domingo, 16 de septiembre de 2012

De los fiordos a Varadero

Opinión

De los fiordos a Varadero
Raúl Rivero
Madrid 16-09-2012 - 10:29 am.

Mientras impone un clima de golpizas y linchamientos verbales, el
Gobierno cubano es garante de la paz en Colombia.

El comandante de las FARC Ricardo Téllez, y Sandra Ramírez, viuda de
Manuel Marulanda, alias 'Tirofijo', fundador de la guerrilla colombiana,
juegan con unas palomas en La Habana mientras preparan el terreno para
las conversaciones de paz con el gobierno colombiano. (AFP, septiembre
de 2012)

Los colombianos necesitan creer en el proceso de paz que se iniciará en
octubre en Noruega entre el Gobierno y la narco guerrilla de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Lo demuestran día a día las
encuestas (se habla ya de un 77% de aprobación ciudadana) y los índices,
ahora casi parejos, entre los que piensan que se acabará la guerra y
quienes lo ven todo todavía muy distante y oscuro.

Los hombres y las mujeres de ese país reclaman el final del conflicto y
saben que la pólvora y el plomo seguirán en primer plano por un tiempo
porque los problemas internos, las diferencias entre las partes que se
tienen que sentar a la mesa, los pozos secretos de esa batalla, no se
eliminan con unas cuantas sesiones de diálogos y unos portafolios llenos
de buenas intenciones.

Los asuntos domésticos, las secuelas de ese combate y el porvenir de la
nación, hay que confiarlos a la sabiduría de los demócratas. Y depende
solo de los colombianos. Pero muchos observadores de la realidad de
aquel continente ven con preocupación la nominación de Noruega y Cuba
como garantes, sedes oficiales de las conversaciones y guías en el
camino hacia la pacificación. Uno, Oslo, porque queda muy lejos. Y el
otro, La Habana, porque está demasiado cerca de una de las partes en
litigio.

No se habla de geografía, la lejanía física no es una noción del mundo
de hoy. Son intereses, compromisos, complicidades de los cubanos con los
guerrilleros colombianos desde sus orígenes en la década del 60. Y, en
última instancia (que podría ser la primera) de los ejemplos de los
fiadores como países abiertos con respeto absoluto por la libertad para
todos sus ciudadanos.

Noruega, en ese plano, es impecable. No se puede decir lo mismo del
régimen de Cuba que mantiene una campaña represiva que llevó a la
cárcel, en el mes de agosto pasado, a más de 500 opositores pacíficos,
activistas de derechos humanos, Damas de Blanco y periodistas
independientes.

Es obsceno y ofensivo el entusiasmo de los comunistas caribeños por la
paz en Colombia mientras prospera en la Isla un clima de violencia,
golpizas y linchamientos verbales.

Los que usan la guerra para gobernar no pueden avalar la paz de nadie.

http://www.diariodecuba.com/internacional/13019-de-los-fiordos-varadero

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