No pasará nada
Los regímenes comunistas, sin necesidad de que sus autoridades anden en
las calles con fusiles y ametralladoras, mantienen a toda la sociedad
bajo su dominio
Félix Luis Viera, Miami | 29/11/2016 9:34 am
El reciente fallecimiento del exgobernante de Cuba, Fidel Castro, no
tendrá un efecto notable en la situación del país.
Sí logrará cierto impacto psicológico en el presidente heredero, Raúl
Castro, quien como se sabe, de algún modo o en cierta medida durante
toda su vida se cobijó bajo la sombra de Fidel. Así tenemos que este,
con el propósito de que su hermano menor continuase su legado, le puso
los grados de general y le pasó la estafeta presidencial.
Por estos días no pocos analistas, presentadores de televisión,
comentaristas de la radio —contrarios al castrismo—, han mostrado una
especie de júbilo sin mucho asidero —o con ningún asidero— al dar a
conocer vaticinios sobre la desaparición a corto plazo del régimen
existente en la Isla.
Pero no pasará nada.
Los mecanismos de represión están bien engrasados, amén de que son todo
lo perfecto que se puede ser en este propósito. Lo sabe cualquier hijo
de vecino: en Cuba, como en todos los otrora países socialistas de
Europa oriental, el control va de abajo arriba y de arriba abajo. Los
regímenes comunistas, sin necesidad de que sus autoridades anden en las
calles con fusiles y ametralladoras, mantienen a toda la sociedad bajo
su dominio.
El arma fundamental de estos gobiernos es la extorsión, el chantaje, la
amenaza en abstracto, digamos. Que tienen su basamento en un Gobierno
que es el dueño de todo o al menos de todo lo fundamental.
Ejemplos: ¿Qué madre o padre se atreverán a manifestarse de una u otra
forma contra el régimen cuando su hijo o hija se halla en el umbral de
acceder a la universidad, mas podría quedar fuera puesto que "La
Universidad es de los revolucionarios"?
¿Quién, que esté "clasificando" para la obtención del derecho a comprar
una vivienda, se atrevería a no asistir a una reunión nocturna del
Comité de Defensa de la Revolución de la cuadra, si bien esta le resulte
aborrecible y más cuando se siente sumamente agotado por la actividad de
todo el día? Y lo mismo ocurre con quien esté optando por una licencia
para trabajador por cuenta propia o por un viaje al extranjero o un
ascenso en su escalara laboral.
Creo que sería raro encontrar a un cubano de cierta edad que no haya
sido objeto, al menos una vez, de los chantajes expuestos en los
párrafos anteriores o de alguno parecido; los cuales, en ocasiones el
interesado asume sin que resulte necesario que le sean aplicados.
No pasará nada.
Las honras fúnebres para Fidel Castro serán multitudinarias y en toda la
república. Y luego de que estas concluyan todo volverá a la normalidad.
O sería correcto aclarar: a esa "normalidad" existente en Cuba y que en
otros sitios sería calificada, sin pensarlo dos veces, de "absurdo".
Como pueden ser el absurdo de la unanimidad en las ideas en general, o
la de una Mesa Redonda donde todo el mundo piensa igual o la de un
ejército y una policía "constitucionalmente" bajo la égida del Gobierno
o la de 1.302 periodistas que están de acuerdo en publicar lo mismo o de
una Asamblea Nacional (Congreso) donde los 600 miembros votan
exactamente igual.
El comunismo es el más fiel exponente del absurdo.
Y es por eso una mueca en la historia.
Y reza en cierta novela: "el comunismo es la llave más perfecta que se
haya concebido, pero no abre ninguna puerta".
Es decir, no pasará nada. Los regímenes comunistas, por los detalles
antes narrados y los tantos del mismo estilo que podrían faltar, no
sucumbe de abajo hacia arriba. Sino de la manera contraria.
La extinta Unión Soviética y la actuación de Mijaíl Gorbachov así lo
demuestran.
De manera que... ¿esperar por un Gorbachov tropical? Pues bueno, debe ser...
Pero, ¿quién sabe cuándo?
Source: No pasará nada - Artículos - Cuba - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/no-pasara-nada-327835
miércoles, 30 de noviembre de 2016
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