversión".

Al concluir el acto, cuando el locutor oficial de la televisión nacional
anunció que las cámaras y micrófonos regresaban a los estudios centrales
en la capital, la mayor parte de los asistentes volvieron de inmediato a
sus provincias mientras el resto de los ciudadanos, televidentes o no,
lamentaba que este año el Día de la Rebeldía Nacional hubiera caído
sábado con lo que se perdió una de las pocas oportunidades de días feriados.

Source: La rutina y el pasado protagonizan este 26 de julio -
http://www.14ymedio.com/nacional/acto-26-julio-artemisa_0_1603639621.html

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