domingo, 15 de junio de 2014

Justicia y leyes del protocolo

Publicado el domingo, 06.15.14

RAUL RIVERO: Justicia y leyes del protocolo

Madrid – Las condenas, advertencias, regaños de amigos y notificaciones
severas que los organismos internaciones le envían por valija
diplomática a los dictadores y dirigentes autoritarios del planeta
Tierra, llevan un timbre encriptado en los sobres con la contraseña para
que los funcionarios receptores las identifiquen de inmediato y así,
esos documentos trascendentales, puedan ir a reposar con cuidado y
respeto directamente, sin abrir, en los cestos de la basura.

El mecanismo, una práctica reconocida por embajadores, expertos y otros
personajes sensibles, atildados y cultos que rebosan las plantillas de
esas instituciones, no llega a producir nunca ningún efecto sobre los
totalitarios y sus ayudantías, ni provocan alivio o mejoras en los temas
denunciados o criticados con moderación y decencia.

Los altos cargos de esas entidades universales quedan satisfechos y
tranquilos porque, mediante una nota de prensa solvente y profesional,
se hacen públicos sus desvelos por el bien de la humanidad y se afianzas
su permanencia en las nóminas y en la actualidad política.

Esta semana, en Ginebra, una relatoría de la ONU ha expresado su
preocupación por la falta de independencia de los magistrados y
procuradores de Venezuela y, en general, por el destino de la justicia
en ese país. La pieza, reseñada en los medios, muestra también la
inquietud de la ONU por la interferencia del poder político en el
territorio judicial y por "el incremento de los incidentes que vulneran
los derechos humanos de los jueces y fiscales".

Se conoce el sitio al que fue a parar la pieza oficial que llegó desde
Ginebra al Palacio de Miraflores y el caso que le hizo el presidente
Nicolás Maduro a las consideraciones de los estudiosos. Y, al menos en
América Latina, hay experiencias que demuestran que la ONU detecta los
graves problemas de la región, como esta violación elemental de las
reglas que impone la justicia en democracia, los describe, los difunde
en rápidos despachos noticiosos y, al final, complacencias y miradas al
infinito o disparates que tienen en Cuba un ejemplo de primera categoría.

Justo el camino de La Habana es el que recorre ahora angustiosamente
Venezuela. Aquellas puestas en escena bajo el trópico, las caricaturas
en las que la diferencia fundamental entre jueces y policías radica en
que unos actúan de completo uniforme y otros se ponen las ropas de civil.

Además, un agente trae el guión escrito con el tiempo de condena del
acusado y lo leen con fervor para cumplir el trámite. Sus compañeros, en
el estrado, cabecean sobre una papelería en blanco y se despiertan con
pequeños sustos porque creen que se las pasado la hora del almuerzo el
comedor de la unidad

Es bueno que la ONU le dé relevancia a los problemas actuales de
Venezuela en todos los dominios aunque se adivine el destino de las
piezas que le llegan al gobierno. Otras leyes, las del protocolo no
admiten que se hable de justicia, presos, torturados y prisiones durante
las cenas diplomáticos. Mucho menos con un dictador o con cualquiera de
sus ayudantes.

Source: RAUL RIVERO: Justicia y leyes del protocolo - Opinión -
ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/06/15/1772635/raul-rivero-justicia-y-leyes-del.html

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