sábado, 25 de febrero de 2017

Empresario italiano, el buen samaritano de los cubanos varados en Costa Rica

Empresario italiano, el buen samaritano de los cubanos varados en Costa Rica
24 de febrero de 2017 - 17:02 - Por JOSUÉ BRAVO

Pietro Barbanti ha destinado varios espacios para albergar a cubanos,
africanos y asiáticos en el centro comercial Don Pietro, en el pueblo de
La Cruz

LA CRUZ, GUANACASTE, COSTA RICA.- Sin importar las críticas, amenazas
municipales de desalojo o el desprestigio acarreado en su negocio,
Pietro Barbanti se ha convertido en el buen samaritano que con caridad y
misericordia ha tendido la mano a migrantes cubanos que llegan
destrozados al pueblo de La Cruz, norte de Costa Rica, en busca de ayuda
humanitaria mientras se aventuran a cruzar Nicaragua.

Este empresario italiano, con muchos años de vivir en Costa Rica, ha
destinado varios espacios que serían tiendas u oficinas para albergar a
cubanos, africanos y asiáticos, en el centro comercial Don Pietro, del
cual posee el 80% de la sociedad.

"Les damos un lugar donde dormir, seguro, protegido, con su ropa de cama
limpia. En más de un año no hemos tenido ni un piojo, ni una pulga ni
nada porque se les da aseo y limpieza. Algunos (cubanos) son bastante
descuidados en limpieza e higiene, entonces tengo personal que les
limpia, tiene cuartos de mucha seguridad, estamos cerca de la Policía, y
entonces no tenemos problemas", cuenta en buen español este empresario
de 60 años, sobre la ayuda a los migrantes.

"Ahora, desde finales de octubre (2016), les damos de comer. La
parroquia, Cáritas y organizaciones humanitarias dan un poco de arroz,
frijoles, azúcar, pastas, latas de atún, pero antes hacíamos lo que
podíamos para darles de comer. Realmente se necesita ayuda porque los
recursos se están agotando", añadió.

Más de un año de ayudas

Según Barbanti, desde finales de 2015, con la crisis humanitaria
generada por más de 4,000 cubanos que se vararon en La Cruz, empezó a
tenderles la mano en su casa. Acogió a familias que por tener hijos
pequeños no podían estar en los albergues abiertos por el Estado. En su
casa los cubanos dormían en el área de sala, comedor, cuarto de visita y
demás.

"Inicialmente llegué a tener hasta 30 cubanos en mi casa. Luego se
esparció la voz de que llegaran a mi casa porque les estábamos ayudando.
Cuando el Gobierno cerró todos los albergues de La Cruz, llegué a tener
hasta 100 cubanos", recuerda.

Luego Barbanti debió acondicionar algunos locales del centro comercial
para seguirlos recibiendo. Primero los atendió en el área de
restaurante, donde les daba comida. Ahora el lugar les sirve de cocina a
los cubanos y otros locales como dormitorio, en mejores condiciones que
cualquier otro albergue.

Desde finales de 2015 a la fecha, calcula que ha asistido a unos 2,500
migrantes cubanos, y unos pocos de la India, Bangladesh, Nepal, Pakistán
y hasta haitianos. Por estos días están viviendo unos 15 cubanos y otra
cifra parecida de extracontinentales. Los migrantes son separados por
habitaciones, dependiendo de su país de origen para que no tengan
problemas de costumbres o religión.

Los migrantes hasta tienen servicio de wifi en el lugar, una herramienta
vital para informarse o contactarse con amigos y familiares, y así tomar
decisiones en su travesía hacia Estados Unidos.

Pietro Barbanti junto a un migrante en el centro comercial de su
propiedad. (CORTESÌA)
"Yo también fui inmigrante"

Barbanti cuenta que la idea de ayudar a los cubanos se debe a que él,
hace unos 40 años, fue migrante en Irán y sufrió una condición parecida.

"Estaba trabajando en Irán. Llegué y a los pocos meses, cuando no estaba
casado y sin hijos, me encontré en una situación un poco dura. A los
pocos meses de la revolución islámica, después de ayudar a muchos
europeos, franceses, italianos y algunos gringos a salir de forma ilegal
del país porque tenían miedo por su familia, a la hora de la hora me
quedé y me la jugué como pude con alguna familia que me acogió. Sin nada
a cambio me quedé ahí, sentí que me salvaron la vida", recuerda.

Además, la familia de él tiene un sentimiento de afecto hacia la isla.
"Mi señora llevó a Cuba a su hija hace algunos años a una operación de
corazón abierto que no la teníamos en Costa Rica y le salvaron la vida.
Cuando vio que tenían muchos cubanos en La Cruz, que vienen muy
traumados por la travesía en Colombia, empezamos ayudando con una, dos,
tres familias y hasta llegar a unas 30 personas", añade.

Cuenta que la llegada de cubanos a La Cruz no cesó desde que Costa Rica
dio por superada la crisis cuando partieron los últimos varados en este
pueblo, en marzo de 2016.

"Se ha cesado de hablar del problema, pero siguen llegando", cuenta. Tan
es así que los cubanos que están en Panamá, antes de partir hacia Costa
Rica llaman a sus contactos que están en el centro comercial para
preguntar si hay comida, albergue o algún tipo de colaboración.

Si un grupo de 5 o 10 personas abandona Panamá en la mañana por la
frontera de Paso Canoas, en la tarde está llegando a La Cruz y son
recibidos en el centro comercial.

"A la mayoría de la gente que llega ya le han robado todo y tienen
limitaciones de recibir transferencias de dinero. Tenemos problemas
locales en el pueblo porque todos son familiares o amigos de gente que
explota al migrante. Hemos recibido ya como 6 órdenes de desalojo a las
que siempre me opuse. A los que puedan contribuir les aceptamos 5
dólares por día, que no alcanza para todos. Los que han contribuido en
el pueblo son uno de seis, y no alcanzan los 80 céntimos de dólares por
persona", la menta el empresario.

Los cubanos y otros migrantes se varan en este pueblo porque es el más
cercano con la frontera con Nicaragua. Desde aquí planifican, con ayuda
de traficantes de personas que cobran hasta 900 dólares por personas por
sus servicios, cómo atravesar Nicaragua.

Algunos lo logran, pero otros han sido devueltos en múltiples ocasiones,
incluso cuando ya están cerca de llegar a Honduras. El Ejército o la
Policía de Nicaragua los captura y los devuelve a Costa Rica. Hoy la
incertidumbre es mayor, porque los cubanos ya no pueden entrar con
beneficios a Estados Unidos.

Source: Empresario italiano, el buen samaritano de los cubanos varados
en Costa Rica | Costa Rica, Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/america-latina/empresario-italiano-el-buen-samaritano-los-cubanos-varados-costa-rica-n4115736

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