Sociedad
Censo-2012, no todos contamos
A. C. San Martin Albistur
La Habana 15-09-2012 - 3:04 pm.
Más de medio siglo de dictadura es suficiente tiempo para desconfiar del
Estado. Los cubanos se resisten a entregar información de sus vidas.
A las 12:00 pm del viernes comenzó en Cuba el Censo de Población y
Vivienda. El actual es el número dieciocho de la historia de la Isla y
el cuarto de la "etapa revolucionaria".
Los cubanos seremos visitados durante diez días por estudiantes
preparados en seminarios como enumeradores, y que serán los encargados
de aplicar la encuesta para actualizar las estadísticas del Censo
anterior, efectuado en 2002.
El Gobierno basa la investigación en el Decreto presidencial No. 291 de
octubre del 2011 que invoca el derecho a recibir los datos precisos y la
obligación de confidencialidad debida a los censados. Pero la población
desconfía en cuanto a ofrecer información sobre la calidad de vida a un
Estado represivo por excelencia.
Por ahora, son masivos los comentarios de personas que prometen
reservarse detalles exigidos en la investigación, referentes a cómo
vivimos los cubanos. El temor está fundamentado en las reiteradas
operaciones policiacas del Gobierno en contra de los llamados "macetas"
(ricos) por "ostentar un nivel de vida por encima de pueblo trabajador".
Con la intención de que el Censo se vea como una pesquisa neutral, los
medios informativos insisten en la confidencialidad del estudio. La
televisión ha ocupado horarios estelares para convencer al pueblo de que
la investigación es estadística y no tiene base legal a favor o contra
ninguna persona. Algunos órganos de prensa han llegado a expresar de
forma implícita que el Censo pasará por alto las ilegalidades, algo
ordinario en la convivencia de los cubanos.
Pero la desconfianza sembrada en el pueblo por el espionaje
gubernamental a los ciudadanos, es más fuerte que cualquier estrategia
de amansamiento. Muchas acciones encubiertas han servido para vigilar la
vida de los cubanos. La campaña anti vectorial contra el mosquito Aedes
aegyptis llevada a cabo por "inspectores" de Salud Pública es un
ejemplo. Este "esfuerzo por eliminar el mosquito" también es utilizado
por la policía para husmear en las casas de los cubanos, objeto de
investigación policial.
Tampoco se olvida que hubo Censos realizados por los Comité de Defensa
de la Revolución (CDR), un organismo en decadencia que por mucho tiempo
sirvió para espiar a los ciudadanos.
"Declarar la cantidad de electrodomésticos que tengo, es echarme la
policía detrás", afirma un dependiente del centro comercial Plaza Carlos
III, en el municipio Centro Habana.
Los cubanos preparan estrategias para desafiar a los censores. Quienes
consideran que pueden ser cuestionados por sus pertenencias, ocultan los
equipos de climatización o electrodomésticos que puedan ser considerados
presuntuosos.
Para los ciudadanos del municipio Centro Habana, afectados por el estado
técnico de sus viviendas, el Censo es una burla. "Dicen en la televisión
que el Censo es para saber el estado de las viviendas y entregar
materiales para repararlas. ¡Qué descaro! Llevo diez años reclamando los
materiales para reparar mi casa y nada", explica una señora residente en
un edificio declarado inhabitable.
"Ellos saben muy bien cómo vivimos, cuántos somos y que hacemos para
sobrevivir, así que no metan las narices en mi cuarto", advierte
Yuneise, una joven que vive con su abuela y su hija en una habitación
con el techo derrumbado.
Para estimular la veracidad en las respuestas que debe ofrecer la
población, el Gobierno anunció que los resultados son necesarios para
validar lineamientos económicos y sociales aprobados por el Sexto
Congreso del Partido Comunista. Pero el intento choca con las
limitaciones y la poca prosperidad que ha traído para los cubanos de a
pie las medidas económicas implementadas.
"Eso es un anzuelo, ellos (el Gobierno) no van hacer más de lo que han
hecho, además quien dijo que yo quiero perfeccionar el socialismo",
aclara un transeúnte abordado sobre el tema.
En cuanto a la convivencia, el dato sobre la ubicación de los cubanos
podría resultar falseado. En los últimos tres años miles de cubanos han
optado por residir en apartamentos alquilados. El negocio de la renta de
viviendas a nacionales, promovido por la emigración desde otras
provincias, se ha extendido con rapidez en la capital.
El negocio funciona al margen de los permisos de alquiler aprobados por
el Gobierno. Esto también podría influir en la veracidad de la
información que ofrecerán los dueños y los ocupantes de las viviendas
alquiladas de forma ilegal. No pocos emigrantes están regresando a sus
provincias, "hasta que pase el Censo".
"Todos contamos", ha sido el eslogan utilizado por el Gobierno para el
actual Censo de Población y Vivienda. Aunque la campaña gubernamental
intenta crear confianza en la población, más de medio siglo de dictadura
es suficiente tiempo para desconfiar de los gobernantes.
http://www.diariodecuba.com/cuba/13024-censo-2012-no-todos-contamos
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