El Martí que intentan ocultar
Al régimen no le conviene que las jóvenes generaciones se interesen por
su enseñanza
Sábado, enero 28, 2017 | Alberto Roteta Dorado
FORT PIERCE, Estados Unidos.- José Martí, el más trascendental de los
cubanos, nació un día como hoy 28 de enero de 1853. La brevedad de su
paso terrenal no impidió que lograra su inmortalidad no solo en su
sentido espiritual, en cuyos parajes debe gozar de estados de beatitud
como recompensa por sus acciones ejemplares, sino por su trascendencia
más allá del tiempo y de las fronteras espaciales.
Los cubanos de verdad le recordamos siempre, y a manera de talismán
sagrado acudimos cíclicamente a su mensaje cuando se apodera de nosotros
la desesperanza, la inseguridad y el desaliento; pero en días como hoy
lo evocamos sobremanera pues su onomástico encierra un significado real
y a la vez simbólico.
Real, por cuanto, este día conmemoramos su llegada al mundo. Simbólico
porque su advenimiento a la existencia representa el inicio de una etapa
definitoria de nuestra nación. Téngase presente que en la historia de
Cuba podemos concretar una serie de hechos que marcan nuestro sentido de
la nacionalidad e identidad, cuyo referente es un antes y un después de
José Martí.
No obstante, tal vez no somos conscientes de su excelsitud.
Lamentablemente las generaciones actuales tan marcadas por el paradigma
del hombre nuevo – de lo que no son culpables, por tratarse de una
imposición y de una labor mantenida durante décadas por la dictadura
comunista- lejos de mostrar una verdadera pasión por su enseñanza, la
rechazan al asociarla a la política y a la historia del país a partir de
la segunda mitad del pasado siglo hasta el presente.
Solo penetrando profundamente a través del estudio de su obra podremos
llegar a la esencia de su pensamiento, muy distante de las doctrinas
socialistas impulsadas a partir de 1961 por el dictador Fidel Castro,
con la declaración del carácter socialista de la revolución cubana, y
continuadas hasta el presente.
Pero al régimen no le conviene que las jóvenes generaciones se interesen
por su enseñanza, y lejos de incentivar el estudio de forma libre, han
preferido organizar todo una maquinaria burocrática para adoctrinarlos y
mostrarles a conveniencia al Martí político – que no podemos
desprenderlo jamás del hombre de gran espiritualidad, del filósofo
profundo, del exaltado poeta y del ensayista ejemplar-, cuya imagen
modificada han pretendido utilizar como símbolo de la nación cubana.
Para esto se han apoyado de sus hipótesis acerca del pensamiento
antimperialista del Apóstol, lo que aún hemos de reinterpretar en su
real dimensión de acuerdo al contexto histórico en el que vivió gran
parte de su vida en los Estados Unidos, y no a través de frases
entresacadas, como la controversial: "viví en el monstruo y conozco sus
entrañas", por solo citar la más difundida, interpretadas según los
cánones del obsoleto comunismo cubano.
Para esto establecieron movimientos juveniles, talleres, círculos y
cátedras martianas por doquier, las que son orientadas y supervisadas
por las autoridades del régimen dictatorial. Desde la apariencia se
intenta mostrar un funcionamiento de todo este engranaje teatral
montado, pero en el orden práctico todo es una falsedad con lo que solo
se logra vulgarizar su enseñanza.
Pero esto no les pareció suficiente y determinaron crear una sociedad
cultural con el nombre del hombre de Dos Ríos, la Sociedad Cultural José
Martí, un instrumento político dirigido por la alta jerarquía comunista
de Cuba, los que utilizando la figura del doctor Armando Hart, ya muy
anciano en el momento de la creación de dicha sociedad, se las
agenciaron para tener otra forma de desvirtuar el pensamiento del
extraordinario cubano que se inmolara por nuestra nación.
El pasado año, luego de una "consulta" a los miembros del Comité
Nacional de dicha sociedad, en cumplimiento a lo establecido en los
estatutos de esa organización, y a propuesta de su presidente el Dr.
Armando Hart Dávalos, fue electo y designado vicepresidente René
González Sehwerert, considerado en Cuba un héroe, pero acusado en
territorio norteamericano de espía y agente extranjero no declarado, por
lo que cumplió prisión en las cárceles de alta seguridad de Pensilvania
y Carolina del Sur.
