viernes, 25 de mayo de 2012

Cuidado, que vienen los Fanjul!

¡Cuidado, que vienen los Fanjul!
Viernes, Mayo 25, 2012 | Por Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Recientemente estuvo en Cuba
Alfonso Fanjul, descendiente de una de las familias más acaudaladas de
la época pre-revolucionaria. Vino como integrante de una comisión de la
Brookings Institution para verificar sobre el terreno la marcha de la
actualización del modelo económico raulista.

Durante varias décadas, los Fanjul, que se llevaron varios millones al
exilio y se las arreglaron para multiplicarlos, contribuyeron con su
dinero a hacer inamovible el embargo económico norteamericano contra el
régimen castrista, pero ahora que suponen el mango a punto de tan
podrido y ven el revoloteo de las tiñosas, capaz que les parezcan OK
los parches y el colorete, los Lineamientos del VI Congreso del partido
único y los timbiriches, y les dé por invertir algunos de sus millones
en Cuba.

Los antecedentes y características de los Fanjul puede que no preocupen
demasiado a los mandarines verde olivo, siempre tan dialécticos a la
hora de hacer negocios, pero respecto a los cubanos de a pie, que
pondrán eventualmente su mano de obra barata, es como para asustarse con
los inversores-tiburones, con las fauces abiertas y despreocupados por
la democracia, que se nos vienen encima. ¡De algo tenía que servirles
todo el tiempo que los adoctrinaron acerca de la explotación capitalista!

A los hermanos Fanjul, propietarios de Florida Crystal Sugar, las
organizaciones ambientalistas los acusan de la devastación causada al
ecosistema de los Everglades por el uso indiscriminado de fertilizantes.
Sus compañías en la Florida y República Dominicana han sido
denunciadas reiteradamente por violaciones de los derechos de sus
trabajadores.

Eso y más, en cuanto a contaminación y abusos con los trabajadores sin
derechos, podemos esperar en Cuba cuando los barones del azúcar se suban
al tren de los cambios raulistas sin libertades políticas que tan
pragmáticamente propugnan Carlos Saladrigas y ciertos empresarios
cubano-americanos que hablan de reconciliación nacional mientras sacan
cuentas de sus futuras ganancias.

Y uno se pone aprensivo y siente chasquear el cuero de los mayorales en
los cañaverales. Luego dirán que se precisaba mano dura para meternos
en cintura, indisciplinados y vagos que nos volvimos con el comunismo.
Que fue preciso para que volviera a haber azúcar, y que hubiese país.
Dirán que eso también fue hacer patria. Y hasta tendremos que agradecer
a los nuevos manengues por su pacto con los mayimbes del castrismo
revisado y corregido.

Ojala que a la hora de reclamar sus propiedades en Cuba –o lo que quede
de ellas-, los Fanjul, Saladrigas y compañía sean tan conciliatorios y
comprensivos con sus compatriotas más humildes como parecen estar
dispuestos a serlo con el régimen que les despojó hasta de su país.

Veremos qué harán con los centrales convertidos en chatarra y las
tierras cubiertas por el agua de las presas. Con respecto a las
mansiones que les confiscaron y que hoy ocupa la nueva oligarquía, ya
buscarán un arreglo. Parecen dispuestos a todos los entendimientos
posibles, siempre que haya bastante dinero de por medio.

El problema será de los que no tengan con qué negociar. Probablemente se
pongan exigentes con los infelices que moran hoy la tierra que le
entregó la reforma agraria, los arrendatarios de los marabusales, los
habitantes de las mansiones convertidas en cuarterías. Capaz de que las
leyes revolucionarias, convenientemente modificadas para entonces,
legitimen las extracciones (la palabra desalojo suena demasiado fea).
Como algo quedará del discurso socialista, cuando estén en la calle,
con sus bártulos a cuestas, algún funcionario les dirá que tengan fe y
no se preocupen, que la revolución no los dejará abandonados. Ni la
iglesia tampoco, hombres de poca fe. Pueden preguntar al cardenal
Ortega, que últimamente parece tener respuesta para casi todo.

Para redondear, aquí les dejo un enlace a un post en el blog pro
castrista Cuba, la Gran Nación sobre la familia Fanjul, en septiembre
de 2010. Léanlo rápido, antes de que lo quiten, ahora que los Fanjul son
buenos.

luicino2012@gmail.com

http://www.cubanet.org/articulos/%c2%a1cuidado-que-vienen-los-fanjul/

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