En Cuba aumentan negocios dirigidos a reunir dinero y emigrar
Un nuevo marco jurídico podría facilitar la pequeña empresa privada en
la isla pero muchos cubanos siguen desconfiando y apuestan por los
negocios "golondrinas"
EN ESPERA DE UN CAMBIO
LA HABANA.-IVÁN GARCÍA
Especial
Nelson despierta en medio de la oscuridad, enciende la lámpara de mesa y
se viste con prisa. Luego va a la cocina a prepararse una taza de café
humeante y con su calculadora comienza a sacar cuentas.
Ayer tuvo un mal día en el negocio. Hace dos meses abrió una cafetería
de comida italiana y las ventas no acaban de despegar. "El promedio de
venta es dos mil pesos diarios (alrededor de 90 dólares). Mi aspiración
es reunir todo el dinero posible para sacar a mi familia de Cuba",
comenta el emprendedor privado de 52 años.
En el otoño pasado, estuvo dos meses de visita en Tampa, Florida, donde
trabajó como ayudante en la construcción y mesero en un restaurant en
las afuera de la ciudad.
En busca de oportunidades
"Con el dinero ahorrado abrí el negocio. Durante más de 20 años trabajé
en Cuba como elaborador de pizzas, pastas y lasañas en restaurantes
administrados por el Estado cubano. Ahora mi sueño es poder emigrar
definitivamente con mis cuatro hijos y mi esposa. Esto aquí no da más.
En Estados Unidos mi familia y yo tendremos mejores oportunidades",
indica Nelson, mientras prepara la masa para pizzas junto a dos ayudantes.
Créanme, no son pocos los dueños de negocios particulares que tienen
como meta hacer dinero para luego volar. Hace dos años, Yosvani abrió
una cafetería con un pequeño bar adosado en el portal de su casa, en el
municipio San Miguel del Padrón, al suroeste de La Habana.
Las cosas le iban bien. Vendía como promedio el equivalente a 200
dólares diarios. Cuando hizo dinero suficiente compró un billete aéreo
rumbo a Panamá y tras un maratón terrestre por varios países de
Centroamérica, una noche de diciembre del año pasado, entró por la
porosa frontera sur de Estados Unidos. Se radicó en Miami y ahora espera
que sus dos hermanos y la madre inicien el periplo para reunirse todos
en la Florida.
Según Osniel, dueño de una cafetería de comida ligera, jugos y
sándwiches, "a pesar de tener negocios que progresan, mucha gente
siempre tiene latente la opción de marcharse de Cuba. Mantener un
negocio aquí es complejo. Hay que hacer trampas financieras, y al no
existir un mercado mayorista, debemos comprar alimentos en el mercado
negro y estar constantemente sobornando a inspectores del Estado.
Entonces algunos prefieren tener el negocio como un trampolín para
largase a Estados Unidos o Europa".
En espera del cambio
Quizás el reconocimiento del Estado verde olivo, el pasado martes,
cuando aprobó un nuevo marco jurídico para empoderar a los pequeños y
medianos negocios familiares, pueda cambiar el panorama.
Pero Niurka, dueña de una casa de hospedaje, tiene sus dudas. "Es un
buen paso, ya era hora que el Gobierno nos reconociera como personas
jurídicamente. Aunque todavía no se dice por lo claro cuando
establecerán un mercado mayorista y si se nos va a permitir importar o
invertir en negocios con firmas extranjeras. El Estado es cómo el
personaje de Ruperto Marcha Atrás en el programa Vivir del Cuento: un
pasito adelante y dos para atrás".
Niurka ha viajado un par de veces a México y Ecuador, países donde suele
comprar mercaderías. "Pero el trasiego a gran escala no es permitido. Y
la intención del presidente [estadounidense] Obama de canalizar
microcréditos o que los cuentapropistas puedan importar desde Estados
Unidos, aún está prohibido por el Gobierno [cubano]".
Surelis, quien junto a otras dos personas maneja un negocio de ventas de
muebles de alto estándar, conoce de primera mano las limitaciones que
sufren los emprendedores privados cubanos.
"Las telas para forrar muebles, maderas y otros materiales prácticamente
llegan de contrabando. Y tienes que mojar con bastante dinero a
funcionarios de la Aduana, lo que encarece las ventas. Uno siempre
espera que las cosas mejoren, pero si todo sigue igual no queda más
remedio que irse. Es muy difícil levantar cabeza en Cuba".
Las trabas del Gobierno
El Estado cubano pone demasiadas trabas a los nuevos negocios. Daniel y
varios colegas desean abrir una cooperativa de taxis, parecida a los
Uber que operan en otros países, no exentos de polémicas y protestas.
"Estamos hace rato en el papeleo. Para echar andar el negocio se
necesita una central telefónica y otros equipos de comunicación, pero
las instituciones del Estado no lo han aprobado", cuenta Daniel.
Liuba y Yander, desde hace un año, aspiran abrir un pequeño cibercafé,
"donde las personas puedan conectarse con comodidad y tomarse un
refresco o una cerveza, pero ETECSA no nos ha autorizado. Desde hace
rato se viene diciendo que van aprobar conexiones de internet para los
cuentapropistas (pequeños empresarios particulares), pero todo se queda
en intenciones", comenta Liuba.
Dagoberto, economista, considera que si "el Gobierno no permite mayores
espacios a los negocios privados o que acumulen capital suficiente,
aumentarán los negocios 'golondrinas': cuando la gente reúne un poco de
dinero apuesta por emigrar".
Ése es el sueño de Nelson. "El Estado nos sigue viendo como tipos
sospechosos. Mientras estén los mismos en el poder, Cuba no va a
cambiar". Y cada noche saca cuenta del dinero y calcula el dinero que
todavía le falta para subirse a un avión.
Source: En Cuba aumentan negocios dirigidos a reunir dinero y emigrar ::
Diario las Americas :: Cuba -
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