Ventana del lector, Alimentación
Hambre de verdad
Los jerarcas del Partido hacen como que les interesa solucionar el
problema de la alimentación, pero en la práctica no quieren que en Cuba
se produzca un excedente de alimentos
Diego Alberto Cairo, La Habana | 04/03/2013 11:42 am
¿En que se levanta pensando cada mañana un cubano? En la comida. ¿En que
se acuesta pensando? En como va a conseguir el dinero para salir a
luchar la comida. Y que cosa tan curiosa, vivimos en una isla tropical
de terrenos llanos y fértiles con excelentes reservas de agua y no
conseguimos autoabastecernos de alimentos. He aquí sin duda un gran
misterio.
Si el problema es la semilla, para una sociedad tan bien educada como la
nuestra no debería ser problema formar el capital humano que produzca
por métodos científicos semillas de calidad resistentes al clima y a
nuestras condiciones naturales.
Si el problema son los fertilizantes y el control de plagas haría bien
el Estado en fomentar la inversión extranjera y nacional en este sector
de la industria en vez de invertir enormes sumas en proyectos sin un
peso real en la economía interna. Los ejemplos sobran y ya me ocuparé de
esto en otro comentario.
Si el problema es la maquinaria agrícola, ¿por qué el Estado no le
permite a los fabricantes y distribuidores comercializar estos equipos a
los pequeños agricultores y a las cooperativas, sin restricciones ni
elevados impuestos sobre la importación?
Moraleja, los jerarcas del Partido hacen como que les interesa
solucionar el problema de la alimentación pero en la práctica no quieren
que en Cuba se produzca un excedente de alimentos, solo lo necesario
para sostenernos vivos sin tener que gastar mucho importando y sin tener
que desembolsarle grandes sumas a los productores. Esa es la razón por
la cual en los últimos años se han quedado en los campos grandes
volúmenes de plátano y tomate —hay que producir pero no demasiados.
Si la Isla volviera a ser una gran exportadora de azúcar, café, frutas y
ganado, además de cubrir sus necesidades de granos y viandas
definitivamente se produciría una gran acumulación de riquezas en manos
de los productores. Es decir, que los fieles y humildes campesinos
pasarían a ser hacendados, ganaderos y eventualmente terratenientes.
Este fenómeno ya se está produciendo de forma aislada. Se trata de
pequeños agricultores que contra viento y marea han conseguido los
recursos indispensables para aumentar sus producciones. Tienen alguna
maquinaria muy vieja pero aún operativa, pozos y sistemas de regadío
prácticamente artesanales, cuartones y corrales para el ganado, graneros
para almacenar la cosecha y un buen número de empleados a tiempo
completo, además contratan jornaleros durante los picos de cosecha.
Estamos hablando de hombres y mujeres que mediante el trabajo y una
inteligente administración de sus recursos se han convertido en los
primeros millonarios de este país después del triunfo revolucionario.
Esta nueva clase social aún no representan un peligro real porque están
aislados, no tienen el control del mercado y están más ocupados en
incrementar sus ganancias administrando sus propiedades que en alimentar
sus ambiciones de poder. Sus sueños no van más allá de tener una casa
grande con todas las comodidades posibles, criar los mejores animales de
raza, tener varios vehículos y algunos objetos de valor,
fundamentalmente joyas. Recientemente algunos le han tomado el gusto a
vacacionar en los cayos, pero aún no han descubierto los refinamientos
de la clase alta como los viajes al extranjero, la colección de obras se
arte y por supuesto aún no han aprendido a degustar "vinos franceses",
pero los hermanos Castro saben que eso es solo cuestión de tiempo, ellos
son hijos de un hacendado y conocen bien la riqueza que da la tierra.
Resulta muy chocante descubrir que en Cuba crear inseguridad alimentaría
para la mayoría de las familias es una estrategia de control del Estado,
pero no hay otra respuesta posible. Piense que un buen día los alimentos
mejoran su calidad, bajan de precio y se encuentran en abundancia a lo
largo y ancho de todo el país. ¿En qué ocuparía usted su tiempo y
dinero? Probablemente en satisfacer otras necesidades de tipo personal y
espiritual que probablemente no son cómodas para los intereses del
Estado como trabajar para mejorar tus ingresos, viajar más a menudo,
fomentar una sociedad civil de acuerdo a tus intereses, pero sobre todo
tendrías tiempo y fuerzas para pensar y luchar por lo que usted quieres.
El hambre es el peor enemigo de los intelectuales.
