Cuba
Brasil se asienta en Cuba mirando a Estados Unidos
Con poco ruido y mucha paciencia el gobierno de Brasil, que preside
Dilma Roussef, está cooperando con el gobernante cubano Raúl Castro,
para conseguir las inversiones extranjeras que requiere el desarrollo
económico de Cuba.
Pablo Alfonso/ martinoticias.com
septiembre 11, 2012
La estrategia brasileña busca una alternativa a la rígida Ley 77 que
limita a menos del 50% la participación de capital foráneo en empresas
nacionales, y que según los expertos desalienta a las inversiones
extranjeras en la isla.
"Los cubanos tienen un problema ideológico y no es el comunismo, sino el
nacionalismo", dijo una fuente citada por Reuters. "Nuestras compañías
simplemente no están interesadas en simples participaciones
minoritarias, que es todo lo que ofrecen (...) para luego ir por ahí
presumiendo que ninguna empresa extranjera posee un pedazo de su país",
agregó la fuente en un despacho difundido por Reuters la semana pasada.
Las tensiones entre ideología y realidades económicas han puesto sobre
la mesa una revisión de la Ley 77 de Inversiones Extranjeras, que se
discute con discreción, puertas adentro, y sin apenas referencias en la
prensa oficial.
El tema fue mencionado hace dos meses por Yamila Fernández del Busto,
directora de Finanzas del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión
Extranjera (MINCEX) durante la reunión anual de la Asociación de
Economistas y Contadores de Cuba celebrada en La Habana.
Al reseñar el evento el semanario Opciones dijo que la funcionaria
anunció "que se trabaja actualmente en la modificación de la Ley 77 para
la Inversión Extranjera en Cuba, cuya promulgación se prevé antes de que
concluya 2012". No hubo más detalles.
La variante Roussef -que proponen los brasileños para sortear la camisa
de fuerza ideológica de los comunistas cubanos- pretende utilizar la
Zona Especial de Desarrollo del Puerto de Mariel, que abarca un área de
180 millas cuadradas, en un enclave para la producción industrial,
además de una zona aduanera de libre comercio como se proyectó en un
principio.
Analistas han señalado que el objetivo brasileño a largo plazo es contar
con una plataforma de producción y zona de libre comercio, a las puertas
de Estados Unidos, previendo una eventual normalización de sus
relaciones con Cuba.
Por lo pronto la empresa Fanavid S.A, con sede en Sao Paulo, se ha
convertido en la primera entidad brasileña que ya se ha comprometido a
producir cristales para obras de arquitectura en la Zona Especial, con
destino al Mercado cubano, de Brasil y del Caribe.
En el proyecto de ampliación del puerto habanero de Mariel, Brasil ha
invertido ya 682 millones de dólares del total de 957 millones previsto
en la operación financiada por el Banco Nacional de Desarrollo Económico
y Social de Brasil (BNDES).
El ministro de Desarrollo brasileño, Fernando Pimentel, estuvo de visita
en Cuba la pasada semana, se reunió con Raúl Castro, visitó el proyecto
de Mariel y declaró a la prensa que conversó con las autoridades del
gobierno sobre el apoyo que Brasil puede dar a la modernización del
"modelo socialista cubano", en el marco legal.
"Tenemos un gran interés en cooperar en la definición de este modelo,
con vistas a incorporar el mayor número possible de empresas
brasileñas", dijo Pimentel durante su recorrido por las instalaciones
del proyecto.
Pimentel firmó un préstamo a Cuba de $200 millones para que los pequeños
agricultores privados puedan adquirir tractores y equipos agrícolas en
Brasil.
El préstamo, fue concedido dentro del programa "Mais Alimentos" diseñado
por el ministerio de Agricultura de Brasil para luchar contra el hambre
y la pobreza en África. Cuba es el primer país no africano que se ha
beneficiado de ese programa.
En el marco de esa cooperación ocho empresas brasileñas se reunieron el
pasado viernes en La Habana con representantes de las cadenas de
tiendas estatales TRD y Caracol, y entidades como CIMEX y Palco.
Al encuentro, organizado por la Cámara de Comercio de Cuba (CCC) y la
Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones (Apex-Brasil), que
cuenta con una oficina en La Habana, asistieron firmas brasileñas como
Ipanema, de calzado, Brandili, de confecciones infantiles y juveniles
y Círculo de textiles.
Estrella Madrigal, presidenta de la CCC, dijo en la reunión que Brasil
se convirtió en el primer vendedor de alimentos de Cuba en el 2011 y el
segundo destino de los productos farmacéuticos y biotecnológicos cubanos.
El intercambio comercial entre países alcanzó los 642 millones de
dólares en 2011, un 31 por ciento más que en el año anterior, pero de
esa cifra solo 90 millones correspondieron a exportaciones cubanas,
según estadísticas oficiales.
http://www.martinoticias.com/content/article/14556.html
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