lunes, 28 de julio de 2014

La persistencia de los paranoicos

La persistencia de los paranoicos
[28-07-2014 10:58:55]
Alberto Medina Méndez

(www.miscelaneasdecuba.net).- El debate político es habitualmente
apasionante. No se trata de un entretenimiento o de un simple pasatiempo
como cualquier otro, ya que de su desarrollo y acciones dependen, en
buena medida, muchas de las decisiones que impactan fuertemente en la
vida cotidiana de las personas.
Esa batalla cultural, donde las ideas compiten con la intención de
lograr mayor aceptación general, inspirar a los gobernantes e influir en
el discurso que regirá el destino de los individuos, tiene una
diversidad casi infinita.

Sin embargo, en este casi inagotable universo de visiones, un
caricaturesco grupo humano, minoritario pero grandilocuente, que se hace
notar en cuanta oportunidad dispone, es el de los eternos predicadores
que sostienen que la humanidad toda vive bajo la constante amenaza de un
gran complot.

Su teoría general se apoya sobre la base de que un conjunto de
individuos, que tienen perversas intenciones, se reúnen a diario para
confabular, construyendo así una enorme conspiración que busca, por
diferentes medios, destruir todo a su paso, para apropiarse del poder
mundial.

Esa retorcida visión de la vida tiene plena convicción sobre la
existencia de un nuevo orden mundial que se edifica día a día,
silenciosa pero tenazmente, con el objetivo de conseguir que triunfen
las fuerzas del mal.

Según el perfil del interlocutor que plantea estos dislates, la facción
a la que circunstancialmente pertenece o la inclinación doctrinaria que
asume, sus adversarios pueden tener múltiples facetas y procedencias.

Estos exóticos miembros de la sociedad provienen desde dispares
sectores. Pueden ser nacionalistas, ultraconservadores, fanáticos
religiosos o militantes de la izquierda más fundamentalista.

Unos y otros se inspiran en similares frases hechas, casi siempre
panfletarias. Su argumentación es invariablemente superficial, bastante
vacía pero con mucho componente místico y con más retórica que
seriedad. Sus prejuicios no tienen nunca explicación adicional alguna.
Son como dogmas los que en realidad sostienen sus elucubraciones sin
asidero.

Pese a la heterogeneidad de los orígenes ideológicos, existen rasgos
comunes en ese andamiaje argumental. Todos ellos coinciden en asignarle
responsabilidades respecto de lo que sucede en el presente, a las
corporaciones ocultas, esas que administran el poder desde las sombras.

En general, sus enemigos son absolutamente anónimos y no tienen rostro.
A lo sumo pueden identificar a algún poderoso al que señalan como la
cabeza visible de esa cofradía. De hecho, buena parte de su esquema de
razonamiento, plantea que esos movimientos tutelan el poder desde la
clandestinidad, compartiendo así atributos comunes con las sectas
secretas, lo que abona con creces al pretendido paradigma de lo temible.

Los contrincantes elegidos como parte de este pérfido juego intelectual
son de una gran diversidad y originalidad. Muchos se inclinan por las
cuestiones religiosas. Son los que apuntan como culpables, al sionismo
internacional, cuando no, un poco mas audazmente y en forma
políticamente incorrecta, a los judíos en su totalidad, siempre
vinculándolos a los intereses económicos que están detrás de la guerra y
el capital financiero.

Otros apuntan a temas más desconocidos, aprovechando la ignorancia
reinante y entonces acusan de conspiradores a la masonería. Lo
enigmático que rodea a las logias, ha convertido a ese planteo en uno de
los preferidos por estos personajes que viven perseguidos por ilusiones
inconsistentes.

No faltan tampoco los que creen que el comunismo, prepara su arremetida
final desde el marxismo más intransigente, siempre asociado a su ateísmo
implícito y demonizándolo por esa conjunción de visiones aberrantes
desde la perspectiva del denunciante serial.

Otra tendencia, tal vez la que más adeptos exhibe, se inclina por las
corporaciones económicas que controlan el mundo, las multinacionales
siempre funcionales al capitalismo salvaje. En esa misma sintonía,
quedan relacionados los servicios de inteligencia, sobre todo los de
ciertos países. Inevitablemente en esa ficción aparecen la CIA y la
Mosad, pudiendo sumarse otros para magnificar el tamaño de la confabulación.

Un párrafo aparte merece la más esotérica de las suposiciones, esa que
anuncia el conjuro planetario universal. Es que los extraterrestres,
pueden ser también protagonistas de ese mundo de fantasía que imaginan
estos sujetos que no tienen límite alguno a la hora de delirar con sus
cavilaciones.

Es difícil establecer un dialogo racional con estos comediantes del
debate político. Una cosa es plantear cuestiones racionalmente
demostrables, aunque sean opinables y otra es discutir en el ámbito de
las elucubraciones que se sostienen en espejismos cuyos únicos cimientos
son las divagaciones de sus apóstoles de turno. Hay que evitar enredarse
en discusiones eternas con estos enajenados, aunque resulta saludable
confrontarlos en el terreno del intercambio de ideas para dejarlos en
evidencia y así limitar el impacto de sus disparates. Lo que se debe
recordar es que ellos son fieles exponentes de la persistencia de los
paranoicos.

Source: La persistencia de los paranoicos - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/53d610cf3a682e13f06d9773#.U9YVaPmSwx4

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