jueves, 26 de noviembre de 2015

Una muy oportuna y sospechosa crisis

Una muy oportuna y sospechosa crisis
noviembre 26, 2015 4:28 am·

Lawton, La Habana, Juan González, (PD) Luego que el jefe de estado de
facto cubano, el general sin batallas y presidente sin votos, Raúl
Castro se reuniera con el presidente mexicano Peña Nieto para dejar bien
atados los detalles de la nueva crisis, esta arrancó.

Por supuesto que todo está dado en cómo se enfoque el problema. Nadie
quiere mirar algo tan elemental como la causa de que hoy día los cubanos
quieran abandonar su tierra. Si el enfoque se hiciera desde la causa, lo
más racional sería eliminarla y con la causa, se eliminarían todos los
efectos provocados por esta. Propongo como ejemplo, la actual crisis.
Pero este parece ser un enfoque políticamente incorrecto.

El caso es que hoy aproximadamente 2000 cubanos permanecen atrapados en
un limbo migratorio inestable y explosivo en la frontera entre Costa
Rica y Nicaragua. Luego que el siempre cómplice de la dictadura cubana,
Daniel Ortega desde Managua les negara el paso en su trayecto hacia
Estados Unidos.

Luego de provocar la crisis, el régimen militar cubano necesita que el
mecanismo de descompresión social que emplea desde los años 60, mantenga
su ya probada eficacia y surge como alternativa salvadora el enfoque
"humanitario". No debe ser contemplado un regreso de quienes votan en
contra del socialismo próspero y sostenible. Desde el exilio en Miami,
se producen manifestaciones de apoyo y contra el maltrato sufrido por
los compatriotas.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos condenó la represión a los
migrantes. La presencia de los cubanos desencadenó un duro intercambio
diplomático entre Managua y San José. Managua les negó el paso el
domingo y acusa a Costa Rica de violar su soberanía al autorizar el paso
de los migrantes.

El paso de cubanos por Centroamérica en ruta a Estados Unidos se
multiplicó ante el temor de perder los privilegios migratorios
concedidos por la Ley de Ajuste Cubano. La reanudación de relaciones
diplomáticas entre Washington y La
Habana y las últimas concesiones incondicionadas de Obama al régimen
militar de la Isla, presagian lo peor.

Como quizás se trata de ser egoístas, tal vez lo más adecuado sería
permitir que se cierre el mecanismo primado de descompresión social del
régimen militar y que cada cubano dentro de Cuba sepa que vivirá y
morirá bajo el socialismo próspero y sostenible, a menos que se anime a
hacer algo para evitarlo. Que no habrá salida posible hacia el Norte con
el amparo de los hoy compañeros yanquis. Entonces y frente a esta
perspectiva, ¿qué pasaría por acá?

Ninguno de los migrantes es o fue perseguido político en Cuba. Todos o
casi todos llegaron a Ecuador por vía legal y aérea. Luego se
trasladaron por 'cuenta propia' a través de Colombia, Panamá y Dios sabe
cómo hasta Costa Rica. Les fue bien, hasta que llegaron a Nicaragua.
Quizás muchos o casi todos se comportaron como revolucionarios para
conseguir llegar a Ecuador. Resulta muy presumible que hayan hecho hasta
la última guardia en su CDR, antes de partir de Cuba. Entonces, ¿habrá
alguien capaz de valorar el golpe a la doble moral que representaría el
regreso a Cuba de estos migrantes?

La directora de Migración costarricense, Kathya Rodríguez lamentó que
los cubanos fueron repelidos por las autoridades de Nicaragua, e
insistió en la necesidad mantener un "corredor humanitario" para
facilitar su paso. Lo que la Sra. Rodríguez parece desconocer es que
Nicaragua, (léase Daniel Ortega) jamás haría algo no conveniado y
aprobado por las autoridades cubanas. Además de esto, propuso que la
situación de los cubanos sea discutida entre todos los países
involucrados en el trayecto migratorio comprometido. ¡Bravo! Este es el
momento en que uno se pregunta, ¿por qué no resolver el problema desde
su causa?

Pero no todo es negativo, la democracia comienza a repuntar por estos
complicados lares latinoamericanos. En Argentina con la victoria
electoral de Macri, crece una esperanza. Quizás por alguna vía, las
corrupciones compartidas entre Lula y la Sra. Roussef, den al traste con
esta última. Maduro no dispone de muy buenas perspectivas a menos que el
Sr. Presidente Obama decida echarle una mano. Hay luz al final del túnel.

Mientras, una dictadura militar totalitaria dinástica impone su
presencia en el coro de democracias latinoamericanas, ¿por qué hay que
convivir con esto? Más allá de la corrupción que impera por este espacio
geográfico, de los petrodólares chavistas y los eficientes servicios
especiales de inteligencia y contrainteligencia de esta dictadura, ¿hay
algo más?

Tiene que existir algo más. Mientras este misterioso algo no sea
convenientemente descrito, expuesto y aclarado, nada estará resuelto.
Bueno, al menos hasta la próxima crisis.
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González

Source: Una muy oportuna y sospechosa crisis | Primavera Digital -
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