¿Cambiarán las reglas electorales en Cuba?
La dirigencia del país, sin precisar modos ni plazos, ha anunciado
cambios a la legislación electoral
martes, marzo 29, 2016 | René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba.- Falta poco para el inicio del próximo congreso del
Partido Comunista de Cuba. En un país estalinista como el nuestro, los
eventos de ese tipo constituyen el marco adecuado para formalizar las
decisiones más importantes concernientes a la vida nacional. Como la
dirigencia —aunque sin precisar modos ni plazos— ha anunciado cambios a
la legislación electoral, es probable que el congreso defina al menos
los aspectos fundamentales de esa reforma.
En un artículo que publiqué hace varios meses, abordé ese asunto;
también planteé cuáles son, en mi opinión, las modificaciones que es
menester realizar para que pueda afirmarse que el sistema político
cubano ha empezado a moverse hacia la democracia. Mencioné allí la
libertad para postular candidatos a todos los cargos electivos, la
autorización para realizar campañas (algo que, aunque parezca increíble,
prohíbe de modo expreso la ley vigente) y el derecho a que haya
representantes de la oposición en las comisiones electorales de todos
los niveles.
Insisto en que se trata sólo de los cambios mínimos indispensables. Por
supuesto que no tengo objeción alguna a que —digamos— haya observadores
internacionales o a que los candidatos alternativos tengan acceso a los
medios masivos de comunicación. Tampoco me opongo a que se elimine la
posibilidad (contemplada en la ley actual) de admitir que voten en un
colegio electoral ciudadanos que residen en otra provincia, lo cual
permite "rellenos" de todo tipo.
Medidas como las planteadas en el párrafo anterior serían justas y
correctas. Pero pienso que el grado de hartazgo de la población con el
régimen que lo agobia es tan grande, que los castristas, incluso usando
las ventajas tramposas con las que hoy cuentan (como el acceso exclusivo
a la prensa), no serían capaces de ganar. A condición —claro— de que se
cumplan las tres condiciones que señalé de inicio.
Otros compatriotas —como los del proyecto cívico
independiente Candidatos por el Cambio— plantean otra serie de
requisitos, varios de los cuales me parecen innecesarios, al menos en un
comienzo. Entre estos últimos incluyo, por ejemplo: el aumento de la
edad electoral y la eliminación del derecho al voto de los militares
(sin distinguir entre los de carrera y los simples reclutas).
Sé que, en la elaboración de esa propuesta, no se contó con la
colaboración de mi colega agramontista Hildebrando Chaviano (uno de los
que figuró en la boleta de su respectiva circunscripción como candidato
independiente a concejal). Como se sabe, Candidatos por el Cambio
plantea la conveniencia de utilizar las limitadísimas posibilidades que
ofrece el actual sistema comicial cubano para avanzar hacia la
democracia. Como resulta obvio, esto se refiere sólo a las elecciones
municipales, pues ya se sabe que, en las de nivel provincial y nacional,
está dispuesto que el número de candidatos sea igual al de los cargos a
cubrir.
Esos compatriotas enarbolan la participación de un par de candidatos
ajenos al sistema en las últimas elecciones (¡dos entre decenas de miles
en toda Cuba!) como una supuesta prueba de las posibilidades reales con
las que cuenta la Oposición en ese sentido. Discrepo de ellos. El
sistema de nominación existente (mediante votaciones a mano alzada, y
esto en un estado-policía como el nuestro) convierten esas aspiraciones
en un sueño fantasmagórico.
Algunos disidentes han planteado que Candidatos por el Cambio, con ese
actuar, le hace el juego al castrismo. No puedo estar de acuerdo con ese
planteamiento. Nada puedo decir sobre el otro candidato independiente, a
quien no conozco. Pero sí estoy en condiciones de hablar sobre
Hildebrando Chaviano, un hombre honorable, que pertenece a la
organización de abogados independientes que presido y utiliza su pluma
con destreza para criticar de manera vertical al estado de cosas imperante.
Por eso me opongo a aquella afirmación que hacen algunos. Lo que sí
afirmo —con perdón del otro aspirante y de mi colega y buen amigo
Hildebrando— es que ellos, aunque ése no sea su propósito, están
haciéndole el juego al sistema comicial tramposo que el régimen diseñó
para coaccionar a los ciudadanos e impedir la nominación masiva —no
digamos ya el triunfo— de candidatos opositores.
Si dentro de unas semanas el congreso del partido único aborda el tema
de las reformas a la Ley Electoral, empezaremos a salir de dudas sobre
cuáles son las verdaderas intenciones que tiene el castrismo en este
terreno. Falta ya poco tiempo. Mantengámonos atentos.
Source: ¿Cambiarán las reglas electorales en Cuba? | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/cambiaran-en-cuba-las-reglas-electorales/
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