La FAO ha reconocido que una de las causas del incremento en los precios
en los productos agrícolas y sus derivados es la competencia que existe
por los alimentos entre las personas y el ganado. Para obtener un kilo
de carne se necesitan siete kilos de pienso. Si trasladamos esta
situación a Cuba ocurre algo parecido, las aves y cerdos compiten con la
población por los alimentos, las reses y el ganado bovino no tanto
porque su régimen de alimentación es mayormente el pasto. Por esa razón
comencé a indagar en los numeritos y para mi sorpresa descubrí datos muy
interesantes.
En el informe de la CEPAL, "Cuba Evolución Económica durante el 2010",
se dice que la entrega de carne de cerdo fue de 275.200 toneladas, y
134.700 toneladas de carne vacuna. La producción de carne de cerdo
duplica la de res y este informe no incluye la cría de cerdos en los
patios de las casas de todo el país. Los cerdos contaminan más, su carne
es menos saludable y compiten con nosotros por los alimentos. En muchos
comedores de escuelas y hospitales se elaboran intencionalmente mal las
comidas para que la gente las rechace y vallan a parar a los tanques de
salcocho que alimentan a los puercos del personal del servicio. A las
fabricas de pienso líquido van a parar los alimentos vencidos en enormes
almacenes y frigoríficos. Alguien decidió que era mejor destinar un
camión de manzanas, o pollo, o confituras al consumo animal que
comercializarlo a bajo precio o entregarlo a un centro escolar antes del
día de caducidad. Cerca de donde vivo hay una de estas plantas de pienso
líquido y no es raro ver gente que se roban parte de estos cargamentos
en mal estado para venderlo en el mercado negro a la población. Así te
encuentras atún, jamón pata negra, aceitunas y un largo etc. Es así, los
cerdos consumen viandas, maíz, soya, granos de todo tipo, se benefician
de los alimentos con fecha de caducidad, ensucian las casas, apestan,
atraen moscas, cucarachas y ratones pero se fomenta su crianza.
Las vacas comen hierba dan leche, su carne es saludable, sus excrementos
son abono, su cuero es útil pero no se estimula su crianza. El único
comprador de ganado vacuno es el Estado y paga cerca de 9 pesos MN el
kilogramo en pie, mientras la libra de cerdo puede ser comercializada
con cualquier entidad estatal o particular a 14 pesos MN en pie (30
pesos el Kg). Esto por no mencionar el estricto control que les imponen
a los ganaderos, mientras los criadores de cerdos tienen total libertad
para negociar sus animales una vez cumplen con sus contratos. Si mañana
se despenaliza el sacrificio de ganado mayor y se equipara en
condiciones con el porcino se produciría un incremento fenomenal en la
producción de carne y leche en Cuba, porque es más barato y fácil criar
cien cabezas de ganado que pesan hasta 328 Kg, que engordar 410 cerdos
de 80 Kg cada uno.
¿Entonces por qué en un país donde los alimentos escasean y los precios
de los alimentos son altos se estimula la cría de cerdos y se pone en
desventaja al ganado vacuno que consume mayormente la hierba de nuestros
campos sin producir?
Es evidente que se trata de una política del Estado. Una abundante
producción de carne y leche trae consigo varios efectos indeseados. La
reducción del precio de los alimentos y como efecto dominó el de otros
productos de primera necesidad. Una economía familiar más fuerte y por
lo tanto menos dependiente del "invento para vivir". Usted sabe que una
enorme ración de arroz y viandas no satisface tanto el apetito como un
jugoso filete de carne magra, la sensación de hambre desaparece por
mucho más tiempo y el tiempo es un arma fundamental. El Estado necesita
un pueblo pensando en la comida, no un pueblo pensando en la política.
Además se produciría una indeseada acumulación de capital en manos de
ganaderos, campesinos y comerciantes.
Los que opinan que la mejora en los precios de la leche demuestra que
estoy juzgando malintencionadamente, les recuerdo que el único interés
que tienen los jerarcas del Partido en ese sentido, es reducir sus
importaciones de carne y lácteos. Es decir que sostener las escasas
raciones a los niños y los enfermos sea aún más económico para sus
bolsillos, así les quedan unos milloncitos más del presupuesto del
Estado y por supuesto no nos olvidemos de suplir las demandas de la
industria y del turismo. A la élite no le gusta privarse de estos
nutritivos alimentos. Esto no beneficia al pueblo, es un negocio en el
que los cubanos de pie nunca salimos ganando.
En Cuba los precios de los alimentos son una ofensa al pueblo trabajador
pero no es un accidente ni el resultado de una crisis coyuntural, son
una política del Estado para mantenernos pobres, mal alimentados y ocupados.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/hambre-de-verdad-283344
miércoles, 6 de marzo de 2013
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