La isla en coma
Jueves, 24 de Mayo de 2012 11:03
Escrito por Víctor Manuel Domínguez
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) El mareo ideológico, la
cefalea política y el estreñimiento económico que arrojaron los análisis
de síntomas que presentó la Isla en el 2011, me dejaron la sensación de
que Cuba será un cadáver exquisito al que ya se le puede comenzar a
realizar la autopsia.
Si bien los generales y doctores reunidos en el Consejo de Defensa
Nacional, diagnosticaron que con dosis inyectables de sistematicidad y
persistencia se puede sacar a Cuba del coma provocado por la fiebre
revolucionaria, otros no están seguros
El doctor Armando Campos Santos, patólogo en ideologías infartadas y
obstrucciones económicas causadas por el nivel de anemia productiva que
provoca el virus de la centralización, me dijo no estar convencido de
poder sacarla de su estado vegetativo.
Según su especializado criterio y experiencias con cadáveres que
presentaron síntomas similares a los de la Isla, como la ex tinta Unión
Soviética y las repúblicas ñampio-comunistas del este europeo, sólo el
trasplante del organismo entero la puede salvar.
El análisis de Campos Santos, también profesor de Quinto Grado en
temblores totalitarios, sarna china, disentería venezolana y
esquizofrenia iraní, entre otros títulos y maestrías alcanzados en su
especialidad, arrojó pormenorizados detalles del estado de la nación.
Los resultados cínicos de los estudios macroeconómicos que se le
practicaron en el somatón ideológico hasta el pasado mes por las
autoridades médicas oficiales, expresaron que la evolución de los
padecimientos de la isla es estable, aunque en realidad no es así,
sentenció el doctor.
"El cuerpo de la isla se encuentra muy enfermo, indicó, y ni las
ciencias conjuntas del médico chino, el chamán venezolano y la magia del
zoroastrismo iraní, la podrán sacar del coma perpetuo si antes no le
hacen una transfusión de libertad".
Cuba tiene la cabeza mala. La cefalea política y la obstrucción
económica le han subido la presión poblacional, mientras que los mareos
ideológicos le provocan un acelerado daltonismo en la visión, que le
hace confundir las Cataratas del Niágara con las del Santo del Ángel o
las de Iguazú, saltó arrancándose un pelo del bigote de un tirón.
Además, señaló con los ojos retorcidos por la rabia, de atacarla el
glaucoma de la inmigración, ni siquiera verá como sus hematíes, tanto
disfrazados de glóbulos rojos como de blancos, abandonan su cuerpo hacia
otra nación.
La sordera es congénita, expresó dando golpes sobre una tabla el también
conocido como El brujito de Burubú. Cincuenta años taponándose los oídos
para no escuchar, le afectaron el sentido de la realidad, y camina de
tropezón en tropezón con un ruido permanente que le impide reir.
Del tronco, ni hablar, se lamentó, está en estado de putrefacción,
aunque mantiene viva la raíz. Las extremidades sólo le responden para
remar o mantenerse a flote, y el colmo es que lo hace apoyándose en
compresas familiares que le llegan desde el exterior, y en curitas
venéreas importadas desde otras naciones para fortalecer el nivel de
alimentación en sus islotes y cayeríos.
Es crítica la situación, añadió semiahogado, pues ni siquiera los
riñones tienen capacidad para filtrar el indetenible avance de las
bacterias de la corrupción hacia todos los órganos y tejidos de un
cuerpo en coma que ha perdido todos los signos de vitalidad.
A la falta de hierros y minerales causada por los elementos patógenos
que trasmiten unos parásitos conocidos científicamente como Sherric
Candiensen in Moa, hay que agregarle una hipoglucemia general que ha
dejado su cuerpo en cero azúcar, casi chifló acogotado de pavor.
Es más, la resistencia del cuerpo de la nación a generar boniatos,
papas, frijoles, yucas y otros cangres y bejucos, le ha puesto el nivel
de carbohidratos al mínimo y casi a punto de colapsar, agregó entre
hipidos y estornudos violentos.
En cuanto a las proteínas, es un hecho que no existe en el cuerpo de la
nación. Está desaparecida, como si no hubiera consumido en los últimos
cincuenta y tres años un filete de emperador, una carne estofada de res,
o un fricasé de lechón. ¡Ni leche parece que alguna vez consumió! Todo
lo que corre por su organismo es vegetal o alimento casero de invención
nacional, balbuceó a punto del desmayo.
Y así es imposible vivir. Es necesario cambiarle las arterias tupidas
por la nicotina de la ideología, eliminarle la obstrucción económica
causada por la indigestión política, y ponerle una transfusión de
vitamina social para que al menos se mantenga en coma por un año y
quizás dos, concluyó Campos Santos, y pateó el mapa de la isla tras un
grito de rabia que hizo temblar las tumbas del cementerio.
Más tiempo, sólo el Dios Cambio lo puede conceder.
Eso se lo aseguro yo, Nefasto "El zacateca"
Para Cuba actualidad: vicmadomingues55@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/humor/4158-la-isla-en-coma.html
viernes, 25 de mayo de 2012
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