miércoles, 29 de mayo de 2013

En nuestra empresa socialista no queremos gusanos

"En nuestra empresa socialista no queremos gusanos"
Martes, Mayo 28, 2013 | Por Juan Carlos Linares Balmaseda

LA HABANA, Cuba, 28 de mayo de 2013, Juan Carlos Linares Balmaseda/
www.cubanet.org.- Escuché el susurro del adolecente: -Papá, necesito 10
pesos-. Y también la objeción del padre: -No puedo, tú sabes mi
situación-. Este padre se llama Edelmis Rodriguez Lobaina, es chofer de
ómnibus urbano y activista de derechos humanos.

A las seis de la tarde, del 15 de mayo pasado, Edelmis hizo una parada
habitual. Estando estacionado, otro ómnibus, que intentaba rebasarlo, le
rompe el espejo retrovisor izquierdo. Ambos choferes quedan detenidos
bajo investigación pericial.

Al día siguiente, la jefa de tráfico de su centro de trabajo le dice a
Edelmis:

-Hoy no puedes trabajar, ven mañana para dar solución a tu problema.

Al siguiente día, 17 de mayo, la jefa de personal, Silvia Calvo, le
informa que todo chofer cuando tiene un accidente está obligado a pasar
la escuela de conducción, y como el próximo curso no comienza hasta
junio, la sanción que le toca son "dos meses sin salario".

Ese mismo día, el administrador del centro, Reinaldo Amarán Salas, lo
intercepta y le comunica que había ido a su casa a buscarlo, porque el
director provincial de la empresa Metrobús (de ómnibus articulados),
Jorge Luís León Linares, quería conocerlo.

Según testimonio de Edelmis, el director le dijo así:

-Yo tengo una ficha completa de tu persona…sé que en tu centro están
ocurriendo situaciones que van contra la revolución…Tú eres cabecilla de
ciertas conspiraciones…En nuestra empresa socialista no queremos
gusanos…Y si algo malo llega a suceder allí, será culpa tuya.

Edelmis se ofendió, alegando que él cumple con los viajes y las
recaudaciones programadas y demás reglas laborales establecidas,
cuestión que no pudo desmentir su jefe inmediato (el administrador) que
presenció la conversación.

-Ni soy líder allí, ni soy gusano, ni tengo relación alguna con esos
supuestos sabotajes-, respondió el conductor.

Cierta vez, reabasteciendo combustible, en el interior de un ómnibus de
la fila explotó el extintor, y esto hizo que el chofer perdiera el
control del vehículo, colisionando contra la pista. El derrame de gasoil
atrajo a bomberos y a peritos del Ministerio del Interior. El extintor
no había sido debidamente fijado con la anilla de seguridad. Es el único
incidente que ha notado Edelmis en los últimos meses.

Los choferes critican, que luego de someterse a la diaria presión de las
ocho horas, y más transportando una sobre cantidad de pasajeros diarios
-por la insuficiencia de ómnibus- tengan que pasar una hora y más en
fila repostando. Que por carencia de piezas de repuestos los ómnibus
andas sin luces intermitentes, sin escobillas del limpia parabrisas,
claxon, o con espejos rotos, neumáticos gastados…y en muchos casos esas
piezas las deben comprar los propios choferes.

Si el ómnibus va repleto y no hace parada en la zona, el chofer es
sancionado. Si se detiene, después debe esperar que todas las puertas
cierren, en caso contrario es sancionado. Si se retrasa igualmente viene
una sanción. Y el sobre-consumo de combustible se le descuenta del
salario, a razón de 26.40 pesos por litro.

El parque automotor de Metrobuses en el paradero de Santiago de las
Vegas y de Alberro está medio muerto, por el déficit de ómnibus. Los
baches en las vías les destruyen el sistema de dirección y de
suspensión. De vez en cuando aparece un especialista chino, encargado de
supervisar el año de garantía de los vehículos que llegan nuevos.

El año pasado, Edelmis fue sancionado tres veces: A quince días sin
empleo ni salario al negarse firmar un documento del Ministro del
Transporte que los obligaba a pagar el sobre-consumo de combustible sin
tener en cuenta el mal estado técnico de los ómnibus, de las vías y el
exceso de pasaje.

También fue sancionado a tres meses y el descuento del 25% del salario
porque no reabasteció un día, su ómnibus se descompuso durante el viaje
y la grúa lo trajo remolcado directo para el parqueo. Y a seis meses sin
salario porque se adelantó seis minutos en una vuelta, el inspector que
le aplicó la sanción tenía un reloj no reglamentario. Esta última
sanción concluyó a mediados de enero de este año, y ahora es vuelto a
sancionar.

De esta última medida disciplinaria se niegan a darle copia.

Por ironías del destino, el lunes 20 de mayo reciente, se robaron el
equipo de engrase portátil, el único que había.

Edelmis, de 33 años, padre de dos adolecentes (de 12 y 14 años) casado,
es el sostén económico de su hogar. Reside en San Bernardino No. 263,
apartamento 4, en la barriada capitalina de Santos Suárez. Asegura que
detrás de todas sus sanciones existe un trasfondo político.

http://www.cubanet.org/noticias/breves-destacados/%e2%80%9cen-nuestra-empresa-socialista-no-queremos-gusanos%e2%80%9d/

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