Jueves, Marzo 8, 2012 | Por Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -El rostro tenso, cuajado de
arrugas, refleja un cuerpo frágil de mujer que procura impulso con
dificultad. Se esfuerza por correr para que la guagua no se vaya. La
mano libre se agita, el chofer la ve y espera. Entra sudorosa y
exhausta. No es tan vieja como parece. Cerca de la próxima parada una
joven hala a un niño de unos 3 años que apenas puede poner los pies en
la acera. Hay tantas personas que su demora en montar les permite
atrapar al monstruo rodante, pero está tan lleno que el pequeño llora de
miedo por no poder respirar.
En la farmacia, una anciana suspira por volver a tomar una malta, porque
ya están "liberadas", pero una cuesta la décima parte de su mísera
pensión mensual, que cuando se jubiló hace muchos años alcanzaba para
vivir. Comenta con una amiga que se dará el gusto de comer una sopa de
pollo de verdad, sin los cuadritos, con la cuota del racionamiento del
mes, toda la libra que le "toca". También derrochará poniéndole
malanga, calabaza y fideos, porque no sale de la gripe y dicen que una
buena sopa de pollo es lo mejor que hay para levantar las defensas. Por
supuesto que la estirará para repetir mañana y quizás toda la semana.
Para entonces ya deben llega los 10 huevos del mes. Con su pobre hija
no puede contar porque lleva meses ahorrando para comprar unos zapatos a
Julito que cumple 16 años. ¡A ver si esta vez no se le despegan
enseguida! Tan caros en la shopping, pero no duran nada. Pasa una
joven muy arregladita, toda perfumada y vestida "de afuera". Verdad que
la mujer cubana siempre ha sido presumida. ¿Cómo lo logra? Seguro que
tiene algún pariente en la Yuma. ¿Será que se dedica a otra cosa?
Las mujeres son casi la mitad de la población cubana: 5 612 165, del
total de 11 241 161 de habitantes en 2010. Han sobrepasado a los
hombres en los estudios superiores, destacándose en las ciencias, y
trabaja casi el 39,0% en edad laboral. Son muy emprendedoras en las
actividades por cuenta propia, ya sea en la venta de artesanías y
bisutería, como peluqueras, o con cafeterías y alquiler de habitaciones.
No faltan algunas que han tomado tierras en usufructo, se han
asesorado con campesinos de experiencia y ya tienen su vergel. Su
participación en los cargos de dirección política y administrativa es
baja en relación con la cantidad capacitada para ejercerlos. A la falta
de oportunidades se suman las horas que tendrían que dedicar a las
reuniones y el papeleo impuestos por la burocracia imperante, a procurar
mitigar la carencia de lo fundamental para cubrir las más básicas
necesidades de la familia y a realizar todas las labores domésticas y
atender a los hijos.
Las mujeres son ya heroínas de los 53 años que llevamos de dificultades,
particularmente de los últimos 20 años que hemos vivido en medio del
cruento Período Especial; tan nefasto que no se alcanza la tasa de
reproducción por lo que la población cubana disminuye y envejece. Las
jóvenes, al igual que ocurre con los varones, no se sienten incentivadas
a realizar estudios superiores y prevalece la avidez por escapar hacia
el extranjero para procurar una vida mejor. Esas adversidades están
privando a Cuba de su porvenir.
Desde muy temprano, tradicionalmente la mujer cubana se involucró en las
cuestiones fundamentales de la nación. Mercedes Santa Cruz y Montalvo,
condesa de Merlín escribió "La esclavitud en Cuba", en 1849. Marina
Manresa fue fusilada por conspirar con Narciso López. Marta Abreu dedicó
gran parte de su fortuna a obras públicas, hospitales, escuelas y a la
causa independentista. Muchas fueron guerreras mambisas, como la
generala Magdalena Peñarredonda Doley. El Partido Revolucionario Cubano
creado por José Martí contó 1500 afiliadas. El Comité de Sufragio
Femenino se fundó en 1917, y tres mujeres, Alicia Fernández de la Barca,
Esperanza Sánchez Mastrapa y María Esther Villoch Leyva, integraron la
Asamblea Constituyente para redactar y aprobar la Constitución de 1940,
que reconoció la igualdad de todos los cubanos ante la ley. Por
supuesto, muchos más ejemplos podrían citarse.
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las cubanas
indudablemente merecen amabilidad y cariño. Una flor entregada con
afectuosa sonrisa podría bastar en esta ocasión, pero compartir los
trabajos y obstáculos cada día seguramente consolidará la relación del
hombre al lado de la mujer.
http://www.cubanet.org/articulos/las-cubanas-en-el-dia-internacional-de-la-mujer/
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