Escuelas antes que tanques
JUEVES, 12 DE JUNIO DE 2014 10:31 ESCRITO POR GLADYS LINARES
Cuba actualidad, Lawton, La Habana (PD) El 1º de junio se celebró el Día
Internacional de la Infancia. Muchas veces los medios oficialistas de
comunicación publican reconocimientos de la UNICEF al gobierno cubano en
materia de políticas sociales a favor de la infancia y la adolescencia.
Y aunque la propaganda castrista no cesa de repetir que Cuba tiene mucho
que mostrarle al mundo en este sentido, me pregunto: ¿Qué parámetros
emplea este organismo internacional para emitir tales criterios? Porque
la difícil situación de pobreza que enfrenta la familia cubana, así como
el grado de indefensión ante el gobierno, no excluyen a niños y jóvenes.
La Convención sobre los Derechos del Niño fue adoptada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. El gobierno
cubano firmó este pacto, lo cual lo obliga a cumplirlo en su totalidad.
Sin embargo, en nuestro país son violados muchos de sus artículos.
Por ejemplo: para que los niños crezcan fuertes y saludables es
imprescindible una buena alimentación, sin embargo, al cumplir 7 años se
les suprime la cuota de leche que les corresponde por la libreta de
racionamiento, y desde entonces hasta los 13 años se les vende cada mes
12 bolsas de algo más de 900 ml de yogurt de soya, cuya distribución
enfrenta además frecuentes dificultades: falta de materia prima, de
agua, de electricidad, deficiencias en las calderas. A esto se le suma
que, sobre todo en verano, a veces llega descompuesto a los puntos de
venta por la falta de refrigeración y la demora en su distribución.
El déficit de proteínas en la alimentación de los niños (y de los
adultos, dirían muchos) también es significativa. En los últimos tiempos
se les vende hasta los 13 años una libra de picadillo de res mensual,
que según quienes la compran, es más pellejo que carne.
Los bajos salarios de la mayoría de los padres cubanos apenas alcanzan
para mal comer, por lo que en muchas ocasiones no pueden garantizar la
recreación de sus hijos, ni su acceso a los juguetes, pues estos se
venden en CUC y a precios elevados. Tampoco existen ya los cines de
barrio, que constituían una importante y barata fuente de recreación
infantil, con aquellas matinées de fin de semana y de vacaciones que
después de muchos años aún recordamos. Muchos de los parques a donde los
padres acostumbraban llevar a sus hijos por las tardes, están en pésimas
condiciones, sin bancos, con las aceras rotas, llenos de hierba y de
fango. No es de extrañar entonces que tantos infantes se dediquen a
mataperrear, a molestar a los vecinos, demostrando malos hábitos
educativos y exponiéndose a distintos peligros.
Habría que destacar que el gobierno cubano cuenta con el presupuesto
militar más elevado de la región. Sin embargo, no invierte suficientes
recursos en la educación o en el sostenimiento de los centros
educativos, que es lo más necesario para cualquier nación. Con la
cantidad destinada a militarizar el país, volvería la escuela cubana a
garantizarles el desayuno a los niños y adolescentes, como antes de 1959.
Para Cuba actualidad: gladyslinares42@gmail.com
Source: Escuelas antes que tanques | Cuba noticias actualidad.Periodismo
independiente. -
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jueves, 12 de junio de 2014
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