25-08-2010.
Dania Virgen García
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).-Hace un año, Niurka Luque Álvarez,
residente en El Cotorro, contrajo el dengue cuando trabajaba en la
campaña contra el mosquito Aedes Aegyptis, en el municipio Regla.
Una mañana despertó con fiebre y dolores en las articulaciones. No fue a
trabajar. A la tarde tenía 39 y medio de fiebre. Su esposo la llevó al
Policlínico "Efraín Mayor", donde le dijo al medico que temía tener el
dengue porque el día anterior había trabajado en una zona de riesgo. El
médico le dijo que no era el dengue y la envió para la casa.
Al siguiente día, su esposo al ver que Niurka amaneció con fiebre muy
alta, fue al policlínico para hablar con la doctora que atiende
Epidemiología. Ella le dijo que iba a mandar un médico a su casa. Un
amigo también había reportado el caso de Niurka al departamento de
epidemiología del policlínico. Cuando el esposo volvió al policlínico a
averiguar por qué no habían mandado el medico, fue cuando enviaron una
ambulancia y la llevaron al Hospital "La Covadonga".
Llegó al hospital vomitando sangre. Los análisis dieron positivo. Ya
en la sala, se agravó y tuvieron que trasladarla para terapia intensiva,
donde estuvo cinco días.
El médico que la atendió en terapia intensiva dijo que Niurka tenía el
dengue hemorrágico. Pero cuando le dieron el alta, apareció una segunda
historia clínica que decía "fiebre inespecífica", al igual que en el
certificado que le entregaron para que presentara en su trabajo.
Refiere Niurka que el director de la campaña, que se llama Norlin, no le
quiso pagar el 100% de su salario que le correspondía por accidente de
trabajo, sino el 80%. No fue que quisieran ahorrarse unos pesos, sino
que las autoridades de salud del municipio no querían reconocer que
había un caso de dengue en El Cotorro.
Desde entonces a Niurka no la han dejado trabajar en un puesto fijo. Por
ser hermana de José Ángel Luque, un deportista preso por desacato en la
prisión provincial de Cienfuegos, ella y su familia saben bien de las
represalias de la Policía Política y de la PNR de El Cotorro.
Hay muchos casos como el suyo, que por temor a "que le sucedan más
cosas", no los sacan a la luz. Pero Niurka, que ya no tiene nada que
perder, venció el miedo y decidió una mañana comunicarse telefónicamente
con esta reportera.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=29546
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