Con estos directivos, además de otros líderes comunistas como: Eusebio
Leal, Abel Prieto, Roberto Fernández Retamar, Carlos Martí y Enrique
Ubieta, entre otros, está de más detenernos en analizar el carácter y
los propósitos de esta institución que ha estado utilizando el nombre de
nuestro Apóstol durante sus veintiún años de existencia, – fundada el 20
de octubre de 1995 – y aunque se insiste en su autonomía, su carácter
"no gubernamental" y su misión divulgadora del pensamiento martiano,
también han establecido como prioridad "defender el derecho a la
palabra, la crítica, la participación y el debate franco y constructivo
dentro y con la Revolución".
Son estas autoridades intelectuales de Cuba los que han estado ocultando
al hombre que habló de la inmortalidad del alma, de la existencia de
vida inteligente en otros mundos y de la infinitud del universo; que
defendió la teoría oriental de la reencarnación, que esbozó el camino de
las síntesis en la unidad armónica de un concepto unitario de vida; y
que también criticó enérgicamente al socialismo defendido por el régimen
cubano, que de manera paradójica lo declaró su héroe nacional intentando
sepultar su sobrenombre de Apóstol, lo que le aproxima más a la idea de
lo místico y lo religioso, y no precisamente a lo político.
Pero estos manipuladores de su pensamiento; aunque omiten gran parte de
su mensaje, no han podido esconder los brillantes conceptos en torno a
un socialismo que ellos han proclamado hasta el cansancio y que Martí
criticó en su análisis sobre uno de los ensayos de Herbert Spencer
cuando expresó: "De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser
siervo del estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama
ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. Esclavo es todo aquel que
trabaja para otro que tiene dominio sobre él; y en ese sistema
socialista dominaría la comunidad al hombre, que a la comunidad
entregaría todo su trabajo".
Como tampoco pueden borrar de su extensa obra sus verdaderas
concepciones acerca de la libertad y la democracia que con precisión
expusiera al afirmar: "Un pueblo no es una masa de criaturas miserables
y regidas: no tiene el derecho de ser respetado hasta que no tenga la
conciencia de ser regente: edúquense en los hombres los conceptos de
independencia y propia dignidad: es el organismo humano compendio del
organismo nacional. Así no habrá luego menester estímulo para la
defensa de la dignidad y de la independencia de la patria".
En este crucial momento por el que pasa una nación cada vez más
reprimida, acudir a su sabia palabra nos hará comprender y asumir
nuestro rol en el rescate de nuestros derechos ciudadanos y libertades
mínimas. Tal vez el genial hombre de Dos Ríos tuvo la visión futura para
poder vislumbrar desde su tiempo las actuales circunstancias de la
patria que tanto amó y por la que luchó con todas sus fuerzas:
"Al realizarse en la vida, las fórmulas se desenvuelven en aplicación,
la concurrencia de derechos crea derechos especiales: los sistemas
políticos en que domina la fuerza crean derechos que carecen totalmente
de justicia, y el ser vivo humano que tiende fatal y constantemente a la
independencia y al concepto de lo justo, forma en sus evoluciones
rebeldes hacia su libertad oprimida y esencial, un conjunto de derechos
de reconquista".
En momentos como estos se impone no dejarnos influenciar por la histeria
masiva de las múltiples marchas a las que ha convocado la Unión de
Jóvenes Comunistas, y que de manera obligada han de asistir todos los
estudiantes cubanos gritando consignas que nada tienen que ver con el
elevado mensaje del verdadero maestro.
Acudir a su enseñanza y descubrirle en su real dimensión es nuestro
deber, Hagámoslo de manera libre, sin ataduras, sin ideas
preestablecidas, dejando a un lado esa maléfica influencia causada por
la manipulación comunista, que olvidando a un hombre quasi santo, a un
extraordinario, profundo y polifacético pensador, a un humanista sin
par, intentan mostrar a medias y de manera tergiversada solo su labor
política.
Source: El Martí que intentan ocultar | Cubanet -
https://www.cubanet.org/colaboradores/el-marti-que-intentan-ocultar/
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