jueves, 30 de junio de 2016

“No Castro no problem”, otra vez?

¿"No Castro no problem", otra vez?
Transición en Cuba no comenzará hasta muerte de Fidel Castro, según
expertos en Madrid
Redacción CE, Madrid | 30/06/2016 11:36 am

El liderazgo "bastante limitado" del gobernante cubano Raúl Castro hace
que una transición en el país no pueda comenzar hasta que fallezca su
hermano y exmandatario Fidel Castro, explicaron en Madrid expertos en
política internacional, informa la agencia Efe.
"La verdadera transición cubana comenzará con la muerte física de Fidel
Castro. La muerte física del líder histórico es lo que va a detonar un
cambio sin máscaras", argumentó el profesor-investigador cubano de
Ciencia Política de la Universidad Iberoamericana de México, Carlos
Manuel Rodríguez Arechavaleta.
En el debate "Escenarios posibles del futuro cubano" organizado por la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Casa de
América de Madrid, Rodríguez destacó la intención de Raúl Castro de
"cambiar, en un primer lugar, la concepción económica" del país, algo
que constituye un "elemento alentador".
La profesora alemana de Relaciones Internacionales de la Universidad
Autónoma de Madrid, Susanne Gratius, destacó además el papel del actual
gobernante en el cambio de un "régimen más totalitario" a un
"autoritarismo militar" que se ha producido en el país, aunque reconoció
que le falta el "liderazgo carismático" de Fidel.
"En el fondo, en Cuba no hay un problema económico, sino un problema
político", dijo Gratius, a lo que añadió que los cambios y "un cambio
presidencial antes de 2018" están "en la agenda" del Gobierno cubano.
"Se van a realizar bastantes cambios y reformas políticas e
institucionales. (Raúl Castro) va a entregar el poder", aventuró la
profesora.
Estos cambios, sin embargo, deben realizarse progresivamente y sin
influencias exteriores, argumentó el director del Observatorio de
Política Exterior de la Fundación Alternativas, Vicente Palacio.
"Los actores externos tienen claro que este es un asunto de los cubanos.
Aquí ya no vale interferir, precisamente por no provocar el efecto
contrario al deseado. La injerencia ya no funciona", explicó.
Los factores externos, como el reinicio de las relaciones
institucionales entre la isla y Estados Unidos, o el acuerdo firmado
entre la Unión Europea (UE) y el país caribeño en marzo de este año,
tienen que actuar "paso a paso", de manera que se puedan "acompasar las
reformas políticas a las económicas", según Palacio.
Gratius cree que esta "lentitud" en las reformas se hace para "mantener
la estabilidad de este régimen autoritario".
Si el Partido Comunista de Cuba (PCC) se debilita, expuso Rodríguez, la
transición será "más desordenada y caótica".
Por tanto, añadió, "el escenario más previsible para evitar el caos
sería un gobierno burocrático autoritario, formado, en el plazo
inmediato, por militares de confianza" de Raúl Castro.
La tesis de la necesidad de la muerte de Fidel Castro para que se inicie
un proceso de cambio político en Cuba no es novedosa entre los
académicos. En noviembre de 2009, y precisamente en Madrid el profesor
Jorge Domínguez señalaba que el futuro a medio plazo de Cuba dependía
''de si Fidel Castro vive o no'', pues su mensaje —en contraste con los
pequeños progresos que ya entonces había propiciado su hermano Raúl
Castro— era ''cambiemos lo menos posible'', según también una nota de la
agencia Efe de aquella fecha.
En una entrevista con Efe en la capital española, donde asistía a la
Conferencia Anual del Club de Madrid, Domínguez expresaba que las
medidas progresistas se darían ''a paso de tortuga, mientras que con
Raúl se aceleraría el proceso de cambios''.
Cuba y Estados Unidos viven "una nueva etapa" en la que se aprecia un
"cambio retórico", expresó entonces Domínguez. "Ya no hay una lectura
cotidiana de insultos desde ambas partes; los dos países tienen un nuevo
comportamiento en el que han bajado el tono y en el que hay también una
gama amplia de pasos menores".
Si bien Domínguez acertaba con la existencia de un cambio en la
retórica, que años más tarde culminaría en la política de acercamiento
total, se sumaba a la corriente de pensamiento que considera a Fidel
Castro como la "retranca" fundamental para el inicio de un cambio
político en Cuba. Este concepto viene a repetir la conocida dualidad del
"policía bueno, policía malo", con cada hermano colocado en uno de los
extremos.
Para Domínguez, ya entonces se habían dado algunos pasos en "muchas
cositas", como el permiso estadounidense para que los cubanos residentes
viajen a la Isla —"que el gobierno de Cuba permite"—, o las discusiones
sobre asuntos migratorios.
Vistas tales afirmaciones en la actualidad, lo que Domínguez llama
eufemísticamente "cositas" son actualmente pasos sustanciales en los
terrenos indicados por el profesor y otros nuevos, pero ninguno de ellos
se ha traducido en un indicio apenas de transformación política. Más
bien podría afirmarse que el régimen de La Habana ha logrado acomodarlos
con éxito en su sistema. Todos esos cambios se han producido sin la
interferencia de Fidel Castro o con su aprobación tácita. Es por ello
que la afirmación ahora, del también profesor Rodríguez Arechavaleta, de
que la muerte de Fidel Castro —no el fin del gobierno de ambos hermanos,
ya sea por fallecimiento u otro impedimento para seguir en el poder— va
a "detonar un cambio sin máscaras" requiere de un gran candor, para al
menos mirarla con un mínimo de ilusión.

Source: ¿"No Castro no problem", otra vez? - Noticias - Cuba - Cuba
Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/noticias/no-castro-no-problem-otra-vez-325907

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