Salvando a la Niña
septiembre 16, 2014
Irina Echarry
HAVANA TIMES — El pabellón de cuidados coronarios del hospital Calixto
García no es un sitio demasiado alegre pero todo fuera mucho más lúgubre
sin la Niña.
Niña es una simpática perrita que vive ilegal en los bajos. Siempre de
buen humor, recibiendo a todos con cariño, repartiendo amor a cuatro
patas; así se ha echado a medio mundo en el bolsillo.
Pero el destino está tejido con aporías e ironías: pese a ser donante
universal de alegría, Niña tenía razones sobradas para no estarlo ella
misma. Una de sus tetas crecía desmesuradamente y ya estaba a punto de
arrastrarla.
Yo conocía de vista a la perrita; hace un tiempito pasé por ahí y la vi
con su inmensa bolsa colgando: Tuve la idea de hacer algo por ella pero
con los problemas cotidianos me olvidé de todo el asunto.
Entonces cae un familiar mío en el pabellón de cuidados coronarios y ya
saben quién se aprovechó para amarrarme el corazón.
Hacerse cargo de un perro enfermo implica dinero, tiempo y esfuerzo.
Cada vez que pasaba por el hospital y veía a la Niña pensaba ocuparme de
ella en cuanto mi pariente se recuperara.
Pero una mañana, luego de una noche sin dormir, con la mente calculadora
en corto circuito, el hemisferio de los impulsos aprovechó para dar un
Golpe de Estado; me eché a la perrita en el lomo y no paré hasta llegar
a la clínica veterinaria de ANIPLANT*.
Fue un alivio escuchar que no era un carcinoma sino una hernia inguinal;
perfectamente remediable. Pocos días después entraba la Niña al salón de
operaciones escoltada por una de sus madrinas del hospital.
El médico veterinario Edgar pasa largas horas de pie atendiendo
animalitos enfermos y lidiando con "familiares" angustiados sin que se
afecte un ápice su aura bondadosa. Mientras me hace entrega oficial del
"bulto" (la Niña todavía anestesiada) me explica que estaba embarazada y
el útero grávido se había colado en la bolsa de la hernia. Unos días más
que nos hubiéramos demorado y la enfermedad se hubiera complicado de
mala manera.
Pero ya el peligro pasó, ya Niña está de alta, repartiendo cariño sin
tacañería en el pabellón de cuidados coronarios del hospital Calixto
García. Ahora la principal preocupación de sus madrinas y padrinos es
Zoonósis*.
Agradezco mucho a Nora y al resto de los trabajadores de ANIPLANT que
ayudaron desinteresadamente a que todo saliera bien, a los enfermeros y
pantristas del hospital que gestionaron utensilios y materiales para
curarla, agradezco al destino por permitirme llegar en el momento justo
y a la jefa de núcleo donde vivo que acogió resignada a la perrita
durante el mes de recuperación.
Invito a todos a preocuparse por los animales de su entorno; la
recompensa (la alegría de verlos sanar y de ser útil a alguien) será en
el reino de este mundo.
—–
*ANIPLANT es una ONG que tiene por misión proteger a los animales y las
plantas. Tiene su sede en la calle Príncipe entre Espada y Hospital,
Centro Habana.
*Zoonósis es una institución estatal que caza perros callejeros y los
sacrifica. Dicen que para higienizar la ciudad pero muchos aseguran que
su verdadera función es matar el hambre de los felinos del zoológico.
Source: Salvando a la Niña - Havana Times en español -
http://www.havanatimes.org/sp/?p=99270
jueves, 18 de septiembre de 2014
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