Sábado 28 de Agosto de 2010 23:46 Luis Felipe Rojas Rosabal, Holguín
Niños ante un cartel de Fidel Castro. La Habana, 12 de agosto. (AP)Con
las llaves del nuevo curso escolar en las manos, el Ministerio de
Educación ha puesto sobre la mesa una serie de métodos que apuntan en
dirección contraria a sus más recientes decisiones. Mientras se realizan
intentos de ponerse a tono con la realidad económica nacional, se
emprenden giros verdaderamente inesperados.
Una de las novedades, que ha causado extrañeza tanto en graduados
universitarios como en padres y funcionarios, ha sido la vuelta a las
escuelas formadoras de maestros, antiguas EFECI, donde se incluía la
formación de educadoras de Círculos Infantiles y Maestros Primarios.
Para Osmanis, ahora profesor de Informática y graduado de una de estas
escuelas cuando residía en Manzanillo, provincia Granma: "es volver a lo
que nunca debió desaparecer. Tuve una preparación de 10 años antes de
obtener mi título definitivo de Licenciado en Pedagogía, fueron cuatro
años en la Formadora y seis en el Superior Pedagógico, lo demás fueron
inventos que se han ido con los ministros y funcionarios que lo han
echado todo a perder", afirma.
A decir de este profesional que atravesó el nivel medio y se formó en
las aulas en las que a un tiempo impartía clases y recibía los
instrumentos metodológicos que luego tendría que aplicar, "para ser
profesor de un Instituto Pedagógico, había que ser bueno, pero para
graduarse de la Formadora de Maestros, teníamos que demostrar que
podíamos dar una clase de primero a sexto grado sin titubear, sin muela
política y con un nivel de claridad que convenciera al más riguroso
metodólogo".
Un pasito alante… un pasito atrás
La demostración de que las vídeo-clases sirvieron de muy poco y de que
los alumnos fueron quienes salieron perdiendo ha sido la repulsa masiva
a tales métodos como sustitución de una pieza clave en las aulas: el
maestro, el profesor.
Los fallos técnicos y la falta de piezas de repuesto para televisores,
la eliminación de vídeo-caseteras y la poca preparación de los llamados
"maestros emergentes", son apenas algunas de las deficiencias de la
educación en los momentos actuales.
En provincias como Granma, Santiago de Cuba y Holguín, el curso
2010-2011 ha sorprendido a muchos padres con el quebradero de cabeza de
ver a punto de desaparecer las "aulas multigrados", espacios donde
reciben educación primaria entre tres y cinco niños de diferentes
edades, obligados a ello por vivir en lugares intrincados.
Lo que pareció un logro del sistema se ve ahora al borde de malograrse
por la escasez de recursos económicos, la falta de maestros y un cambio
de directiva en el sector.
Nora, residente en San Germán, provincia de Holguín, ha decidido recibir
a dos sobrinos en su casa del Consejo Popular Urbano, ya que en el bario
conocido como La Cuchilla, la escuela multigrado ha anunciado el cierre
con explicaciones que aún no convencen a quienes saldrán damnificados:
"Si no vienen para mi casa —dice Nora— tendrán que recorrer varios
kilómetros para ir a otra escuela. Es una pena que el gobierno deshaga
en un curso lo que lleva años más o menos con buenos resultados", señala.
Hasta ahora, la eliminación de los multigrados sólo se ha mencionado en
indicaciones venidas de las direcciones municipales. La eliminación o
reconcentración de estas aulas supondría un verdadero trauma en
provincias como Granma y Santiago de Cuba, ubicadas en la Sierra
Maestra, uno de lugares de la geografía nacional.
Nora concluye: "Ahora mismo estamos a la expectativa, la solución no
puede ser reconcentrar a los niños lejos de casa porque sí, ni llevarlos
y traerlos día a día por caminos de varios kilómetros… Todavía no
sabemos qué se va a hacer".
El 'reordenamiento laboral' toca a esta puerta
Durante años, la Educación fue un sector complicado en Cuba. La falta de
maestros se debía a la carencia de incentivos, los rigurosos horarios y
el excesivo control. Una consecuencia de esto es la ahora llevada y
traída "plantilla inflada".
Los medios de información nacionales dieron la nota de una elevada tasa
de profesionales de la educación que se emplean en oficinas dedicadas a
trámites burocráticos como inspecciones y supervisión de tales inspecciones.
Desde las oficinas municipales hasta el Ministerio de Educación, existe
una sarta de burócratas que se verán obligados a tomar las aulas
nuevamente, luego de cerca de una década llenado planillas, enviando
informes y asesorando a sus colegas en todos los niveles.
"Parece que el dinero ya no da para tanto —afirma Exilda, quien durante
doce años laboró en la educación primaria—, pero la culpa la pagarán los
estudiantes. Hay metodólogos, jefes de suministros y subdirectores de
especialidades que hace mucho no se les ve en un aula. Es como
enseñarlos a caminar otra vez. Sin contar con que muchos verán menguados
sus salarios y tendrán que someterse a niveles de mando que antes
controlaban ellos".
"Lejos de frenar su lógico desarrollo —dice Osmanis—, el sector de la
educación debe estar en constante superación, pero a la vez se trata de
uno de los sectores más conservadores que deben existir en la sociedad.
Conservador en el sentido de que debe asentarse por años y
experimentarse menos con métodos fallidos como los que han existido. Si
miras atrás unos veinte años, esto en Cuba ha sido un desastre".
http://www.diariodecuba.net/cuba/81-cuba/3015-retoques-a-la-educacion.html
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