El Mariel: paradojas históricas
junio 13, 2014
Dariela Aquique
HAVANA TIMES — El Mariel es una típica bahía de bolsa localizada en la
costa norte de Cuba, su canal de entrada tiene un ancho considerable que
permite el paso de grandes embarcaciones. Este lugar se ha convertido en
la apuesta que hace vislumbrar a la isla un posible futuro de realidades
económicas.
Con él se ha echado a andar lo que debe ser el centro económico más
importante del país. El puerto está conectado con La Habana mediante una
autovía (carretera Panamericana) que bordea la costa norte.
Cuenta con una dársena y con una base de contenedores y astilleros para
embarcaciones de diferentes tamaños. Tiene una fábrica de cemento y una
central eléctrica. Se construyen también nuevos muelles, almacenes,
autopistas y líneas de ferrocarriles. Ya está operando la Oficina
Regulatoria de la ZEDM (Zona Especial de Desarrollo de Mariel), que
recibirá y gestionará las solicitudes de inversionistas extranjeros
interesados en sumarse al proyecto.
En fin, que el Mariel es la plataforma para imantar el capital foráneo,
fomentar el avance económico, sustituir importaciones, aumentar
exportaciones, crear empleos y acceder a modernas tecnologías.
Valiéndose del entusiasmo de la integración latinoamericana, el gobierno
cubano pone de manifiesto su savoir faire en materia de aprovechar las
coyunturas para encontrar mecenas, lo que ha hecho muy bien durante años
y le ha permitido salir a flote más de una vez.
El megaproyecto marcha a cargo de la constructora brasileña Odebrecht, y
cuenta con una financiación de 682 millones de dólares del Banco
Nacional de Desarrollo Económico y Social, el Banco de Fomento del
Gobierno brasileño.
Pero el Mariel desde hace ya unos años, tenía mucho que ver con el
sustento de la economía cubana. Y esto se debe a una paradoja histórica.
Recordemos que las remesas familiares es uno de los pilares sobre los
que descansa la maltrecha economía nacional. Fue justamente el Mariel el
escenario de una de las migraciones más grandes de cubanos.
Este lugar nunca fue más conocido que en entre el 15 de abril y el 31 de
octubre de 1980, en el suceso conocido como el éxodo del Mariel. Un
movimiento en masa que partió de este puerto hacia los Estados Unidos,
en las embarcaciones de los familiares y amigos que venían a buscarlos.
El éxodo del Mariel duró seis meses, durante los cuales más de 125.000
cubanos abandonaron el país en embarcaciones llegadas desde costas
norteamericanas. Según datos recopilados por la Dirección de Inmigración
y Extranjería, esta cifra que superó el éxodo de Camariocas del año
1965, en que salieron de la isla aproximadamente 30 mil ciudadanos, con
igual destino.
Los que salieron de la isla por el este lugar, se le conoce como Los
marielitos. Esos hombres y mujeres, mayores y niños que emigraron
entonces, han trabajado durante estos casi 34 años para ayudar a las
familias y amigos que quedaron en Cuba. El dinero que ellos han enviado,
mucho que ayudó y ayuda al peculio de la isla.
Así que ya sea por la entrada de capital extranjero que presupone la
Zona Especial de Desarrollo de Mariel o por los tantos dólares que han
mandado los que una vez se fueron por ese mismo lugar, entonces llamado
lumpen y escoria, su importancia es innegable.
El puerto del Mariel en menor o en mayor escala, parecía estar destinado
a ser clave en cuestiones económicas para Cuba; lo que en versiones bien
diferentes a causa de las paradojas históricas.
Source: El Mariel: paradojas históricas - Havana Times en español -
http://www.havanatimes.org/sp/?p=96570
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